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Islas Canarias

Diario de Avisos, el «Intxaurrondo» mediático chicharrero

Fuentes: Rebelión

En plena guerra sucia contra ETA, emergió de las cloacas del Estado el entonces coronel Enrique Rodríguez Galindo que, atrincherado en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo y protegido por la cúpula felipista, dirigía aquellas operaciones de «limpieza» donde todo valía con tal de poner a los supuestos terroristas entre rejas o bajo […]

En plena guerra sucia contra ETA, emergió de las cloacas del Estado el entonces coronel Enrique Rodríguez Galindo que, atrincherado en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo y protegido por la cúpula felipista, dirigía aquellas operaciones de «limpieza» donde todo valía con tal de poner a los supuestos terroristas entre rejas o bajo tierra. A los asesinatos de ETA se respondía desde el Estado de Derecho con los Gal (Grupos Antiterroristas de Liberación), con secuestros como el de Segundo Marey, asesinatos como los de Lasa y Zabala, o se repartían hostias a tutiplén a cualquiera que se dijera militante de la aún legalizada izquierda abertzale o que fuera detenido en una manifestación tirando piedras contra alguna sucursal del Bilbao-Vizcaya. Eran tiempos de una agitación y violencia callejera (Kale borroka) inusitada en los que a cada acción violenta de los cuerpos represivos se respondía con los mismos medios desde los partidos de la izquierda abertzale, y viceversa.

Ahora, en la guerra sucia contra los movimientos sociales que también luchan contra el injusto Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz de Tenerife surgen desde las sentinas del periodismo más rancio caudillitos mediáticos que, como Juan Manuel Bethencourt, director de Diario de Avisos -decano de la prensa canaria-, no sólo manipulan la verdad sino que, además, pretenden ridiculizar a los ciudadanos, quienes armados con justos argumentos intentan que sus casas, más de 60.000, no queden en el limbo jurídico de la figura de «fuera de planeamiento» a la que este PGO, de aprobarse, los condenaría.

El tal Juan Manuel Bethencourt firma un artículo el pasado día 30 titulado «El día de la chicha borroka» ( http://www.diariodeavisos.com/diariodeavisos/content/301373/ ) lleno de medias verdades y muchas mentiras donde, sobre todo, traiciona la máxima periodística de informar. De entrada, la gracieta del título (Chicha borroka) no responde en modo alguno al exquisito comportamiento de las más de dos mil personas que protestaron el pasado 29 de diciembre ante las cerradas puertas del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife mientras dentro Coalición Canaria, el PP y CCN pretendían aprobar este PGO violentando la participación democrática de la ciudadanía. Era ahí, en el salón de plenos, donde campaba a sus anchas la chicha borroka. Y el plumilla sin enterarse. O sí, y lo que pretende es asustar para que la gente no acuda a las próximas citas que habrán de convocar los movimientos sociales para impedir que este grupo de gobierno no consume el despojo. Encima, sin aportar ningún dato, reparte responsabilidades entre unos escasos defensores empesebrados y los detractores del plan a la hora de adjudicar la autoría de la amenaza de bomba que utilizó como excusa el alcalde Miguel Zerolo para suspender un pleno ilegal a todas luces.

Tras mucho meditar, examinar, teorizar, reflexionar con hondura sobre este PGO, Bethencourt se pierde en sutilezas o hipótesis sin base real, en definitiva, tras mucho especular se atreve a decir ladinamente que las posibles consecuencias que acarrearía a los propietarios de los inmuebles donde haya viviendas «fuera de ordenación» -quebranto en los derechos de propiedad, pérdida de valor del suelo y de las consiguientes dificultades para la concesión de hipotecas, quedar fuera de la protección que suponen las normas urbanísticas municipales, etc.- sólo serían ciertas por la machacona y goebbeliana reiteración de las soflamas de los antisistemas y no porque lo digan disposiciones legales como el Real Decreto 716/2009, de 24 de abril, de regulación del mercado hipotecario y otras normas del sistema hipotecario y financiero ( Artículo 11. Bienes excluidos) , además de los numerosos informes que se han redactado sobre la materia, incluido el de Luis Prieto, secretario de la corporación municipal chicharrera o lo que al respecto ha afirmado el abogado de la a Asociación de Usuarios de Bancos: «No sólo las entidades financieras ponen trabas de todo tipo a la concesión de hipotecas a las propiedades que estén fuera de ordenación, sino que incluso se puede dar el caso de que ahora reclamen el importe de lo prestado».

