«Los que se creen amos del planeta» imponen al mundo entero un silencio mediático que constituye una de las fortalezas principales que sustentan la hegemonía de Estados Unidos, denunció este jueves el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón de Quesada. «Somos condenados a movernos exclusivamente dentro del espacio tolerado» […]
«Los que se creen amos del planeta» imponen al mundo entero un silencio mediático que constituye una de las fortalezas principales que sustentan la hegemonía de Estados Unidos, denunció este jueves el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón de Quesada.
«Somos condenados a movernos exclusivamente dentro del espacio tolerado» por los dueños de las grandes redes de la información, dijo: «No es un silencio accidental sino resultado de la decisión del Imperio de imponer».
Al señalar que este silencio de los órganos de prensa es el obstáculo principal para la defensa de los cinco cubanos encarcelados por Estados Unidos después de un simulacro de juicio en Miami, donde infiltraron grupos terroristas cubanoamericanos, Alarcón denunció la «censura absoluta que los grandes medios acatan sin chistar».
«Entre el individuo que quiere enterarse y la realidad debe existir un intermediario que se supone sea la vía por la que circula la noticia, que por eso se le llama «medios de comunicación». El control total que los más poderosos ejercen sobre esos medios es una de las fortalezas principales que sustentan la hegemonía imperialista», señaló.
Alarcón observó que los cubanos son «igualmente consumidores del producto que diseminan las grandes corporaciones mediáticas» al indicar que deben sin embargo «actuar también en las penumbras informativas que ellas imponen».
«Circula sólo lo que los dueños de los medios permiten que circule», añadió. «No olvidemos cuando nos sentemos cada día ante la mesa de la redacción que el menú lo han preparado ellos y no nosotros. Salvo que seamos capaces de empeñarnos en buscar más allá, valernos de las alternativas que existen y sobre todo, de tener espíritu creador, estaremos condenados a movernos exclusivamente dentro del espacio tolerado por los que se creen amos del planeta», comentó al analizar el trabajo del periodista revolucionario.
Alarcón hizo sus comentarios al presentar en La Habana un libro de Ana Margarita González y a Rafael Hojas Martínez titulado «La historia que me ha tocado vivir», que presenta una selección de testimonios relativos a la causa de los «Cinco»-
El parlamentario subrayó como «el caso de los Cinco es uno verdaderamente angustioso» acerca del cual la información se encuentra censurada en los medios de las grandes corporaciones.»Difícilmente la encontraremos mientras no la busquemos fuera del menú que ofrece el enemigo».
Señaló Alarcón como el cargo más grave que enfrenta Gerardo Hernández, uno de los Cinco, «se basa en una vulgar manipulación del lamentable incidente del 24 de febrero de 1996 cuando la fuerza aérea (cubana) derribó sobre territorio cubano dos avionetas de un grupúsculo terrorista dedicado a violar sistemáticamente nuestra soberanía».
«Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con ese hecho y el propio gobierno federal reconoció carecer de pruebas para implicarlo, pese a lo cual sufre una bárbara e injustificable condena», explicó.
«Reitero que fue sobre nuestro mar territorial, muy cerca de donde nos reunimos ahora. Estados Unidos alega que fue en aguas internacionales, aunque en la proximidad del límite nuestro. Como los radares norteamericanos no ofrecían, sin embargo, datos concluyentes durante el juicio de Miami un experto norteamericano propuso que se le solicitara a la NASA y a otras agencias que operan los sofisticados sistemas de satélites de ese país que suministrase las imágenes pertinentes registradas ese día. La defensa se sumó a la idea y presentó una moción para que fueran presentadas las imágenes. La Fiscalía se opuso y la Jueza sostuvo la objeción gubernamental. Eso sucedió hace diez años».
Desde entonces, recordó Alarcón, «la defensa continúa insistiendo en la presentación de las imágenes».
«Hasta ahora todas las agencias norteamericanas se niegan a entregar las imágenes. ¿No les parece sospechosa tan tozuda negativa?», preguntó.
«Esta curiosa y reveladora disputa cumple ya diez años pero no ha sido mencionada jamás por los grandes medios», concluyó el presidente de la Asamblea Nacional cubana.