Un profesor tuvo que solicitar un préstamo a un banco para poder alimentar a los alumnos de una remota escuela del extremo noroeste de Argentina, en la que funciona un comedor para niños de escasos recursos. El insólito hecho se produjo en la Escuela Albergue 4599 de la provincia de Salta, cuyo gobernador, Juan Carlos […]
Un profesor tuvo que solicitar un préstamo a un banco para poder alimentar a los alumnos de una remota escuela del extremo noroeste de Argentina, en la que funciona un comedor para niños de escasos recursos.
El insólito hecho se produjo en la Escuela Albergue 4599 de la provincia de Salta, cuyo gobernador, Juan Carlos Romero, lo atribuyó ayer a «la burocracia que nunca se acaba» y se comprometió a «pedir explicaciones» a las autoridades educativas del distrito.
Como la partida de dinero necesaria para dar de comer a los chicos no llegaba, Raúl López, director y único docente de la escuela, solicitó un préstamo personal de 1.000 pesos (unos 314 dólares) con los que compró carne, pan y alimentos no perecederos.
En la escuela del paraje Pascha, que está situada a unos 3.800 metros de altura, funciona un comedor para los niños de la zona, que en su gran mayoría son hijos de pastores de ovejas de la Puna argentina. «Esto no puede ser, al maestro le tendrían que haber dado la partida para el comedor para que los chicos tengan desayuno, almuerzo, merienda y cena», sostuvo Romero.