Hay una huelga de tres días convocada por los trabajadores de El País. El 7, 8 y 9 de noviembre son los días elegidos. Les sobran razones a los convocantes. Quieren oponerse, entr e otras cosas, al despido de unos 140 compañeros y compañeras. A pesar de ello, hoy, 7 de noviembre, el diario global-imperial […]
Hay una huelga de tres días convocada por los trabajadores de El País. El 7, 8 y 9 de noviembre son los días elegidos.
Les sobran razones a los convocantes. Quieren oponerse, entr e otras cosas, al despido de unos 140 compañeros y compañeras.
A pesar de ello, hoy, 7 de noviembre, el diario global-imperial ha estado en los quioscos y el formato digital -he decidido no mirado- creo que está actualizado.
En la edición de hoy, en la p rimera página de un diario con muy pocas páginas, podía leerse un titular como el siguiente: «Han seguido huelga el 79% de los trabajadores de la plantilla [¡Un éxito rotundo! No es El País quien comenta]. A pesar de ello, el diario se ha editado y la edición digital. Etc etc…». Son así de chulos, insoportablemente soberbios.
Los trabajadores en lucha merecen nuestro apoyo. Podemos echarles una mano. No adquiramos el diario ni consultemos su página en la red durante los días de huelga. Si después decici mos transitar por el mismo camino razonable mejor que mejor. No se merecen otra cosa.
¿Recuedan aquella novela -o similar- de Manuel Vicent de título -hablo de él, no de la narración que no llegué a leer- ciertamente conseguido: «No pongas tus sucias mano s sobre Mozart»? Ni sobra Mozart ni sobre nosotros. No permitamos que, esta vez, las sucias manos de El País, Prisa, Cebrián, los inversiones americanos y demás secuaces son ensucien. ¡Sus manos están manchadas de despropósitos, de mando autoritario en plaza, de codicia ilimitada y de antiobrerismo! ¡Que les den donde se merecen! ¡Démoles donde se merecen!
¡Apoyemos la justa causa, la razonable lucha de sus trabajadores y trabajadoras!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.