Fuentes cercanas a Néstor Kirchner confirmaron que el presidente argentino no viajará a Cuba, como estaba programado, desde el 29 de mayo al 2 de junio. «Son razones de oportunidad», señaló la autorizada voz que oyó de la suspensión al propio presidente, en momentos en que arrecia la campaña de intelectuales de derecha con lazos […]
Fuentes cercanas a Néstor Kirchner confirmaron que el presidente argentino no viajará a Cuba, como estaba programado, desde el 29 de mayo al 2 de junio.
«Son razones de oportunidad», señaló la autorizada voz que oyó de la suspensión al propio presidente, en momentos en que arrecia la campaña de intelectuales de derecha con lazos con el Gobierno para que Argentina se distancie aún más de la isla revolucionaria.
No se definió qué significa «razones de oportunidad». El gobierno argentino ha utilizado repetidamente los desacuerdos con Fidel Castro por el retraso en salir de la isla de la médica Hilda Molina que tiene hijo y nietos viviendo en Argentina. Aunque cuando ya no necesita ese argumento aduce que todo está arreglado, para volver a utilizarlo cuando le conviene.
Sin embargo, los analistas estiman que la razón más probable de la anulación del viaje es la de enviar una señal a Washington en tiempos de definiciones finales sobre el default que requieren apoyo político norteamericano.
Esto ya se vió cuando, a pesar de las multitudinarias manifestaciones en Buenos Aires solicitando que Argentina vote a favor de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, Kirchner ordenó la abstención, quedando en la misma posición de los anteriores gobiernos argentinos, supuestamente menos «progresistas».
Algunas fuentes comentan que Kirchner intervino en la presunta decisión del nuevo gobierno uruguayo de no facilitar la presencia de Fidel Castro durante la asunción de Tabaré Vázquez, que luego se justificó como ausencia por enfermedad. Asimismo se presupone acuerdo con las autoridades argentinas cuando el nuevo canciller uruguayo dijo que Cuba no podía entrar al Mercosur por «falta de democracia».
Por último, los comentarios tras la visita de varios altos representantes del gobierno estadounidense en los últimos tiempos a Buenos Aires hacen suponer que estos dejaron claro que no verían con buenos ojos la visita de Kirchner a Cuba.