Vargas Llosa inaugurará la Feria del Libro, el día 21 de abril próximo. De eso no cabe duda. Es probable que quien hable en la Feria sea el escritor y no el político, mucho más después del tole-tole que produjo la reacción visceral del maestro Horacio González. Y, especialmente, de la intervención de la Presidenta. […]
Vargas Llosa inaugurará la Feria del Libro, el día 21 de abril próximo. De eso no cabe duda. Es probable que quien hable en la Feria sea el escritor y no el político, mucho más después del tole-tole que produjo la reacción visceral del maestro Horacio González. Y, especialmente, de la intervención de la Presidenta. No nos olvidemos de que Vargas Llosa, además de escritor y político, es un hombre de negocios. Y los hombres de negocios suelen ser prudentes.
De última, serán los medios hegemónicos los que impulsarán y amplificarán las barrabasadas que el autor de La casa verde vomita acerca de la Argentina y los argentinos.
¿Qué hacer? En principio, aguantarlo. Serán dos o tres días de show y tendremos a Vargas Llosa metido hasta en la sopa. Pero me parece que los intelectuales, los artistas, los científicos, en fin, todos los que integramos el mundo cultural y que -con mayores o menores diferencias (o ninguna)- apoyamos este proyecto político, salgamos a decir lo nuestro. Somos muchos y muy representativos. Probablemente, Vargas Llosa conozca a algunos por sus obras; a otros de nombre y no faltará algún asesor que le informe quién es quién en Argentina.
Propongo que le hagamos una carta para desasnarlo, porque me parece que el escritor peruano-español desconoce algunos datos importantes de la historia argentina. Habría que explicarle, por ejemplo, cómo le fue al país cuando gobernó el populismo y qué consecuencia le trajeron las políticas que él defiende. Empezando por 1945-1955, con el acceso de Perón, clásico populista. Entre 1955 y 1963 se aplicaron las políticas antipopulistas. Entre 1963 y 1966 volvió el populismo, con un gobierno que anuló los contratos petroleros. Entre 1966 y 1973 reaparecieron las políticas antipopulistas. Pero en el ’73 volvió el populismo hasta la muerte de Perón. Y otra vez el antipopulismo hasta 1983, cuando reapareció el populismo radical. Pero el antipopulismo renació en 1989 hasta 2003. Y, desde 2003, hasta ahora, ¡otra vez! el populismo.
Habría que proporcionarle cifras que demuestren la marcha de la economía con uno y otro modelo. Y recordarle que los antipopulistas bombardearon Plaza de Mayo, destruyeron la universidad pública y provocaron la desaparición de 30.000 argentinos.
Y, de posdata, preguntarle, señor Vargas Llosa, ¿cómo puede ser que entidades emblemáticas como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo apoyen a este gobierno populista?
Roberto «Tito» Cossa es dramaturgo.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-163445-2011-03-04.html