M.H.: Se cumplen 50 años del Cordobazo. Vos sos cordobés y participaste del Cordobazo. N.P.: Sí. Es algo que nos moviliza mucho al PO porque nuestra juventud se forma estudiando las luchas obreras, la evolución de sus corrientes políticas, y en ese cuadro insertamos fuertemente el Cordobazo. En el verano hicimos un campamento de 1.000 […]
M.H.: Se cumplen 50 años del Cordobazo. Vos sos cordobés y participaste del Cordobazo.
N.P.: Sí. Es algo que nos moviliza mucho al PO porque nuestra juventud se forma estudiando las luchas obreras, la evolución de sus corrientes políticas, y en ese cuadro insertamos fuertemente el Cordobazo. En el verano hicimos un campamento de 1.000 jóvenes que se hace tradicionalmente en la costa y yo di una charla sobre el Cordobazo porque llegaban los 50 años. Mañana saldrá de la imprenta un folleto que es casi un librito que es hermoso, hay una nota central mía, otra de los estudiantes en el Cordobazo de uno de nuestros dirigentes estudiantiles, Julián Asiner, que ha sido presidente de la FUBA no hace mucho y después una cantidad de publicaciones, fotos del Cordobazo y del periódico Política Obrera, anterior al Cordobazo, y el de los días posteriores, la posición que fijamos frente a ese acontecimiento, cómo actuamos. Un material histórico.
El PO tiene esa historia, nació en el ´64 y justamente en el Cordobazo empezaba a desarrollarse como grupo político y acababa de instalarse en Córdoba. Una cantidad de jóvenes nos habíamos incorporado. Yo me había incorporado un mes antes aproximadamente a la juventud de lo que era «Política Obrera» que se llamaba Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista (TERS). Era dirigente de un Centro de estudiantes secundarios en el Manuel Belgrano, un colegio del barrio Clínicas. Yo milité todo 1968, año de grandes luchas obreras que prepararon lo que vendría en el Cordobazo. Lo hacía en una agrupación independiente, sin partido político, muy combativa y revolucionaria. En ese momento muy influenciado por la Revolución Cubana y el Mayo Francés.
M.H.: La «unidad obrera-estudiantil».
N.P.: Totalmente, si ha habido una etapa de unión obrera estudiantil, el antecedente fue la Reforma universitaria, pero una etapa fuerte fue el Cordobazo, antes, durante y después porque se abre un período revolucionario, de ascenso del clasismo, de la izquierda en la Argentina, eso es muy importante y en nuestro balance histórico y político lo tenemos muy en cuenta.
Cuando decimos que hoy vamos por un paro activo de 36 horas estamos pensando en el Cordobazo. Nunca la historia se repite, estamos pensando en un «Cordobazo» que sea un paro activo, que movilice a millones de trabajadores para sacarnos este régimen del FMI de encima. A 50 años esa es nuestra perspectiva política, que otra vez la clase obrera se ponga al frente de un proceso para desembarazarse de otro nefasto.
Si no hay una política de ruptura con el FMI, el contrato social de Cristina está al servicio de pilotear una etapa reaccionaria
M.H.: Leyendo hace un tiempo atrás un libro que considero debería ser de cabecera, que son «Mis memorias» de Agustín Lanusse, empieza por el Cordobazo y hace un gran esfuerzo por explicar su política. Es un libro sacado en 1977 frente a los milicos golpistas del terrorismo de Estado que inclusive matan a funcionarios de su gobierno muy cercanos como, por ejemplo, Sajón. Hablás del paro de 36 horas y hoy también está muy instalado el tema del «Gran acuerdo nacional» que fue justamente la salida propuesta por Lanusse para superar la crisis orgánica, de situación pre-revolucionaria o semi-insurreccional que significó el Cordobazo. Tanto por el lado del gobierno, los famosos «10 puntos» que ya han caído, duraron poco, como por el lado de CFK cuando presenta en la Feria del Libro su libro Sinceramente donde si bien no hace referencia a un acuerdo nacional, sí a un pacto y reivindica la figura de Gelbard.
