Caminante no hay camino, se hace camino alandar… (Antonio Machado) Hoy Es un tiempo de aconteceres importantes en el país, muchos como consecuencia de una gestión que no para, otras por tragedias ocurridas nunca deseadas. Pero también hay sucesos que ocupan tiempo y mente que no son derivaciones lógicas, sino, que han sido implantadas voluntariamente, […]
Caminante no hay camino, se hace camino alandar… (Antonio Machado)
Hoy
Es un tiempo de aconteceres importantes en el país, muchos como consecuencia de una gestión que no para, otras por tragedias ocurridas nunca deseadas. Pero también hay sucesos que ocupan tiempo y mente que no son derivaciones lógicas, sino, que han sido implantadas voluntariamente, con propósito espurio. Tenemos grandes avances y definiciones en política petrolera, que implican pasos de soberanía, se concreta la aplicación de la Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, que también es un gran paso de autonomía, se postulan cambios en política de transporte, cuya resolución está vinculada a los resultados a conocerse de las pericias sobre el trágico accidente del ferrocarril en Once. Es decir que la política hace mucho de lo que implica cambios profundos para la vida de todo el país.
Sin embargo, aparece, sacado de la nada el tema «Boudou», que ocupa tapas de diarios, programas de televisión, acusando sin pruebas y tratando, de cualquier manera, de mancillar al vicepresidente, por una supuesta intervención dolosa. Claro está, que se anotan, además de los medios que lo provocan, la oposición adlátere.
Agenda
La agenda real, la pone el gobierno que sigue avanzando en temas claves de la soberanía, igualdad, justicia y democracia. Otra agenda la asignan los Medios y solamente es combatida por el oficialismo. ¿No sería lógico que los opositores también reclamaran por las campañas sucias que imponen los Medios? Pueden y deben criticar las medidas con las que no acuerdan, pero deben exigir y exigirse no inventar fallas para erosionar la credibilidad de personas del gobierno (o de cualquiera) y por ende al gobierno y consecuentemente a la democracia. También podrían y debieran proponer propias ideas.
El blanco del ataque
La elección de Amado Boudou, como blanco del ataque, se muestra cristalina. La embestida contra él es también contra Cristina. A Boudou, se lo ve como «hombre» de Cristina, elegido absolutamente por ella. Cuando lo presentó, dijo querer tener como compañero de fórmula a alguien que no le teme a las Grandes Corporaciones. También siempre dijo valorar de Boudou, su propuesta de recuperar para el Estado, el sistema previsional. La presa ha sido con claridad marcada y las resultas, a la vista.
Aunque la pluralidad de resoluciones pronunciadas a favor de solucionar la quiebra de Ciccone, como se lo ha hecho con otras empresas, para proteger, principalmente, los puestos de trabajo, muestran un interés propio del Estado, se lo quiere mostrar como un espurio beneficio particular. Y el circo sigue con actuaciones no claras de algunos miembros de la justicia y la conferencia de prensa dada por Boudou con explicaciones y algunas denuncias. Por supuesto las voces de espanto por el atrevimiento, no se hicieron esperar. Se criticaron las formas del denunciante, se ensalzaron los méritos de los denunciados, pero no se escucharon refutaciones de los argumentos. Es más, cada documento que se encontró, va en la línea marcada por Boudou. De los oficialistas se espera, únicamente, que pongan la otra mejilla. Nada que se les diga puede ser tan importante como para que no lo absorban estoicamente.
La ley de Medios, que también ha tocado a los grande monopolios, y que ya aprobada, cuesta ponerla en pleno funcionamiento, ayudaría a compensar de alguna manera, este discurso destructivo basado en mentiras. La libertad de expresión es absoluta. Pueden decir y mentir cuanto quieran y llaman «comprados» a los que comparten el rumbo del gobierno. Los que hablan por boca de Monopolios que se apuntalan como destituyentes, se llaman a sí mismos «independientes».
Se hace camino al andar
Con todo esto, como pasó en 2008 con el conflicto del campo y en 2009, perdiendo las elecciones parlamentarias, se sigue gestionando para adelante. Es necesario cuidar los espacios afines, no darle pasto a las fieras mediáticas, dentro de lo posible, porque cuando no hay motivos de ataque, igual lo inventan. A los opositores le recordamos que la crítica es necesaria para crecer, si es para destruir, se favorece claramente a los que ganaron en la dictadura y en el neoliberalismo (la derecha, agradecida). Están los que ante una medida como la que se está tomando con Repsol-YPF, se preguntan por qué no lo hicieron antes (recordar que en 2003, Kirchner tenía el apoyo del 22% de los votos, en 2008, ante las retenciones agropecuarias, se contestó con la furia de las patronales, apoyadas por opositores de derecha e izquierda, en 2009 en las elecciones parlamentarias, el oficialismo perdió y siendo minoría siguió gestionando para adelante, ahora, después de duro andar, con el 54% de apoyo popular, se va hacia la profundización). Otros opositores proponen expropiar, nacionalizar, echar toda multinacional, con la ligereza de quién no gobierna, ni cree posible hacerlo. Para lograr continuar avanzando, a pesar de tantos obstáculos interpuestos, hace falta que los interesados se junten, se sumen. Del gobierno se espera amplitud para contener a cada vez más ciudadanos. A los compañeros de camino, les planteamos, no aflojar, cultivar la grandeza porque no se puede perder lo hecho, ni dejar de andar. No son momentos ni de personalismos ni de extremo purismo. Las Multinacionales tocadas, los Monopolios afectados, los involucrados en Crímenes de Lesa Humanidad, están al acecho.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.