Nuevo año y viejas y consolidadas costumbres en el diario de don Cebrián el académico, el ejecutivo de los despidos y de los 13 millones de euros. Primera página de la edición del jueves, 3 de enero. Titular destacado: «Las bolsas inician 2013 con euforia tras superar EEUU el ‘abismo fiscal». Veremos con qué información […]
Nuevo año y viejas y consolidadas costumbres en el diario de don Cebrián el académico, el ejecutivo de los despidos y de los 13 millones de euros.
Primera página de la edición del jueves, 3 de enero. Titular destacado: «Las bolsas inician 2013 con euforia tras superar EEUU el ‘abismo fiscal». Veremos con qué información se cierra el año.
El letra algo más pequeña: «El Ibex se dispara un 3% mientras la primera de riesgo baja 35 puntos». Que la primera de riesgo bajase ese día, puntualmente, 35 puntos, cuando ha subido a lo largo de 2012 69 puntos, no parece una noticia relevante-relevante.
Tampoco lo parece la subida puntual de la bolsa madrileña (que bajó durante 2012 un 4,66%: el IBEX fue el único índice internacional de referencia que acabó el año en números rojos), siendo, además, el porcentaje real de la subida no el 3% como se señala en el titular sino el 3,4% (un error del 12%).
En primera página se habla igualmente de la enfermedad del presidente venezolano. Es Ewald Scharfenberg (¿de dónde lo habrán sacado?) el periodista que informa de ello. El titular: «La oposición a Chávez exige la verdad sobre su estado de salud». En páginas interiores se habla del «Secretismo a la cubana en Caracas» y la idea política de fondo aparece destacada en la última columna: «La evidente tutela de Cuba sobre Maduro impone la opacidad de la información». ¿Está clara la «objetividad» en absoluto ideológica de la información?
Luego, por si algún remate fuera necesario, otra «noticia» del incansable y esforzado Ewald S. El título de la nueva «información»: «Un ejército dividido deberá marcar el paso de la transición venezolana».
No es sólo eso. Los subtítulos no tienen tampoco desperdicio: «Las Fuerzas Armadas, pilar del chavismo, están fragmentadas en logias» y «Los militares prefieren tutelar entre bastidores a intervenir e forma abierta». ¿Qué es entonces el «chavismo»? Efectivamente, el poder militar en la sombra. dividido en logias y tendencias, moviendo hilos y escenarios en connivencia con el castrismo. Todo en uno.
En síntesis: nada nuevo en las páginas del diario global-imperial, un baluarte del «pensamiento» ultraliberal, trufado de publicidad desde la segunda hasta la última página (primera no excluida).
Por cierto, ¿por qué no se abre un día El País con un anuncio de, pongamos, El Corte Inglés o de Ron Barceló que ocupe toda la primera página? ¿No sería todo un hallazgo? «Elogio de la consistencia» podría ser el titular de uno de los editoriales del día.
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.