N.P.: No fue casual lo de Cristina. Yo tuve la oportunidad de ir comentando su discurso desde un programa de TV en el que estaba, luego hemos escrito en Prensa Obrera sobre su libro. Yo creo que fue muy significativa su mención a un contrato social donde ella convoca a los ciudadanos más allá de las clases sociales. Habla de ciudadanos, porque en este país somos trabajadores y capitalistas, explotados y explotadores, clases sociales intermedias, hay campesinos, hay muchas cosas; pero ella le habla a los ciudadanos de un contrato social e hizo mención al pacto social de Gelbard con una gran reivindicación histórica. Es un pacto social que marcó el gobierno del tercer Perón. Esto es interesante.
M.H.: Por eso también hablan de una Cristina «hervíbora».
N.P.: Sí, y está bien dicho, es muy estratégico lo de ella. El pacto social de Gelbard fue Perón al servicio de regimentar a la clase obrera y como eso fue muy difícil porque la propia izquierda peronista de la que Perón se valió para re-peronizar una clase obrera que cantaba «luche, luche, luche y no deje de luchar por un gobierno obrero, obrero y popular» que fue la consigna del Cordobazo, la lleva a las orillas de Perón pero luego, cuando se hizo del poder, el pacto social estuvo al servicio de regimentar a los trabajadores y de ir expulsando progresivamente a esa izquierda. Expulsarla de la Plaza de Mayo, crear la Triple A, la Ley de Asociaciones Profesionales interviniendo sindicatos, la modificación del Código Penal, todo esto formó parte integral de la política de Perón que asume en septiembre del ´73 con la fórmula «Perón- Perón» con Isabel a su lado.
Duró un suspiro el gobierno de Cámpora, le dio un golpe el propio Perón. Esto de «Cámpora al gobierno Perón al poder» duró poco. Cámpora fue eyectado del gobierno. Entonces, la reivindicación de Cristina, su propuesta de un contrato social ¿qué significa hoy? ¿Romper con el FMI? O es un contrato social para sostener los compromisos con el FMI, como vienen proponiendo todo un arco que tiene un gran parecido a aquel GAN, el de Lanusse, todo un arco político, desde Macri hasta Kicillof diciendo que se van a pagar las acreencias. Con excusas como que estas son deudas de un gobierno democrático, lo cual sabemos que es completamente relativo. Primero que Cristina y Kicillof le pagaron al Club de París que era una deuda abierta durante la dictadura. Ya tenemos una primera contradicción, segundo, sea o no democrático es una descomunal deuda de 150.000 millones de dólares asumida en 3 años, que se suma a lo que nos quedó de Cristina, más el endeudamiento del Banco Central y el crédito del FMI. Es una colonización del país por el capital financiero que nos va a llevar a una quiebra y, por supuesto, en una ruta que plantean los 10 puntos de Macri.
Los 10 puntos de Macri están destinados como acuerdo político al fracaso antes de nacer, pero han tenido un valor, toda la clase capitalista lo apoyó. La Unión Industrial puso la firma, la Sociedad Rural, los Bancos, la CAME (Confederación de la Mediana Empresa) todos pusieron la firma. ¿Te das una idea de lo que falta para el «equilibrio fiscal»? ¿Cuántos despidos significa? ¿Cuántos cierres de hospitales? ¿Qué liquidación de la Educación pública? ¿Qué liquidación de la Salud pública? ¿Cuánta licuación significa un «equilibrio fiscal»? Hablo de un «equilibrio fiscal» como lo dijo Schiaretti en su discurso, todo el mundo abreva en esa fuente. Luego, modernizar las relaciones laborales, una reforma laboral. Un sistema previsional sustentable, otra reforma previsional y esta va a ser más de fondo, porque es el gran tema comprometido con el FMI.
