Desde siempre hemos sostenido que unos somos los periodistas y otros, los que se aprovechan de un medio para delinquir: son efectivamente eso, delincuentes de la comunicación. En México no se conocía una antigua práctica que implantó el gobierno imperialista de los Estados Unidos, la cooptación de los periodistas, es decir a cambio de dadivas […]
Desde siempre hemos sostenido que unos somos los periodistas y otros, los que se aprovechan de un medio para delinquir: son efectivamente eso, delincuentes de la comunicación. En México no se conocía una antigua práctica que implantó el gobierno imperialista de los Estados Unidos, la cooptación de los periodistas, es decir a cambio de dadivas hacer un «periodismo propagandístico» a favor de la gran potencia.
En México, esa degenerativa práctica se implantó en la década de los cuarentas, con todas las consecuencia conocidas. Las antiguas oficinas de prensa fueron convertidas en direcciones o en coordinaciones generales con presupuestos millonarios para pagar los buenos servicios de reporteros, explotados por sus medios; y se daba una explicación desvergonzada de la práctica: «es una ayuda para el periodista que no gana lo suficiente», decían, en lugar de aprobar leyes que obligaran a los magnates de la comunicación a pagar buenos salarios.
Lo anterior, no es producto de nuestra imaginación, todo ha quedado demostrado una vez más, ahora al ponerse al descubierto toda una red de periodistas corruptos, reporteros y columnistas de la Florida que han estado en ‘nómina’ gubernamental del Departamento de Estado de Estados Unidos para hablar en contra de Cuba y del propio comandante, Fidel Castro.
El escándalo es mayúsculo, porque entre los periodistas pagados para actuar contra Cuba figura Carlos Alberto Montaner, colaborador del diario conservador español ABC, quien recientemente criticó a Andrés Manuel López Obrador por comportarse ‘como si fuera Francisco I. Madero’
En esas condiciones, los cables nos revelan que la carreras de diez periodistas del sur de Florida han quedado más que menguadas al ser revelado que durante años los informadores han estado en la ‘nómina’ de la Oficina de Difusión sobre Cuba del gobierno estadounidense.
La empresa Miami Herald Media Company, responsable de la publicación de los diarios The Miami Herald y El Nuevo Herald, tomó las decisiones consecuentes al ordenar el despido de tres de sus más prominentes periodistas luego de descubrir que desde hace varios años han recibido pagos de esa dependencia del Departamento de Estado, tal como lo ha denunciado desde hace varios años el gobierno cubano.
Conozcamos los nombres de estos delincuentes de la comunicación que están en la lista de pagos de la administración del presidente George W. Bush. Los que llegaron a cobrar las más altas cantidades son: Pablo Alfonso, un reportero veterano del Herald y columnista de la publicación, quien tenía asignada la cobertura permanente de las noticias relacionadas con Cuba y que acumuló pagos por unos 175 mil dólares desde 2001.
Le sigue en la lista Olga Connor, otra veterana que en calidad de colaboradora del matutino se encargaba de la información cultural cubana, quien cobró 71 mil dólares en los pasados cinco años. En tercer lugar se encuentra Wilfredo Cancio Isla, ex responsable en el Herald de la redacción de noticias sobre la comunidad de ascendencia cubana en Miami, quien cobró 15 mil dólares entre 2001 y 2006.
Además se mencionan al colaborador del diario conservador español ABC, Carlos Alberto Montaner -también presidente de una agrupación denominada Unión Liberal Cubana-, quien apenas el primero de septiembre pasado publicó un artículo de opinión en el que criticó al ex candidato presidencial perredista, Andrés Manuel López Obrador, por ‘comportarse como si fuera Francisco I. Madero’; un popular columnista llamado Armstrong Williams, quien cobró decenas de miles de dólares por escribir favorablemente sobre un programa educativo para niños impulsado desde Washington.
Otros de los periodistas que recibieron pagos de la Oficina de Difusión sobre Cuba fueron la directora de la sección de opinión del Diario de las Américas, Helen Aguirre Ferré, y el reportero y columnista de la misma publicación Ariel Remos. También están en la lista Miguel Cossío, director de noticias del Canal 41 de la televisión local; Juan Manuel Cao, reportero de la televisora afiliada a Univisión, responsable de los asuntos vinculados a la comunidad de origen cubano en Florida, y Ninoska Pérez, ex vocera de la Fundación Nacional Cubano-Americana, quien funge actualmente como locutora de Radio Mambí, una emisora comercial de Miami conocida por sus posiciones anticastristas.
Estamos de acuerdo con la expresión de la empresa: ‘Ni siquiera la sola apariencia de que la objetividad o la integridad han quedado comprometidas es algo perdonable en esta profesión».