En estos días va tomando calor y color la campaña de la CGT hacia su Congreso Confederal del 22 de agosto. Ese día se dará, todo indica, la tan anunciada «unificación». Se ha inaugurado entonces -como dice uno de los periodistas que entrevistamos para esta edición- «un período de rosca libre hasta el día de […]
En estos días va tomando calor y color la campaña de la CGT hacia su Congreso Confederal del 22 de agosto. Ese día se dará, todo indica, la tan anunciada «unificación». Se ha inaugurado entonces -como dice uno de los periodistas que entrevistamos para esta edición- «un período de rosca libre hasta el día de la decisión final».
Algunos se postulan, otros se bajan. Algunos amenazan con paros, otros piden tranquilidad. Algunos hablan a los micrófonos, otros murmullan en los pasillos.
Esta semana la «mesa chica» ratificó además que el próximo 5 de agosto se realizará en la CGT Azopardo un plenario de secretarios generales de las tres centrales que definirá las características que tendrá del congreso del 22.
Nuestros entrevistados se juegan: «Yo pongo en duda que se concrete la unidad, veo muchas diferencias» (Balinotti). Para otros «es un proceso que no se puede detener» (Ríos). Hay otras posibilidades: «Creo que se va a concretar, pero va a ser una unidad mucho más débil de lo que se hubiera pensado en algún momento» (Martin).
La Izquierda Diario viene reflejando ese proceso de internas y alineamientos. No porque tenga expectativas en lo que sería, a todas luces, una unificación de las cúpulas y no del movimiento obrero.
Mientras la inflación ya se comió el salario en seis meses, los tarifazos golpean el bolsillo de millones de familias y los despidos van a llegar a los 200 mil, como dice Duarte «la CGT no reflejó en nada el descontento social que se puede palpar en las bases». Y parece que en este terreno tampoco se ve la luz al final del túnel, como dice Tomas: «Había un deseo de intercambiar beneficios por gobernabilidad, de un lado y del otro, y con la situación económica esa perspectiva se está complicando».
¿La «rosca libre» de la unidad cegetista tendrá como objetivo preparar la lucha contra el ajuste? ¿O continuar en otras condiciones el pacto de gobernabilidad que sostuvo hasta ahora?
Vos seguro tenés una posición. Conocés la nuestra, que se nutre de lo que cuentan los cientos de corresponsales obreros que cada día reflejan en La Izquierda Diario lo que pasa en los lugares de trabajo. Es lo que plantean los dirigentes del sindicalismo combativo y la izquierda en cada lugar que les toca opinar.
Pero, más allá de las expectativas, el discutido proceso de unificación de las cúpulas sindicales – que no es lo mismo que la unidad del movimiento obrero – no puede ser ajeno al debate entre los trabajadores y activistas obreros. Para aportar a este, buscamos la opinión de reconocidos periodistas gremiales, los que tienen acceso a los principales actores políticos y sindicales de hoy. Aceptaron sin vueltas la propuesta y nos dan sus opiniones particulares sobre este proceso.
A todos les preguntamos lo mismo: ¿Cómo analizás el rol de la CGT en estos 7 meses? ¿Cómo ven la actitud de las centrales desde el gobierno y las cámaras empresarias? ¿Se va a concretar la unificación? ¿Qué objetivos y que límites tiene?
También dialogamos sobre los realinamientos políticos del sindicalismo peronista, la conflictividad social y la situación del sindicalismo combativo y de izquierda. Eso queda para la próximo entrega.
Aurelio Tomás: «Las ganas de Macri y la CGT de llevarse muy bien se chocaron con la economía»
Mariano Martín: «Será una unidad más simbólica, una unidad a la medida de Moyano»
Ricardo Ríos: «Se inaugura un período de rosca libre hasta el 22 de agosto, cuando se va a tomar la decisión final»
Nicolás Balinotti: «Tengo dudas de que se concrete la unificación de las CGT»
Jorge Duarte: «En estos meses la CGT hizo de valla de contención del conflicto social»