Si no hay una política de ruptura con el FMI, el contrato social de Cristina está al servicio de pilotear una etapa reaccionaria, una etapa de característica de ataque a los trabajadores. Me parece muy fuerte esto, que no es de amplio dominio y comprensión popular, la elección de Schiaretti en Córdoba lo demuestra, hay una tendencia de sacarse de encima a Macri votando lo que haya a mano y nosotros vamos a cumplir una función didáctica de los compañeros luchadores porque los tiempos que van a venir van a ser de una convulsión impresionante.
M.H.: Otra lección que no tiene en cuenta Macri cuando propone estos 10 puntos es lo que le pasó a Lanusse, que precisamente intentó llevarlo adelante en un momento donde la situación del gobierno militar era de debilidad. Este tipo de pactos es muy difícil de implementar cuando se atraviesa un momento como el del gobierno de Macri actualmente.
Me comentabas sobre la convocatoria a un paro de la CGT y de dos hechos importantes con la presencia de Cristina Kirchner en la reunión con el PJ.
El paro general del 29M es un paro antagónico al Cordobazo
N.P.: Exactamente, se produjeron dos noticias sorpresivas, una que Cristina acude sorpresivamente a la reunión de la mesa del PJ que iba a balancear estos primeros 8 turnos electorales. Apareció Cristina, dio un discurso de 20 minutos. No faltó nadie, hubo algunos gobernadores, Corpacci, Bertone, Insfran, estuvieron Daer, Moyano y paralelamente se reunió la CGT y convocó a paro de 24 horas para el 29 de mayo.
M.H.: Que coincide con el Cordobazo.
N.P.: Nosotros íbamos a hacer un acto ese día.
M.H.: Lo mismo pasó el 1º de Mayo.
N.P.: Lo mismo señalan los compañeros. No es casual esto, hay por abajo una bronca que tienen que canalizar de alguna manera. Naturalmente es un paro antagónico al Cordobazo, un paro con vistas a una elección de recambio político, donde está todo este operativo del que hablamos en la primera parte de la entrevista, un operativo que coincide esencialmente con el FMI, la propia CGT tuvo una tercera reunión con el FMI.
M.H.: Ellos mismos dijeron que se reúnen más con el FMI que con el Presidente.
N.P.: Exacto. Pero también se reúnen con algunos ministros muy seguido. Algunos interpretan que el paro tiene que ver con que finalmente de los miles de millones de las obras sociales les están dando pequeñas cuotas homeopáticas. No sería raro, porque siempre finalmente los cuelgan de la ganchera. Pero esencialmente lo que vemos desde el PO es que es un paro de descompresión, de 24 horas con una prolija negativa a movilizar, que es hoy lo que podría sacarlo del aislamiento que tiene una fábrica cuando cierra. Hoy están cerrando La Campagnola, Loma Negra, hay 50 despidos en Clarín, tenés este tipo de situaciones en todas partes y los trabajadores tenemos que reaccionar como conjunto.
Cuando se pide unidad, nosotros creemos que la voluntad de unidad del movimiento obrero está, la que no está es la de sus dirigentes, de una lucha unificada en regla. Un paro convocado como el Cordobazo, desde las 11:00 am del día 29 de mayo y se prolongaba al 30, un paro de 37 horas en aquél caso. Es un paro en el que hacés asambleas durante el día en el lugar de trabajo, vas a laburar el día 29 (así fue el Cordobazo) haces una asamblea a las 10:00 am y luego en conjunto los trabajadores movilizan. Con lo que pasa en el país, con la caída del salario, la inflación brutal, la pérdida de puestos de trabajo, los cierres de empresas, la flexibilización laboral, la precariedad, el trabajo en negro, el hambre, el hecho de que la mitad de los salarios no llegan ni a la canasta de pobreza. En este cuadro, podríamos ser millones.
