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Tres días envenenando sobre Chávez

Las perlas del diario El País sobre las elecciones de Venezuela

Fuentes: Rebelión

Como es sabido, el pasado domingo 4 de diciembre se celebraron elecciones legislativas en Venezuela. La retirada de la candidatura de algunos grupos de la oposición pocos días antes a pesar de su compromiso con las autoridades electorales y los observadores internacionales, y la abstención del 75 % permitió al diario El País sembrar las […]

Como es sabido, el pasado domingo 4 de diciembre se celebraron elecciones legislativas en Venezuela. La retirada de la candidatura de algunos grupos de la oposición pocos días antes a pesar de su compromiso con las autoridades electorales y los observadores internacionales, y la abstención del 75 % permitió al diario El País sembrar las dudas sobre la legitimidad de una nueva victoria de los partidarios de Chávez quienes recogieron casi el 90 % de los votos. Tanto los observadores nacionales, como de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos (OEA) dieron el visto bueno a la jornada electoral y al posterior recuento. Sin embargo, las siguiente perlas informativas pueden darnos una idea de cómo cubrió la información este diario a lo largo de los días 4, 5 y 6 de diciembre.

Domingo, 4 de diciembre.

Una información a página entera, la segunda, bajo el título «Chávez despliega un Ejército paralelo» afirma que «Los reservistas -veteranos que prestaron el servicio militar- y los guardias territoriales -voluntarios para hacer frente a cualquier agresión interna o invasión de fuerzas extranjeras- dependen directamente del presidente de la República, al margen de la cadena de mando de las Fuerzas Armadas». Para confirmarlo reproducen el artículo 41 de la nueva Ley que señala que «el presidente de la República tiene el grado militar de comandante en jefe y es la máxima autoridad jerárquica de la Fuerza Armada Nacional». Efectivamente, esa es una de las características de las democracias, que el presidente electo es el máximo cargo del ejército. Y que éstas fuerzas armadas están al servicio del mandatario elegido por los ciudadanos. Existen otras variaciones, como la española, donde el comandante en jefe, es alguien que no se somete a las urnas, Juan Carlos de Borbón.

En la página tres se recogen unas declaraciones de María Corina Machado, de la organización antichavista Súmate, referentes a la recogida de firmas para convocar un revocatorio contra el presidente Chávez el año pasado. Afirman: «Con la participación de los partidarios de la oposición y un equipo técnico de 7.000 personas en febrero de 2003 recogimos tres millones y medio de firmas a favor de la renuncia de Chávez. Fueron desconocidas por la autoridad electoral». No es verdad, fueron reconocidas más de dos millones y medio de las firmas y celebrado el referéndum revocatorio solicitado por la oposición. Lo perdieron al recibir Chávez el apoyo de más del 60 % de los votantes.

Lunes, 5 de diciembre.

En otro reportaje a cuatro columnas de la página 3 se aborda en la entradilla «los programas de asistencia social, concretamente en los terrenos de salud, educación y alimentación». A continuación se afirma que sus resultados «resultan muy difíciles de contrastar debido a la opacidad oficial a la hora de facilitar cifras». Sin embargo en la página 30, en la sección de Educación, también a cuatro columnas se entrevista al ministro de Educación de Venezuela, Aistóbulo Istúriz, quien responde diligentemente a todo lo solicitado por el periodista de El País, y le facilita todos los datos que le pide: incremento del salario de los maestros un 60 %, «incorporar al sistema educativo a cuatro millones de excluidos y erradicar el analfabetismo en dos años», «alfabetizado a 1’5 millones de personas», «en total 1’5 millones están estudiando educación media, y otros 850.000, bachillerato»… Se creerá esos datos o no el diario El País, pero precisamente «opacidad oficial», no lo parece.

Martes, 6 de diciembre

Recogen las declaraciones Carlos Genatios, de la organización Ojo Electoral. Algo que parecen ser unos observadores electorales, aunque no se han difundido en ningún momento comentarios de los observadores internacionales de la Unión Europea, ni de la OEA, quizás porque éstos han reconocido los resultados y han criticado duramente la retirada de la oposición.

Ojo Electoral desplegó 1.000 observadores en 15 de los 24 estados. Carlos Genatios declaró que «en el 16 % de las mesas había un interventor de los partidos de la oposición, en el 29 % no hubo interventores, mientras que el 70 % contó con al menos un representante de los partidos de la oposición». Algo que sucede en todas las elecciones, si un partido no tiene capacidad de instalar interventores en una mesa no se deslegitiman las elecciones. Pero El País llega a la conclusión por estas declaraciones de que esta organización «pudo detectar situaciones difícilmente compatibles con la transparencia electoral», afirmación que nunca dijo Ojo Electoral. Lo que sí dijo es que la jornada se desarrolló con normalidad y que «actualmente existe la seguridad sobre la imposibilidad de cambiar la voluntad del votante, y al eliminar las captahuellas y los cuadernos electrónicos, se garantiza que no se pueda asociar el voto con la identidad del votante». Nada de eso fue recogido por el diario.

En el editorial de ese día, El País critica a Chávez por «que se permita calificar de «lacayos del imperialismo a las tres cuartas partes de los ciudadanos con derecho a voto que han elegido no comparecer en las urnas». El presidente venezolano nunca criticó a los ciudadanos que decidieron no votar, llamó «lacayos del imperialismo» a los partidos de oposición que renunciaron a participar en los comicios. No es lo mismo.

Conclusión

Esto es sólo el ejemplo de tres días de información sobre Venezuela. Nada diferente del resto de los días del año ni, reconozcámolo, del modo de presentar los acontecimientos sobre ese país del resto de la gran prensa española. Afortunadamente, ya son muchos los que saben que de esos grandes medios no pueden esperar la verdad.