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Milei, el estafador de criptomonedas

Milei
Fuentes: Mundo Obrero [Imagen: Milei durante una tensa rueda de prensa en la Casa Rosada. Créditos: Casa Rosada]

Los primeros coletazos provocados por la estafa de la criptomoneda $LIBRA, coprotagonizada por el presidente argentino Javier Milei, ya han dejado un reguero de damnificados y denunciantes. Según las estimaciones más amables, 250 millones de dólares de más de 10.000 inversores se volatilizaron el 14 de febrero de 2025 con la inestimable ayuda del presidente de la motosierra. Fue un «rug pull» (“tirón de alfombra”) de manual: un fraude mediante el cual los impulsores de una criptomoneda buscan atraer inversionistas para después abandonar el proyecto y desaparecer con los beneficios cuando su cotización se encuentra en el punto más alto. Y aunque ahora silbe y trate de salir de rositas con su gloriosa frase de “No lo promocioné, lo difundí, no es lo mismo», Milei es culpable de la estafa se mire como se mire.

Contaba mi abuelo que la primera vez que visitó Madrid, a finales de los años cincuenta, intentaron hacerle el timo de la estampita. Al bajar del tren en la estación del Norte se le acercó un individuo fingiendo ser un discapacitado (conocido en la jerga quinqui por «el tonto») que aseguraba haber encontrado un sobre lleno de estampitas mientras mostraba un fajo de billetes. No tardó en acercarse «el gancho» para intentar convencer a mi antepasado de que ambos podían hacer negocio cambiándole aquella suma de dinero al «tonto» por una cantidad razonable. Mi abuelo vivía en una pequeña aldea gallega, no tenía «smartphone» ni Google para buscar información sobre el posible timo; pero tenía inteligencia y, sobre todo, integridad moral. Porque el timo de la estampita, como otros muchos, requiere de dos características fundamentales: por un lado, la desmedida ambición del timado y, por otro, la falta de escrúpulos necesaria para abusar de una persona discapacitada. De manera que el timado es tan timador como aquellos que le estafan. Javier Milei, con independencia de si ha sido víctima propiciatoria o cómplice activo en la estafa, también ha actuado como un timador indecente en la estafa de la criptomoneda. Más aún, cuando el «rug pull» requiere de un individuo famoso que ejerza de «gancho» en las redes para atraer el mayor número de inversores posible.

La trama tiene tintes de serie C televisiva. La cara visible de la empresa que impulsó $Libra es Hayden Davis, un tipejo estadounidense con acné que pasó de vender galletitas y bebidas energéticas a codearse con el presidente de Argentina. El Wall Street Journal ha desvelado que su padre estuvo preso en una cárcel federal estadounidense por estafa, fue pastor mormón, dirigió una organización cristiana internacional dedicada a la adopción y ahora figura como empresario y entrenador de liderazgo. El clan familiar está compuesto por un matrimonio y seis hijos. La familia materna fue fundadora de la Iglesia del Primogénito del Cordero de Dios, una escisión fundamentalista de una escisión fundamentalista de la ya de por sí fundamentalista Iglesia mormona. El bisabuelo de Hayden Davis fundó la secta y más tarde ordenó asesinar a sus oponentes, siendo condenado a cadena perpetua. El clan ha estado durante años viviendo en Barcelona y, de hecho, el pequeño de la familia juega cedido por el Girona FC en un equipo de Tercera Federación (la quinta categoría del fútbol español). Hayden Davis asegura estar a la espera de las instrucciones de Milei para saber qué hacer con cien millones de dólares procedentes de la estafa.

En EE. UU. han iniciado una demanda colectiva y la propia administración Trump ha anunciado que indagará a Javier Milei por la criptoestafa, de manera que incluso sus «padrinos» podrían darle la espalda. Y en Argentina, el ambiente se está caldeando por momentos. El 12 de marzo se desataba la represión frente al Congreso argentino contra una manifestación de pensionistas en la que fueron detenidas más de 120 personas y 45 resultaron heridas, una de ellas de gravedad. Las hostias se trasladaron poco después al interior de la Cámara de Diputados, donde se produjo una trifulca que acabó a mamporros e insultos entre un legislador del bando de Milei y otro de sus propios aliados. Aunque la disputa se produjo por otro asunto, la sesión había comenzado con acusaciones cruzadas por el caso de la criptomoneda.

Sobre la brutal carga policial contra los pensionistas, la ministra de (In)Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, escribió en sus redes: «Con la nueva Ley Antimafia, los más de 100 detenidos enfrentan penas de hasta 20 años de prisión», refiriéndose a la norma represiva promulgada por su gobierno. Una ley que, por lo visto, no afecta al delincuente que habita la Casa Rosada. Y es que queda claro que el lema del presidente «¡Viva la libertad, carajo!» consiste en aplicar, como su propio apellido indica, «Suley» como y cuando le salga del carajo.

—Y digo yo… ¿aquí no haría falta una Revolución?

—Y luego, ¿por qué me lo preguntas?

Fuente: https://mundoobrero.es/2025/05/02/milei-el-estafador-de-criptomonedas/

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