Pero lógicamente no es la voluntad política que irrumpa la clase trabajadora en escena. Es algo que tenemos que madurar y trabajar desde abajo, esto es muy claro en nuestra conciencia política, vamos a intervenir en el paro del 29 desde esta perspectiva.
Es un paro que está al servicio de ese acuerdo nacional de recambio, naturalmente opositor. La CGT colaboró con Macri y hoy toman un poco de distancia, porque Macri es un gobierno hundido, fracasado. La derrota que ha tenido en Córdoba es clara, dividido y derrotado de la manera que fue derrotado, indica después de 8 elecciones que donde no salió 2º, salió 3º o 4º, en Rio Negro sacó el 5,7%. Cambiemos está en una crisis muy profunda y el peronismo que no acierta a tener un candidato unificado, probablemente no lo tenga nunca, pero este paro está en el sentido del recambio político.
Estas son las novedades. Creo que Cristina ya es candidata en un alto porcentaje porque se puso a la disposición de la mesa del PJ, no creo que la lleven de Concejal. Y va a venir una disputa entre Schiaretti que se dice que quiere convocar gobernadores para darle sustento a ese peronismo alternativo o federal, como lo quieran llamar, y al mismo tiempo Cristina con esta movida del PJ y su potencial candidatura pone un signo de interrogación, porque una Liga de gobernadores ¿se va a jugar contra Cristina? No creo que Manzur, que tiene elecciones en Tucumán se juegue a elegir entre un lado y el otro. Por otra parte, tiene gente en su lista que son kirchneristas. Perotti en Santa Fe que va a elecciones tres días antes del cierre de listas de las PASO, no se va a jugar por ningún bando, tiene al kirchnerismo apoyándolo en la provincia de Santa Fe. Entonces yo creo que tenemos un panorama muy fluido, de crisis política en el oficialismo. Macri no ha terminado de combatir las presiones para que él mismo no sea candidato para no ir a una derrota total, siendo que es el hombre del FMI y de Donald Trump. Por otro lado un peronismo que no termina de definir y un cuadro de crisis económica impresionante.
Trump habló por teléfono con Macri y el FMI le tiró una soga y flexibilizó condiciones para calmar el dólar por las elecciones. Pero al otro día tomó la medida de los aranceles contra China que asestó un golpe peor que la mano que le había dado el día anterior porque la soja se fue a 290 dólares. Hoy Macri tiene quilombo hasta con la Sociedad Rural.
M.H.: Es una pérdida calculada en 3.000 millones de dólares.
N.P.: El precio venía en caída. Pero la guerra comercial agrava la recesión mundial, las medidas arancelarias de EE UU y la respuesta de China la agravan. Está prevista una caída en China de más de 3% de su PBI, en EE UU tal vez la mitad. Es lo que dicen los propios analistas de Wall Street. Es una guerra comercial que incluso puede traducirse en una guerra de monedas. La moneda que más se devaluó en estas últimas horas es la china, el Yuan. Ellos compensan en parte la guerra comercial con devaluación monetaria. Son imprevisibles las consecuencias que tiene esto.
En todo esto se enmarca también el tema de Venezuela, el intervencionismo de todos estos países, el Grupo de Lima, la crisis terrible, el bloqueo; y un peronismo en Argentina que en parte apoya a Guaidó, porque Schiaretti, Urtubey, Pichetto y Massa lo hicieron. Cristina no habla y apoyaría las gestiones del grupo de Bolivia, México y Uruguay que son gestiones para una salida elegante para Maduro, porque actúan con la UE. No hay una defensa antiimperialista, el Frente de Izquierda se juega en esa igual que el PO.
Quizás rememos contra la corriente durante una cantidad de tiempo, pero nos vamos a mantener firmes en este cuadro tan grave de crisis económica y política, en que sea la clase obrera la que dicte una salida. Y nos vamos a mantener muy firmes, tanto en la ruptura con el FMI, el no pago e investigación, el problema de la nacionalización de los recursos energéticos.
