Los quiero ver juzgados,en esta plaza, en este sitio.Quiero castigo.»Pablo Neruda «Desde muy temprano en la mañana del 20 de octubre del año pasado nos concentramos en el local del Partido Obrero que está cercano a Avellaneda. Estaban allí los trabajadores tercerizados de la línea Roca de trenes y compañeros que apoyábamos su lucha. Asimismo, […]
Los quiero ver juzgados,
en esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.»
Pablo Neruda
«Desde muy temprano en la mañana del 20 de octubre del año pasado nos concentramos en el local del Partido Obrero que está cercano a Avellaneda. Estaban allí los trabajadores tercerizados de la línea Roca de trenes y compañeros que apoyábamos su lucha. Asimismo, desde muy temprano había una ‘patota’ sindical (pandilla de sujetos subordinados al sindicalismo al servicio del empresariado) en la Estación Avellaneda, en un terraplén, a 10 metros de altura. Yo me bajé en esa estación a las 9 de la mañana y ya había un gran operativo policial junto a la ‘patota’. Se les reconocía porque algunos llevaban uniforme y hasta gorros de la lista verde del sindicalista José Pedraza de la Unión Ferroviaria. Uno de esos grupos estaba en el extremo del andén con la evidente intención de reagruparse en torno a lo que después hicieron. Mientras tanto, nosotros realizamos una asamblea alrededor de las 11 de la mañana, donde se resolvió por unanimidad que no había condiciones para hacer la acción concordada. Estaban las ‘patotas’ y nosotros queríamos evitar cualquier tipo de enfrentamiento. Por tanto, salimos marchando hacia la zona sur de la Estación Avellaneda. La idea era avanzar hasta Constitución por si podíamos hacer el corte más adelante. Pero cruzando el Puente Bosch sufrimos el primer ataque. Entonces la ‘patota’ desde lo alto comenzó a lanzarnos piedras, mientras la policía bonaerense nos disparaba balas de goma. Parecía planificado. Increpamos al jefe del operativo y le planteamos que era una locura lo que estaban haciendo. Sólo así se retiraron, pero nada más para darle paso a la policía federal. Resolvimos efectuar una reunión sobre la calle Luján donde concluimos hacer una asamblea general de tercerizados al día siguiente y en ese mismo momento disolver la movilización. Algunos se curaron de las pedradas y las balas de goma, y tomamos algo fresco en una parrillada que había allí. En ese instante emprendieron contra nosotros un ataque brutal con palos, piedras, botellas y con las armas de fuego que terminaron con la vida de Mariano. Lo vi caído y partí a asistirlo, pero inmediatamente me alertaron que Elsa Rodríguez tenía un tiro en la cabeza. Corrí hacia donde se encontraba ella y dejé a Mariano con otros compañeros. Parecía la más grave de los dos. Mariano recibió un balazo en el abdomen y casi no se le veía sangre en tanto convulsionaba. Elsa estaba inconciente. De hecho, permaneció en estado de coma durante dos meses. Detuvimos una ambulancia que pasaba en cuyo interior pusimos a Elsa y a Nelson Aguirre que tenía baleadas las piernas, y luego a Mariano.»
Así relató Eduardo Beligoni el asesinato de Mariano Ferreyra, militante político y social desde los 13 años de edad, y caído a los 23, en medio de la pelea aún descompensada entre el subcontratismo galopante que sacude a Argentina y los intereses hondos de los asalariados.
Como un relámpago de memoria actualizada, un año después, mientras sobrevolaba un helicóptero policial, más de 20 mil personas -limpias en la recta nuclear de Buenos Aires que va desde la Plaza del Congreso hasta la de Mayo- rindieron homenaje vibrante a un muchacho con cuyo nombre se organizará el futuro.
20 mil caminaron y recordaron peleando por la justicia total y contra las maneras inhumanas en que los pocos se apropian del trabajo duro de los tantos.
Mariano encumbró con su vida otra estrella acerada de los pueblos. Y todavía lucirá muchacho cuando la explotación del hombre por el hombre sea materia de la prehistoria.
Durante la marcha
Ricardo Peidro, secretario adjunto de la Central de Trabajadores de la Argentina, explicó que «la CTA llamó a un paro el mismo día que asesinaron a Mariano. Desde entonces exigimos justicia. El actual modelo sindical tiene que matar para poder sobrevivir. Para cubrir sus negocios y permanecer asociados a los grandes grupos económicos», y agregó que «la causa de Mariano contra la flexibilización laboral es una lucha para detener el deterioro de la vida de los trabajadores y su disciplinamiento. La CTA tiene en su seno sindicatos y asimismo admite la afiliación directa de los asalariados precarizados, subcontratados o desempleados. Mientras la persona no sea patrón, represor o corrupto tiene lugar en la Central.»
-Ustedes hablan de una Constituyente Social…
«Para eso debemos ligarnos con muchos organismos sociales para definir en esa Constituyente el país que queremos y cómo nos vamos a hacer cargo de él. Ya hemos tenido históricos encuentros en Neuquén y Jujuy. La Constituyente Social es una iniciativa política de la CTA con el fin de construir poder a lo largo y ancho de Argentina.»
