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Los ‘halcones’ de la desinformación

Fuentes: Argenpress

Son cinco agencias informativas las que distribuyen el 96 % de las noticias internacionales. En los países pobres donde sobreviven el 75 % de la población mundial se produce el 30 % de los periódicos.En 1980 cuatro de cada cinco mensajes provenían desde Europa. Actualmente de las primeras 300 corporaciones de la información: 144 son […]

Son cinco agencias informativas las que distribuyen el 96 % de las noticias internacionales. En los países pobres donde sobreviven el 75 % de la población mundial se produce el 30 % de los periódicos.

En 1980 cuatro de cada cinco mensajes provenían desde Europa. Actualmente de las primeras 300 corporaciones de la información: 144 son de EEUU, 80 de la Unión europea y 48 de Japón.

El sur es explicado desde el norte imperial. La desinformación nos conforma en nombre de las nuevas tecnologías. La intelectualidad rechaza los conceptos de propaganda e industria cultural. Afirman que son anacrónicos y perecederos. Con todo, más torpes que iluminados no perciben que ellos mismos piensan como la ‘agenda pública de los medios’ lo prescriben. Los medios nos dicen qué pensar y después se ocupan de cómo pensamos. ‘Es decir -sostiene Ricardo Horvath- imponen una ideología y determinan no salirse del sistema. Logran lo que se denomina el status quo’. Para Ignacio Ramonet ‘los dictadores de antaño temían la libertad de expresión, censuraban la impugnación, encerraban a los escritores, quemaban los libros controvertidos’… y ahora ‘para esclavizar a la humanidad opta por el perfil bajo, la flexibilidad, la persuasión… .

La manipulación informativa y las estrategias de la propaganda continúan tan vigentes como invasivas. Hacen de la mentira la verdad necesaria. Por lo tanto ‘estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza sino con las armas de almohada… las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras’. Así de indispensable y noble la prosa de José Martí también propone que ‘los pueblos han de tener una picota para quien le azuza a odios inútiles, y otra a quien no les dice a tiempo la verdad’.

Los grupos propietarios de medios de comunicación pueden graficarse como tres vasos comunicantes que se extienden en el planeta. El primero abarca las 12 corporaciones que operan desde Estados unidos. El vaso regional representa a 50 grandes grupos que se vinculan con los 10 principales emporios. En el sector subregional se encuentran los líderes del mercado doméstico. Son 90 compañías. Y allí- en el vaso comunicante más próximo- se distingue la ‘banda de los cuatro’. Para el periodista Carlos Iglesias los cuatro grupos predominantes en América latina se caracterizan por su ‘rol comercial patriarcal’. Ellos son: Televisa de México (Emilio Azcárraga es dueño de 300 canales, Univisión y Cablevisión); O`Globo de Brasil (Roberto Marinho); Cisneros de Venezuela (Diego Cisneros posee Caracol y Caribbean Communications, Venevisión, es accionista en Univisión y Galavisión. Además es socio de Direct TV y AOL Latín América) y Clarín de Argentina.

La ‘banda de los cuatro’- en definitiva- construye la ‘agenda pública’ de Latinoamérica. Nos dicen qué temas pensar y luego se ocupan de cómo los debemos analizar.

Aunque casi nada en la economía de mercado se rige por azar; el control de los cuerpos y las conciencias del tercer mundo se reviste de consenso social y analfabetismo político. La Voz de las Américas es una red de radios norteamericanas que consiguió desmantelar en 1952 el Servicio Internacional Radiofónico Argentino (SIRA). La Voz de las Américas depende de la Agencia de Informaciones de Estados Unidos (USIA). Nada queda al azar, vale recordar. Y a modo de ejemplo calificado, cabe insistir.

Los documentos Santa Fe I y II de 1990 le asignan a la USIA la ardua tarea de ‘agencia para llevar a cabo la guerra cultural’. El programa de los ‘halcones’ es contundente: ‘El esfuerzo gramsciano por socavar y destruir la tradición democrática mediante la subversión o corrupción de las instituciones que contienen o mantienen esa tradición debe ser combatida’. El plan de la derecha yanqui merece subrayarse. Se anticipan y prevén cómo los partidos, organizaciones o movimientos opositores al sistema imperante van a actuar en pos de sus propósitos.’El objetivo de la guerra lo constituyen las mentes de la humanidad. La ideopolítica habrá de prevalecer (…) Debe iniciarse una campaña para captar a la élite intelectual iberoamericana a través de los medios de comunicación tales como la radio, la TV, libros, artículos y folletos, y también fomentarse la concesión de becas y premios’, aconsejan los ‘omniscientes párrafos de los documentos Santa Fe I Y II.

Sonará a mal gusto, pero ¡ qué clara que la tienen!. Somos en el sur lo que el norte todopoderoso nos imagina 15 ó 20 años con antelación. Somos -en síntesis- esclavos de las grandes mentiras planificadas. ¿O acaso usted cree en la prensa independiente? La libertad de opinión tiene un único límite: se tolera hasta que la libertad de explotación no peligre. Son coherentes y lo saben perfectamente. Así es la retórica de los nuevos mandarines.