La propia Cristina en estos días se vanagloriaba de ser ella la que inicia la entrega de Vaca Muerta. Ella dice que fue quien abrió Vaca Muerta al capital extranjero. Esto lo dice en su libro. Siguiendo con algunas comparaciones, en Sinceramente confiesa que indicó a La Cámpora que no se metan con la dirigencia sindical, que no hagan como la juventud de los ´70.
Yo hice mucho frente único, fui delegado general del Banco Galicia hasta el golpe y teníamos una coordinadora que integraba a la izquierda revolucionaria no peronista, de todo orden, y también a la JTP y luchábamos en común contra la Ley de asociaciones, en muchos casos contra el pacto social, a veces no, a veces sí. Pero ella dijo «no, con los sindicalistas no se metan».
M.H.: Te voy a contar una anécdota, cuando ella rompe con Moyano, yo desde estos micrófonos dije: «Sra. le voy a dar un consejo, a usted que le gusta ver cine, vea FIST».
N.P.: Gran película.
No tenemos la impronta revolucionaria del Cordobazo y de los años posteriores
M.H.: Se ve que algo aprendió. Quiero volver sobre un tema que tocaste en relación a esta convocatoria que hace la CGT para el 29 que coincide con el 50º aniversario del Cordobazo. ¿Qué diferencia aquel Cordobazo de esta situación que vivimos? ¿Qué falta?
N.P.: Yo creo que hay una situación muy diferente. Tiene un punto en común y uno muy distinto. El punto en común es la crisis mundial, porque el Cordobazo se inscribió en una crisis que dio origen al Mayo Francés, que fue una revolución del deseo, cultural, la imaginación al poder. Tuvo origen en una brutal crisis, cuando terminaron los acuerdos de finales de la Segunda guerra mundial, el dólar perdió su respaldo en oro, se armó una cadena de devaluaciones con la libra esterlina, se armó la revolución de la Primavera de Praga, que junto al Mayo francés fue la gran huelga general obrera con apoyo estudiantil, en el marco de una crisis mundial que repercutió en Japón, Alemania, México, Yugoeslavia, Italia. Es decir, una crisis mundial que hoy tenemos.
La crisis mundial de 2008/09 ha tenido ondulaciones pero no se ha cerrado y en esta guerra comercial, en esta nueva onda de levantamientos populares que reabren una década después las revoluciones de la primavera árabe, porque han caído un par de regímenes de más de 30 años en Sudán y Argelia; pero con movilizaciones en Irak, Irán, Jordania, en muchísimos países.
Hemos tenido las revueltas en Haití contra la ocupación militar, grandes movilizaciones en Nicaragua, en Centroamérica. Yo creo que está empezando una reacción popular, por ahora incipiente ante el fenómeno de una crisis que va entronizando regímenes de derecha muy marcados. El régimen de Hungría, Bolsonaro, el propio Macri. Toda una derecha que se monta para regímenes de ofensiva contra los trabajadores como respuesta a la crisis capitalista y lo cual va generando crisis política y también un incentivo a la movilización popular.
En Argentina en un punto, no podemos decir que es un pueblo anestesiado. Hay que ver la movilización contra el 2×1, durante estos 3 años de Macri, la enorme movilización de las mujeres, grandes huelgas docentes, universitarias, que llegaron a movilizar 200.000 personas. Los paros convocan a toda la clase obrera.
No tenemos la impronta revolucionaria del Cordobazo y de los años posteriores, no cabe ninguna duda. Hay una subjetividad muy distinta que tenemos que trabajar fuertemente, venimos de golpes, derrotas y hay una ilusión en resolver por vía de los recambios políticos de la propia burguesía la crisis y esa es la significación que tiene el voto en estas 8 provincias que hemos tenido. Hay una ilusión de «nos sacamos de encima a Macri con un voto» para volver a una situación que no va a volver tal cual era el 10 de diciembre de 2015.
