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Argentina, solamente parecerlo, ¿para qué serlo?

Fuentes: Matriz del Sur

Hemos escuchado tantas veces: «la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo». La que por extensión se aplica a todos los ámbitos de la sociedad. Se espera que los políticos, los jueces, los maestros, sean y parezcan. Lo que realmente ocasiona una gran confusión -evidentemente- en las mentes. Parecería que lo más importante […]

Hemos escuchado tantas veces: «la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo». La que por extensión se aplica a todos los ámbitos de la sociedad. Se espera que los políticos, los jueces, los maestros, sean y parezcan. Lo que realmente ocasiona una gran confusión -evidentemente- en las mentes.

Parecería que lo más importante siempre es parecerlo. Ya se olvidaron se serlo. Ante cualquier tema de actualidad o de preocupación mediática: los representantes, los jueces, las supuestas personalidades influyentes, salen a opinar sobre el tema. Todos a decir, que hay que hacer o que no.

Puesto en primera plana, el narcotráfico; no era de esperar menos. La Corte Nacional se expresará sobre el tema, pidiendo al Gobierno que «tome medidas urgentes».

A raíz de esto, el gobierno tiene diferentes recepciones a dicha recomendación. Culminando o quizás comenzando – una disputa- la opinión del Ministro de Justicia Julio Alak, quien dice: «…hay casi 40 por ciento de los cargos sin cubrir por responsabilidad del Consejo de la Magistratura» y que «sólo tres cargos están a consideración del Poder Ejecutivo».

El Ministro se olvidó la ley de designación de Magistrados y su procedimiento evidentemente. Pues para que una designación llegue a consideración del Poder Ejecutivo, previo debe realizarse el concurso establecido por la ley vigente. Dicha ley, prevé un jurado de 19 miembros y entre esos miembros, 6 son legisladores y uno integrante del Poder Ejecutivo. O sea, ya en el paso previo, también existe intervención de otros sectores y no solo el Judicial.

Esto no significa defender al Poder Judicial. Exclusivamente intento poner en evidencia las conductas de ambos poderes. Si estuviéramos viendo un partido de fútbol, diríamos que lo que están haciendo es pasar la pelota a la otra cancha.

Y así las cosas, todos dicen lo que los demás tienen que hacer, pero ninguno tiene propuestas, ni medidas sugeridas. Que bien la «Corte sugiere medidas urgentes», «el Ministro se queja de la lentitud de la Justicia».

Cada sector de la sociedad termina tomando partido por uno u otro sector. Disidentes, amigos, etc., dicen: «que bien la Corte» o «que bien Alak»; terminamos defendiendo una u otra postura y dejamos de ver lo más importante que todos parecen ocupados y preocupados por el tema. Pero olvidamos o no vemos, que a ninguno le termina importando en absoluto, solo quieren que pensemos que si. Por eso: ni serlo, ni parecerlo; en todo caso hacerlo.

Fuente: http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=29046