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Denuncia de los pueblos indígenas

Argentina: «genocidio» a fuego lento

Fuentes: BBC

En el Día Mundial de los Pueblos Indígenas, que se conmemora este jueves, las comunidades aborígenes de Argentina han denunciado lo que califican como un «lento genocidio» de sus integrantes, debido a una reciente ola de muertes por desnutrición aguda. En el último mes, once indígenas de la nación toba han perdido la vida por […]

En el Día Mundial de los Pueblos Indígenas, que se conmemora este jueves, las comunidades aborígenes de Argentina han denunciado lo que califican como un «lento genocidio» de sus integrantes, debido a una reciente ola de muertes por desnutrición aguda.

En el último mes, once indígenas de la nación toba han perdido la vida por la falta crónica de alimento en la provincia de Chaco, en el noreste argentino.

Las autoridades locales afirman que están trabajando para paliar esta situación, pero representantes aborígenes y de organizaciones no gubernamentales (ONG) advierten que hacen falta más medidas para enfrentar un problema que no sólo se ve en territorio chaqueño, sino también en otras partes del país.

«Siento indignación, bronca, incapacidad de no poder hacer algo. No tenemos el poder para vencer esto», dice a BBC Mundo, entristecida, la dirigente indígena Lucía Rosa Molloja, de la comunidad kolla, acerca de las noticias provenientes del noreste del país.

La más reciente víctima de la desnutrición en Chaco fue María del Carmen Moreyra, una mujer de apenas 46 años.

Rolando Núñez, del Centro de Estudios Nelson Mandela -una organización de derechos humanos- la visitó a fines de julio para comprobar que se encontraba «en los preludios de un desenlace que fue su fallecimiento».

«Era evidente que estaba deshidratada, anémica. Permanecía inmóvil, desganada, como si estuviese entregada a su destino», cuenta a BBC Mundo.

Núñez ha denunciado y seguido de cerca las dificultades que enfrentan cotidianamente los más de 50.000 indígenas -la mayoría tobas- que viven en Chaco, el distrito más pobre de Argentina.

«Desastre humanitario»

El gobierno de la provincia reconoce que la desnutrición es un problema y asegura que está brindando ayuda alimenticia y sanitaria a los afectados.

Pero Núñez dice que las recientes muertes de aborígenes demuestran que las medidas han sido insuficientes.

«Están cautivos en un verdadero desastre humanitario. Presentan los peores indicadores sociales, económicos, sanitarios y educativos de Argentina. Y como eso no parece cambiar, nosotros sostenemos que estamos ante un genocidio étnico. A algunos les puede resultar exagerado, pero los que conocemos bien esta realidad no podemos decir otra cosa», dice.

Según datos de 2005 del Instituto de Estadísticas y Censos de Argentina (INDEC), en el país hay más de 600.000 indígenas y descendientes de aborígenes.

Pero la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA) afirma que la cifra asciende a tres millones. La mayoría pertenece a las comunidades kolla, wichí, toba, guaraní y mapuche.

Más allá de Chaco

Sea como fuere, Rogelio Guanuco, un diaguita-calchaquí que preside la AIRA, explica a BBC Mundo que el flagelo de la desnutrición no es exclusivo de Chaco, sino que afecta a miles de indígenas en todo el nordeste y el noroeste del país.

«Son las dos regiones que más padecen la falta de alimentación. Hay un porcentaje muy elevado de muerte de niños y de madres parturientas por causa de ese problema», afirma.

El gobierno nacional suele enviar ayuda a toda franja del norte de Argentina, donde el INDEC reconoce que alrededor del 40% de la población está bajo la línea de pobreza.

Pero cuando BBC Mundo Hoy intentó hablar con el funcionario encargado de asuntos indígenas sobre las recientes muertes en Chaco, no obtuvo respuesta.

Según Rolando Núñez, del Centro de Estudios Nelson Mandela, el problema de la tierra es fundamental para entender la pobreza y la desnutrición entre los aborígenes argentinos.

«Las comunidades fueron desplazadas de sus territorios, de sus bosques, al ampliarse las fronteras de la actividad agropecuaria, lo que las dejó sin sustento y medicinas naturales».

«Existimos»

La dirigente Lucía Rosa Molloja dice que el reclamo de los indígenas se resume en una mayor disponibilidad de la tierra y un mejor acceso al trabajo, a la educación y a la salud.

«Queremos que entiendan que existimos y queremos integrarnos a la sociedad para tener los mismos derechos que cualquier ser humano», añade Rogelio Guanuco, de la AIRA.

«No pedimos privilegios, sino un reconocimiento como el que lograron comunidades de otras partes del mundo que se establecieron en Argentina. Ellos tienen sus bibliotecas, sus hospitales, sus escuelas, sus lenguas, ¿y por qué no nosotros que somos de esta tierra?», dice.

Las indígenas argentinos afirman que sólo así, y no con programas de ayuda temporarios, pueden vislumbrar un futuro mejor.