Está faltando una conciencia de clase, tenemos que lograr esa separación de la conciliación de clases que ha metido tan fuertemente el peronismo y que no estamos superando, a pesar de las crisis que ha tenido el peronismo. Tenemos que seguir combatiendo en esta idea. Creo que una ventaja que tenemos en este momento es el Frente de Izquierda. Con sus enormes limitaciones es un punto de canal de independencia política de clase muy marcado.
Estamos un poco atrasados, tendríamos que estar interviniendo ya con una propuesta nacional mucho más fuerte, nos hemos ido presentando en cada provincia. Pero el problema del FIT no es hacer meramente una lista electoral, sino convocar a la vanguardia de los luchadores. Por eso la propuesta es un Congreso de la izquierda y esperamos que tras un acuerdo del FIT venga un acuerdo de todo el resto de la izquierda, agrupar a toda la izquierda. Zamora ya dijo que no. El que se quiera quedar afuera que se quede afuera. Pero queremos un planteo en este momento dramático de la lucha de clases en la Argentina, que nos paremos como una 3ª o 4ª fuerza política nacional, de cara a los trabajadores, a la mujer, a la juventud, de cara a la crisis con un planteo de poder, de salida de los trabajadores de la crisis que nos proyecte fuertemente. En esa batalla está el PO.
Este es el debate que en estas horas atraviesa a la izquierda argentina. En un cuadro electoralmente difícil, no nos fue nada bien en Córdoba. Consagramos un diputado, por primera vez un concejal en la ciudad, pero nosotros necesitamos una intervención a la altura de una crisis de un tipo excepcional.
M.H.: Justamente te quería preguntar por el tema electoral, porque vengo observando que tampoco nos fue bien en Santa Fe.
N.P.: Ahí es donde peor nos fue, porque no pasamos las PASO.
M.H.: No es la primera vez.
N.P.: Ya había pasado pero no en todas las categorías. Donde sí pasamos fue en dos distritos del cordón industrial de Rosario donde el PO es muy fuerte, tenemos Concejal en Capitán Bermúdez, pero son dos de catorce del cordón, no pasamos gobernador ni diputados. El MST que estaba en una alianza de tipo centro izquierdista abandona esa alianza porque se transformó en una colectora de María Eugenia Bielsa y dividió el voto de izquierda. No quedamos muy lejos de pasar las PASO pero no las pasamos. Con lo cual la idea de crear un canal de izquierda unificado ha retomado un lugar importante.
M.H.: Eso pasó también en Rio Negro donde hubo tres listas de la izquierda.
N.P.: Nos fue mejor, como en Chubut. Pero el problema de un canal fuerte unificador está muy planteado.
M.H.: Es lo que se intentó en CABA con la propuesta a Zamora.
N.P.: Ahora Zamora dijo definitivamente que no. Es un hombre que pone en un mismo plano la lucha anticapitalista, como la llama él, con la lucha contra los partidos de izquierda. Él está en contra de los partidos de izquierda porque se organizan, se disciplinan, porque la lucha tiene que venir de abajo. De abajo son todas las grandes gestas de la historia pero necesitan que nos organicemos, como decía Marx, el trabajador organizado en partido. La tesis central del Manifiesto Comunista de Marx.
Nosotros luchamos contra la burocracia en los sindicatos, en la federaciones estudiantiles, en el movimiento de la mujer, ofrecemos un programa al movimiento de lucha, nos organizamos en partido y creo que es una gran conquista del movimiento de izquierda, miles de militantes, llegamos a llenar Atlanta y el último acto del 1º de Mayo fue el más grande que hicimos, más de 10.000 personas el 30 de abril porque como el 1º no hubo colectivos no pudimos hacer honor a nuestra tradición histórica de llenar la Plaza de Mayo.
