Recomiendo:
0

Sobre el libro Desinformación, como los medios ocultan el mundo de Pascual Serrano

Informar es revolucionario

Fuentes: Mundo Obrero

Durante la pasada Fiesta del PCE en Córdoba, presenté el libro del camarada Pascual Serrano titulado Desinformación, como los medios ocultan el mundo, con prólogo de Ignacio Ramonet. De la lectura de esta obra se sacan una serie de consecuencias que nos deben interesar como militantes de un partido que se reclama revolucionario. Pascual ha […]

Durante la pasada Fiesta del PCE en Córdoba, presenté el libro del camarada Pascual Serrano titulado Desinformación, como los medios ocultan el mundo, con prólogo de Ignacio Ramonet. De la lectura de esta obra se sacan una serie de consecuencias que nos deben interesar como militantes de un partido que se reclama revolucionario.

Pascual ha escrito un texto profundo, documentado, ameno, actual y provocador. ¿Por qué lo califico de provocador? Porque tiene la virtud de señalar un frente de trabajo, una tarea, una actividad y un compromiso de lucha al alcance de cualquier organización del PCE o de cualquier militante con voluntad de hacer algo más que la simple afiliación.

El poder coercitivo del Estado burgués ya no se manifiesta a simple vista a través de los aparatos de represión clásicos. El ejercicio de la hegemonía de las ideas del capitalismo, la ruptura de la unidad de la clase obrera y asalariados en general nos se manifiesta en la brutalidad aparente y manifiesta de sus guardianes clásicos. El capitalismo no es sólo un modo de producción sino también una cosmovisión que implica por ello unos valores, una cultura, unos usos y costumbres y sobre todo una interpretación del mundo favorable a sus intereses. Por eso al decir sistema capitalista estamos hablando no solo de los propietarios privados de los medios de producción sino también de todas aquellas personas, instituciones, códigos éticos, valores culturales y modos de vida que lo reproducen en la mente de las personas sea cual fuere su situación en el proceso productivo: patrón o asalariado.

Desde la noche de los tiempos el Poder ha intentado legitimarse procurando que los dominados asuman en el imaginario colectivo los postulados y mecanismos de dominación que conforman la situación de dominio. El papel de las religiones o el de determinadas ideologías ha consistido en hacer pasar como valores intrínsecos del ser humano los que en realidad eran el armazón justificativo de dominio de una clase sobre otra.

La profusión de medios de comunicación, la aparente variedad de sus productos o la objetividad de la que blasonan han ido tejiendo un entramado en el que mercado, competitividad y crecimiento sostenido son los valores incuestionables que se sitúan en el trasfondo de comentarios, editoriales, tertulias o informativos. Pero además de esta característica que es conocida y no constituye ya ninguna sorpresa hay otros aspectos, contenidos y formas con que los medios combaten las ideas y propuestas que cuestionan el sistema.

Desde el silencio informativo sobre tal o cual realidad hasta la descalificación brutal que confunde información con opinión pasando por manipulaciones de imágenes y/o tergiversaciones en titulares y en el cuerpo de la noticia la actualidad supuestamente informativa está repleta de mercancías fraudulentas que caen sobre un cuerpo social inerme, indefenso y convenientemente preparado por la cultura del espectáculo. Es lo que el camarada Vicente Romano ha definido como la formación de la mentalidad sumisa.

Pascual nos da una serie de datos, ejemplos y pautas de prevención mental que nos estimulan para buscar informaciones alternativas, establecer mecanismos críticos y estar alerta ante la propaganda supuestamente apolítica, objetiva y estrictamente informativa. Si consiguiéramos que un grupo de camaradas de tal o cual agrupación o un comité del Partido se comprometiese a dar periódicamente contra-informaciones concretas, sencillas, breves, claras y periódicas tanto a la militancia como al entorno de la misma, estaríamos haciendo una labor que a largo plazo conseguiría acercamiento, interés y concienciación de la gente. No podemos hablar de movilización sin antes haber conseguido ganar la curiosidad y el afán por conocer de la ciudadanía o de estimularlos en el caso de que ya los tengan. La movilización comienza por el conocimiento.

Recordemos el estéril debate sobre la subida o bajada de impuestos. La información interesada plantea el dilema y además añadiéndole si aumentar la presión fiscal es de derechas o es de izquierdas. Bastaría que alguien plantee dos preguntas para que el auténtico debate surja a la luz ¿Qué impuestos se suben o bajan? ¿A quiénes beneficia la medida? Podemos seguir así y dar los auténticos datos sobre Venezuela, Cuba, Bolivia o la corrupción generalizada en España.

¿Por qué no se hace la experiencia en cualquier organización del Partido? No olvidemos que hoy por hoy el primer frente de lucha es el de la información.

Fuente: http://www.pce.es/mundoobrero/mopl.php?id=1277