El capitán Hermes Peña Torres fue muerto en un combate con la Gendarmería en 1964. Hoy exhuman sus restos, que serán enviados a La Habana. Viajan al lugar los forenses de la Corte Suprema. Los gobiernos de la Argentina y Cuba acordaron, bajo reserva, los trabajos de ubicación y exhumación de los restos del célebre […]
El capitán Hermes Peña Torres fue muerto en un combate con la Gendarmería en 1964. Hoy exhuman sus restos, que serán enviados a La Habana. Viajan al lugar los forenses de la Corte Suprema.
Los gobiernos de la Argentina y Cuba acordaron, bajo reserva, los trabajos de ubicación y exhumación de los restos del célebre guerrillero cubano, capitán Hermes Peña Torres, quien fuera custodia personal y lugarteniente de Ernesto Che Guevara, y luego miembro del grupo guerrillero liderado por el periodista argentino Jorge Masetti, el famoso Comandante Segundo (porque el primer comandante era el Che), a su vez líder de la guerrilla conocida como Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) que se instaló en Salta a fines de 1963 para apoyar a la Revolución Cubana y para desarrollar la primera avanzada del Che en la Argentina.
Los restos del capitán Hermes se exhumarán en la mañana de hoy en el cementerio de Orán y serán repatriados a La Habana, donde Fidel Castro lo va a esperar junto a familiares de Hermes, muerto en Salta el 18 de abril de 1964, luego de un combate con la Gendarmería argentina. La exhumación está a cargo de un grupo de antropólogos del Cuerpo Médico Forense, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El juez federal de Salta, Abel Cornejo y su par de Orán, Raúl Juan Reynoso, definieron los pasos a seguir. Desde Cuba, arribó el notario Juan Méndez Méndez, quien presenciará la exhumación en representación de los familiares de Hermes Peña Torres. Los antropólogos forenses, van a trabajar en el Hospital San Vicente de Paul. La presencia de antropólogos, se debe a que Hermes fue sepultado con su ropa de fajina en una fosa común, y sin un féretro. Su cuerpo está a dos metros de profundidad, en lo que hoy es una calle de tierra interna, al fondo del cementerio, que visitó Clarín. Hermes, tampoco tuvo una lápida, ni una cruz de madera con su nombre tallado con letras pequeñas.
El pedido de la exhumación del guerrillero cubano se hizo desde Cuba, vía la Cancillería. El canciller Rafael Bielsa instruyó hace tres semanas al juez federal de Salta, Abel Cornejo, para que se busque la tumba de Hermes Peña Torres. El primer intento de búsqueda fracasó. En la Municipalidad de Orán sólo hay antecedentes de entierros en el cementerio, a partir del año 1980. Hacia atrás no había ninguna documentación que indicara el lugar dónde estaba sepultado el Capitán Hermes. Pero el jefe del Escuadrón 20 Orán, comandante principal Nicolás Guzmán, encontró un certificado extendido en mayo de 1964 por quien era el intendente, José García Gilabert. En el documento figura la ubicación de la tumba: fila 13, fosa 16, de la tabla 4. Con ese antecedente, se ubicó a quien era por entonces el sepulturero, Franco Canavides, quien habría participado en el entierro del Capitán Hermes. «Cuando el hombre señaló la ubicación de la tabla 4, vimos que era una calle interna de tierra que corre de sur a norte, paralela a la galería con nichos. El hombre comenzó a contar y es aquí, en donde estamos parados, donde estaría sepultado Hermes Peña Torres», le dijo a Clarín el comandante principal Guzmán. Mientras esto ocurría, y en menos de cinco minutos, sobre la tumba del capitán Hermes, pasó un obrero municipal, con una carretilla. Luego, una mujer en bicicleta.
La historia de la muerte de Hemes está vinculada inexorablemente a la historia de Masetti. Fundador de Prensa Latina, Masetti se incorpora a la revolución cubana y se enrola en sus filas, combatiendo en Argelia junto con el Che. Hacia 1962, poco después del golpe militar contra el presidente Arturo Frondizi, Masetti y el Che- cuyo objetivo era realizar la revolución socialista en la Argentina- deciden la formación del EGP, a instalarse en Salta. En su diario, Hermes contará: «El 21 de junio de 1963 prestamos juramento como miembros del EGP y entramos al país…». Habían llegado de Brasil. Pero las condiciones políticas habían cambiado, con el gobierno electo- aunque bajo la proscripción del peronismo- del radical Arturo Illia. Los guerrilleros estuvieron en Salta hasta abril de 1964, cuando dio con ellos una patrulla de Gendarmería.
El combate donde murió el capitán Hermes, tuvo lugar en Río Piedras, cerca de Colonia Santa Rosa, al norte de la provincia de Salta. Allí murió también el gendarme Juan Adolfo Romero, cuyo nombre lleva hoy el Instituto de Formación Especializada de la Gendarmería. Aquel 18 de abril, una patrulla de Gendarmería, llegó a El Bananal, cerca del Río Piedras. Un espía había confirmado que en Colonia Santa Rosa se adiestraban a guerrilleros. A media mañana, la patrulla los tomó por sorpresa. Las balas que mataron al gendarme, dicen los informes oficiales, pertenecían a la ametralladora del capitán Hermes que cubrió la retirada del resto de sus compañeros hacia la selva. Se cuenta que ese atardecer, los guerrilleros llegaron a la finca de Bailón Vázquez, y le pidieron que mandara a alguien en bicicleta hasta Yuto, Jujuy, a comprar mucha comida y un par de zapatillas. Hermes estaba semidescalzo. Hecho el encargo, la gente volvió al monte. Apretados por el hambre, un guerrillero volvió por comida a la finca. Fue una trampa: lo esperaba el gendarme Luis Rosas disfrazado de paisano. Dicen, también, según se cuenta en la versión oficial, que el gendarme, desde un cajón de tomates sacó su pistola y dio la voz de alto. Dicen que los guerrilleros que acompañaban a Hermes mataron a Bailón Vázquez. Dicen que Rosas los persiguió a los tiros hasta que se le trabó el arma. Que Hermes, avanzó en la oscuridad. Que Rosas, con su cuchillo, golpeó desesperadamente la pistola y la destrabó. Que alcanzó a Hermes y lo mató.