El miembro de la Comisión Interna de los trabajadores de Frigorífico Rioplatense, Carlos Zarrizuela, denunció que «el gobierno y la patronal están procesando a más de 6 mil 400 luchadores sociales, trabajadores, estudiantes, dirigentes de pueblos originarios. Yo estoy procesado por exigir el cumplimiento del convenio y las leyes laborales, y cortar una ruta por decisión de asamblea. Me pagan el salario por parte y cuando les da la gana. La tercerización también existe en la industria de la carne. Y ello provoca divisiones entre los propios trabajadores porque tenemos ‘diferentes patrones’, y ganamos distinto por hacer la misma faena. Entonces los dueños usan a los subcontratados para bajar los sueldos y castigar las condiciones de empleo de los contratados.»
Pablo Villalba, miembro de la Agrupación La Bordo del Ferrocarril Roca, fue uno de los trabajadores ex tercerizados que asistió a la protesta del 20 de octubre de 2010. Pablo contó que los miembros de la «patota, no eran gente desconocida para nosotros. Por eso pudimos identificar a Pablo Díaz que era quien comandaba el grupo y pertenecía a la conducción de la Unión Ferroviaria. Después del asesinato de Mariano, en enero de este año logramos que todos los subcontratados, 1580 trabajadores, ingresáramos a la planta permanente. Pero continúa la tercerización en distintas líneas ferroviarias.» Frente al anuncio -realizado horas antes de la multitudinaria movilización- del Tribunal Oral Criminal 21 de que el juicio oral contra el secretario general de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, el que lo secunda, Juan Carlos «Gallego» Fernández y otros ocho sujetos acusados de integrar la «patota» que mató al joven Ferreira e hirió a balazos a otras tres personas, Pablo Villalba señaló que «me parece una movida política del gobierno, como queriendo decir que ahora está a favor de los Derechos Humanos.»
El representante del cuerpo de delegados de la línea 60 del transporte colectivo, Daniel Farela, enfatizó que «no queremos que haya otro Mariano. Estamos hartos de la persecución de la burocracia sindical contra los cuerpos de delegados y de los compañeros que luchan. De hecho, hace sólo dos semanas entró una ‘patota’ de 5 personas armadas a mi casa, y como no me encontraron, maniataron a mi nieta. Y hace 20 días a otro delegado le quemaron el auto. Lo único que queremos es organizarnos en asamblea, en un espacio donde todos los compañeros puedan participar democráticamente.»
Profesores y Chile
Por su costado, Jorge Adaro, secretario gremial de la Asociación Docente de Educación Media y Superior del Sindicato de Buenos Aires, indicó que además de estar comprometido con el esclarecimiento del crimen de Mariano y garantizar que los responsables políticos y materiales permanezcan presos, «los docentes estamos movilizados por el conflicto existente con el jefe del gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, que está intentando modificar el procedimiento de acceso a los cargos de los maestros. Hasta ahora nosotros funcionamos mediante concursos absolutamente transparentes, pero Macri quiere imponer la designación antidemocrática de los cargos. De este modo el gobierno busca violentar la carrera y estatuto docente vigente desde 1958. Sólo se paralizó durante la dictadura. Entonces, si quiere algún cambio tiene que discutirse en cada escuela. De lograr aplicar su ley, lo más probable es que los cargos de conducción queden al arbitrio del gobierno de turno. Actualmente entre 7 a 10 mil profesores están participando del debate y el movimiento.»
-¿Ha visitado Chile últimamente?
«Estuve para la conmemoración del 11 de septiembre de 1973 último. Me llamó mucho la atención que muchos educadores no se sientan parte de la clase trabajadora. Es como si continuara el pinochetismo sin Pinochet. Pero asimismo, veo con muchas expectativas lo que están haciendo los estudiantes chilenos, entendiendo que la educación es parte de un problema estructural.»
«El gobierno ‘terceriza’ la represión»
En la primera línea de la marcha se encontraba Jorge Altamira, ex legislador, candidato a Presidente de la República, y fundador y líder del Partido Obrero. En una detención señaló que «Mariano era un joven como los estudiantes movilizados de Chile que fue asesinado por una ‘patota’ sindical que contaba con protección policial, del Estado y de la clase capitalista que controla los ferrocarriles. Exigimos juicio y castigo a todos los culpables: la burocracia sindical, la policía federal y los empresarios ferrocarrileros.»
-¿Es coincidencia que el juicio oral de los culpables de la muerte de Mariano Ferreira se comunique un día antes del primer aniversario de su asesinato?
«La coincidencia es que en la vísperas del aniversario de Mariano se procese a la ex legisladora y luchadora social Vilma Ripoll, y a Néstor Pitrola por acompañar a los trabajadores de la empresa Kraft en una lucha laboral. Es decir, el gobierno ‘terceriza’ la represión por dos vías: las ‘patotas’ y la manipulación de la justicia. Yo no confío en la justicia. Sólo confío en la movilización de la juventud y los trabajadores del país.»
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