En la campaña de hostigamiento que viene desde el norte contra el gobierno brasileño se insertan, en el capítulo de la propaganda negra, las notas del periodista Larry Rohter procurando ridiculizar al presidente Lula, en un estilo de periodismo canalla que también aquí estamos soportando. En una primera instancia se ordenó su expulsión del país, […]
En la campaña de hostigamiento que viene desde el norte contra el gobierno brasileño se insertan, en el capítulo de la propaganda negra, las notas del periodista Larry Rohter procurando ridiculizar al presidente Lula, en un estilo de periodismo canalla que también aquí estamos soportando. En una primera instancia se ordenó su expulsión del país, lo mismo que habían sido expulsados los dos viajeros estadounidenses, uno de ellos piloto aéreo, que hicieron gestos obscenos frente a las cámaras al ser fichados en aeropuertos brasileños, en medida recíproca al fichaje impuesto a los viajeros brasileños en los Estados Unidos. Después se le conmutó la expulsión.
Larry Rother es un típico agente de los servicios de inteligencia yankis, listos para todo servicio, del estilo de los seudoperiodistas encamados («embeded») que acompañaban a las tropas de ocupación en Irak y escribían al dictado de los mandos militares, mintiendo y ocultando sus crímenes. Realizó una campaña mundial de descrédito de la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, lo que da la medida de su catadura moral. Instruido para trabajar en especial sobre la Amazonia, lanzó el bulo de que la carne de exportación brasileña era producida con trabajo esclavo en esa región, lo que ya en su época movió a la protesta del gobierno de F.H. Cardoso. Escribió (junio 2002) que «a los brasileños se les enseña desde el nacimiento que la Amazonia es de ellos, pero su gobierno no ha sido capaz de ejercer una soberanía efectiva sobre la misma». De beberaje con sus amigotes contaba que en uno de sus viajes a la Amazonia había dormido dos noches con dos niñas indias. Publicó notas escandalosas diciendo que Brasil está construyendo submarinos nucleares. Es uno de los ejecutores de la campaña contra Chávez en Venezuela, y se le señala como un puente entre los golpistas del 11 de abril y la central de inteligencia norteamericana CIA (según David Smilde, de la Universidad de Chicago). Otra de sus funciones es la propaganda a ultranza del Plan Colombia, con el argumento de que dicho país es ingobernable por sus propios medios y necesita «another formula».
Visitante asiduo del Departamento de Estado, se reunió varias veces en las últimas semanas con José Serra, el contendor de Lula en el segundo turno de la elección presidencial brasileña, y cuenta con la amistad de Claudio Humberto, el ex asesor del defenestrado Collor de Mello. La profesora de periodismo Celia Ladeira, de la Facultad de Comunicación de Brasilia, señala que «Larry Rohter no es sólo periodista, sino un agente civil, bien pago, que hace cosas para la CIA y el FBI trabajando en toda Latinoamérica»; y agrega que «quien conozca el Archivo 33 del State Department, Bureau of International Informations Programs, sabe de qué estoy hablando».