Fue un acto muy importante, estamos en un buen camino en ese aspecto, hemos constituido una herramienta pero estamos muy retrasados. Creo que no hay una comprensión cabal en todas las fuerzas del FIT, venimos planteando desde diciembre la necesidad de intervenir como polo en la lucha de clases, porque hoy la crisis nos pone en una responsabilidad mayor que en el pasado.
Frente a esta crisis de Macri que ya viene del año pasado, frente al plan del FMI, tenemos una responsabilidad enorme. Las luchas que se producen de los trabajadores, de la mujer, nos tienen que encontrar todo el tiempo ofreciendo una independencia política de la clase obrera, de los explotados, de todos los sectores populares. Un programa y desarrollarlo.
La idea que tenemos ahora, que hemos planteado a todos nuestros aliados, es un gran Congreso de la izquierda, colocarlo en la situación política, de deliberación y propuesta de programa. Con acuerdos, no para discutir entre nosotros, sino para demostrar la elaboración programática. Hemos sacado algo en conjunto del FIT que son los 10 puntos de los trabajadores. Esto es didáctico porque muestra un programa alternativo, desde el salario hasta el reparto de las horas de trabajo para combatir la desocupación, terminar con la precariedad laboral de la juventud, recuperar y rescatar el sistema jubilatorio, hasta el problema de la deuda, de la nacionalización de los recursos estratégicos, de terminar con la gran propiedad agraria. En fin, los grandes temas que conmueven al país, ofrecer un programa inscripto en la unidad socialista de América Latina. Tema no menor cuando tenemos a los yanquis en la puerta de una intervención en Venezuela, que no podemos descartar.
M.H.: El llamado a este Congreso de la izquierda va más allá del FIT.
N.P.: A partir de un acuerdo del FIT quisiéramos que estén todos los partidos de izquierda, que no son tantos ya, el MST y el Nuevo MAS, que son agrupamientos con cierto desarrollo. El MST viene de una centro izquierda, nunca hizo su balance ni su autocrítica, somos muy críticos de sus perspectivas políticas, pero han roto con la centro izquierda y están ubicados en una variante independiente, entonces vamos a tratar de llegar a un acuerdo, a una lista común. Y que sea un punto de reagrupamiento de toda la vanguardia de lucha, que es mucha y que va a tener muchas frustraciones en el futuro. Hay tanta militancia kirchnerista inorgánica, que el día de mañana nos va a mirar, que en algún momento nos ha votado y nos volverá a votar, pero sobre todo queremos organizarla para una lucha estratégica de poder.
M.H.: ¿Querés agregar algo más?
N.P.: Varias cosas, el 29 de mayo se cumplen 50 años del Cordobazo, nuestra cobertura va a ser enorme, este jueves inicio con un panel en un local del PO por el microcentro, después voy a estar en Avellaneda, vamos a tener un acto central del PO en el anfiteatro de Medicina, otro acto en Luz y Fuerza de Córdoba que es emblemático de tantas luchas del movimiento obrero cordobés. Vamos a editar un material con la historia del partido en el propio Cordobazo y la historia del Cordobazo y su significación histórica, su perspectiva en los años posteriores y las enseñanzas que nos deja.
Y este 29 de mayo que la CGT llama a paro vamos a parar con todo, porque criticamos desde la barricada de la lucha, no desde casa. Vamos a parar con todo y vamos a movilizar ese día, como luchadores que somos. Y vamos a hacer desde el clasismo una convocatoria. Pero vemos que es un paro al servicio de un voto tipo Schiaretti o Cristina Kirchner y nosotros queremos que sea una irrupción de la clase obrera en la crisis para abrir un rumbo de otra naturaleza. Desarticular el poder actual. Y es ahí donde pensamos una Asamblea libre y soberana con poder político para reorganizar el país sobre otras bases. Porque si mañana se va en un helicóptero Macri, que sea por una irrupción popular y no por un recambio orquestado por un golpe financiero de los mercados con una fuga de capitales que lo voltean en cuatro días.
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