Para decirlo más claramente: cómo a la formación del aparato productivo, le es complementaria, necesariamente, la formación del aparato psíquico. León Rozitchner en «Freud y el problema del poder»
En esta Argentina donde las alianzas políticas sociales que dicen estar en cada lado de la grieta, macristas y kirchneristas, solo juegan a “administrar lo existente”, o sea, mantener los privilegios de los empresarios, terratenientes, burócratas, dirigentes partidarios y dueños de los medios de información… tenemos una tarea pedagógica impostergable como programa radial alternativo.
Los mensajes que van y vienen entre los dos lados de la grieta suenan cómicos por momentos, pero hay que tomarlos en serio. Allí emergen representaciones sociales de ideologías que tienen mucho en común aunque digan diferenciarse. Es la ideología de las clases dominantes que nos usan de eslabones –vendiéndonos gotas de lubricantes vestidos de confort- para que movamos la máquina de sus intereses. ¿A quiénes les conviene que haya grietas entre los trabajadores?
El actual dominio ideológico de las masas (parafraseando a William Reich) es extenso, efectivo y profundo, y se articula con políticas de contención social y represión disciplinadora. Así lo hacen los K y lo hicieron los M desde el gobierno nacional. “Gato y yegua” del zoológico de la oligarquía propietaria.
Reich se preguntaba: “¿de qué manera una ideología se convierte en una fuerza material y prende en las masas? (…) Más en la medida en que una ideología transforma la estructura psíquica de los hombres no solo se reproduce, sino, lo que es mucho más importante, se convierte en fuerza activa, en potencia material sobre las especies de hombres que han sido de este modo transformados concretamente y que por tanto actúan de manera transformada y contradictoria”.
En efecto, la ideología del capitalismo de hoy se echa andar entre nosotros configurando esa supuesta grieta que entre ellos no hay, pero que opera en nosotros movilizando procesos psíquicos regresivos y/o autodestructivos, agresiones a los otros, sincretismos, e incluso identificaciones fantaseadas que creen ver en líderes políticos lo que nunca tuvo viso de realidad.
También William Reich se interrogaba: “es decisivo el conocer cómo se presenta en los trabajadores, aquello que es burgués y aquello que es acorde con su clase. La misma problemática sirve naturalmente para el miembro de las clases medias”.
El macrismo son los empresarios al poder; pero el kirchnerismo es su complemento: discurso popular e inclusivo pero firme junto a los burgueses. Ambos y sus aliados conforman el partido de la propiedad privada de los ricos. Ambos expresan la democracia liberal con rasgos fascistas que nos gobiernan. Grieta de colores y pañuelos, espectáculos televisivos, cada cual con su Guernica, peleas simuladas: entre los K y los M nos llevaron a la mitad de la población empobrecida.
Por eso la importancia de comprender la fuerza material de la ideología, de cómo nos encierran con sus discursos, de cómo operan dentro nuestro para que odiándonos… odiemos a los más oprimidos… mientras ellos se llenan de “guita” a costa de nuestra sangre.
Citemos otra vez a William Reich: “la conexión de la estructura socioeconómica y de la estructura sexual de la sociedad y la reproducción ideológica de la sociedad se produce en los 4 o 5 primeros años de la vida y en el seno de la familia. La Iglesia, después, no hace sino perpetuar esta función. Es por esto por lo que la sociedad de clases manifiesta su interés inmenso por la familia: se ha convertido en su fábrica de estructura y de ideología”.
Contundente y claro. Hacía allí apuntan los poderosos. Desde antes de nacer la familia que nos recibirá nos va internalizando la ideología dominante. Vale subrayar, que muchos de estos procesos son inconscientes y dialecticos. Al afirmar de Reich: “su objetivo es fabricar un ciudadano que se adapte al orden fundado sobre la propiedad privada, que lo tolere pese a toda la miseria y humillaciones que comporta”.
En resumen: el “efecto retorno” entre la realidad concreta y la ideología que de ella surge… explica como esa fuerza material activa, por ejemplo, los memes, posteos, frases, actitudes, marchas, actos, gestos, escritos (y ni hablar en instituciones) son representaciones sociales que a modo de mecanismos de defensas personales o grupales buscan “aliviarse” denigrando, proyectando u atacando a los otros… al que consideran enemigo, adversario, peligroso u inferior.
En fin, ¿será que el neofascismo va penetrando entre nosotros o bien es la burguesía que ha encontrado sofisticados dispositivos de imponer otro tipo de grieta para ocultar la explotación de clases?
Mientras ellos ríen y cuentan lo robado deberíamos pensar qué hacer como nos enseñó Vladimir Lenin.