En el diario español El País, uno de los cinco privilegiados que ha tenido acceso a los 250 000 cables del Departamento de Estado, el colaborador Moisés Naim publicó este sábado 4 de diciembre un artículo dedicado a defender la diplomacia norteamericana bajo el título «Wikileaks: el consenso equivocado«. Naim, en un texto breve, tiene […]
En el diario español El País, uno de los cinco privilegiados que ha tenido acceso a los 250 000 cables del Departamento de Estado, el colaborador Moisés Naim publicó este sábado 4 de diciembre un artículo dedicado a defender la diplomacia norteamericana bajo el título «Wikileaks: el consenso equivocado«. Naim, en un texto breve, tiene espacio para algunas joyas:
- «los cables difundidos hasta ahora muestran que Estados Unidos tiene el Gobierno con mayor coherencia entre lo que dice en público y lo que hace en privado»
- ..se destapan actos bochornosos como las preguntas sobre el estado mental de Cristina Kirchner o el espionaje a Ban Ki-moon, el jefe de la ONU. Pero estos no son errores. En el mundo de la diplomacia, el error hubiese sido no haberlo hecho.
- Ningún país se puede dar el lujo de mantener truncadas sus vías de comunicación con Estados Unidos. Habrá intereses, emergencias y necesidades que obligarán a restablecer intercambios diplomáticos más fluidos.
Naim publica sistemáticamente en El País en la columna «Observador global». Fue Ministro de Industria y Comercio bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez en Venezuela, justo cuando en 1989 explotó el sangriento «Caracazo». Dirige desde hace más de diez años la revista Foreign Policy en 12 idiomas y para 180 países, subvencionada por la Fundación Carnegie Endowment for International Peace (CEIP) en la que figura entre sus principales expertos. Con donativos de BP USA, Exxon Mobil, Fundación Ford, General Motors, Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Fundación Rockefeller entre otras. la Fundación CEIP desarrolla un programa que se llama «El papel de los EEUU en el mundo».
Algo más que puede explicar por qué Moisés Naim pone en el título de su artículo la frase «el consenso equivocado»: él fue miembro de la junta ejecutiva del Banco Mundial en tiempos del nefasto «Consenso de Washington».