Me pregunto, por tanto, cuál es la profecía autoincumplida que usted denuncia, señor periodista, si es la que vaticinan los que, sin apenas cobertura mediática, aportan toda la información posible – a pesar de eso ustedes los siguen etiquetado como los del «no a todo»- para abrir un debate que ayude a modificar las gravísimas anomalías detectadas antes de su aprobación o la que vaticinan los que como usted que, a pesar de poseer poderosos medios de información no son capaces de aportar un solo argumento creíble, intentan convencernos de que este PGO es el único posible y que debe aprobarse sin más, sin debate, sin información, sin maneras democráticas.

Mucho debe saber Bethencourt de cómo la mentira mil veces repetida se puede convertir en verdad, no en vano dirige un periódico que se ha caracterizado por hacerse eco de todas la mentiras que desde los lobbys empresariales se han vertido para convencer a la ciudadanía de que su empeño es en beneficio de todos. Acudan a la hemeroteca y echen un vistazo a lo publicado no sólo sobre el Puerto de Granadilla o el Anillo Insular o la tercera pista del Reina Sofía (no tiene desperdicio), sino sobre las bondades para la creación de empleo de la mortífera Reserva de Inversiones Canarias, el Plan de la CEOE para sacarnos de la crisis o la necesidad de un nuevo Catálogo de Especies Protegidas. Pero donde son aún más expertos es en silenciar a la disidencia, si encuentra algún artículo o reseña de algún «terrorista social» de Asamblea por Tenerife en sus páginas, guárdelo, seguro que será un objeto de culto para coleccionistas.

Que a alguien le resulte una «contemplación machacona» ver a una ciudadana como Rosy Cubas, una luchadora que ha hecho ya más por esta ciudad y por sus gentes que lo que usted pueda hacer en dos vidas, gritando consignas con un megáfono delante del Ayuntamiento, en vez de un saludable ejemplo de vitalidad democrática, demuestra que hay muchas maneras de contemplar la realidad, y algunas resultan capciosas.

Lo que sí produce tristeza y ensimismamiento es que un profesional de la información no dedique ni una sólo palabra a una corporación municipal con algunos de sus miembros imputados en múltiples causas como su alcalde, Miguel Zerolo, el primer teniente de alcalde, Manuel Parejo, o Luz Reverón, concejala de urbanismo, que son los que promueven este PGO, el mayor expolio que se ha producido en la ciudad, en caso de aprobarse, y que dejaría en un segundo puesto a los 120 millones de euros del pelotazo de Las Teresitas. Esto sí que es un flaco ejemplo democrático. Y apocalíptica resulta la manera de referirse al señor Felipe Campos, rezuma cierta envidia y desconsuelo, quizás sienta que le roba protagonismo, que lo de ser director de periódico, comentarista deportivo y tertuliano no le baste al señor Bethencourt para satisfacer su ego, que quizás lo suyo sea llegar a la presidencia de la FIFA y dejarse de sandeces provincianas, de simple esbirro de los poderes de la ultraperiferia.

Ahora especularé yo. Su trabajo, por el que le pagan, se ve que consiste en encontrar sentimientos comunes que puedan manipularse políticamente. Por eso se revuelve contra los que acudimos allí el 29 de diciembre y logramos que el alcalde se acojonara y suspendiera el pleno, eso no estaba en el guión. Ya se frotaba las manos satisfecho por el deber cumplido, el de haber logrado durante más de seis años una opacidad informativa a prueba de los mejores sabuesos, cuando de repente un abogado descubre el latrocinio y entonces todo el mundo empieza a hacerse preguntas y se precipitan los acontecimientos: asambleas informativas, reparto callejero de octavillas, movilizaciones, concentraciones, ruedas de prensa…

Y otra vez vuelta a empezar, el «Intxaurrondo mediático» chicharrero, el azote de los movimientos sociales tinerfeños que estos días tiene su sede en el Diario de Avisos -otras veces en las redacciones de El Día, la Tv Canaria, Mírame Tv, Radio Club…,la Falsimedia ultraperiférica- combate la verdad inventándose lo de «la chicha borroka», difundiendo que el abogado es un perverso agitador que ya quiso cargarse Los Carnavales, o que los supuestos afectados y los movimientos sociales que los apoyan son una pila de antisistemas. Burda manera de concebir la información.

Y usted y su periódico seguirán diciendo, como hace el señor alcalde, que por qué no aprobar de una vez el tan denostado PGO, a pesar de lo que digan los miles de damnificados, si la Ceoe y la Cámara de Comercio ya han dado el visto bueno.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.