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«Argentina nunca fue un pueblo idiota pero ahora lo está pareciendo y eso es muy grave»

Fuentes: Rebelión

“… he aquí que el pacífico, el dócil, el sumiso de pronto desaparece de escena y en su lugar, desconcertante e incomprensible para los que del alma humana suponen saberlo todo, surge el ímpetu ciego y arrasador de la ira de los mansos. Lo más normal es que dure poco, pero da miedo cuando se manifiesta. Por eso, para mucha gente, el rezo más fervoroso, a la hora de irse a la cama, no es el consabido padrenuestro o la sempiterna avemaría, mas sí este: Líbranos, Señor, de todo mal y en particular de la ira de los mansos”.

El hombre duplicado. José de Sousa Saramago.

Cotidianamente vemos y escuchamos a personas y referentes del arte, la ciencias y la política expresar su asombro con lo que está sucediendo en Argentina desde hace algunos años atrás en cuanto a la desigualdad socio-económica, es decir, en cuanto a la miseria moral y de angustia económica a que es sometido sistemáticamente el pueblo argentino sin una respuesta acorde a la agresión política neoliberal infligida.

Precisamente, el titulo de este artículo fue encontrado en internet y describe con exactitud la situación que caracteriza a la Argentina de hoy y la consecuente pregunta es: ¿El pueblo argentino se ha vuelto un pueblo cretino a la luz de lo que aguantan?

Dijo el talentoso actor argentino Miguel Ángel Solá cuando analizó la actualidad del país en Septiembre del 2021: “Argentina nunca fue  un pueblo idiota pero ahora lo está pareciendo y eso es muy grave”, comenzó el actor en diálogo con Andrea Chiarello en el ciclo de UCL TV y publicado en https://www.infobae.com/teleshow/2021/09/27/miguel-angel-sola-analizo-la-actualidad-del-pais-y-trato-de-imbeciles-a-marcelo-tinelli-mirtha-legrand-y-susana-gimenez/.

Solá explicó: “Argentina fue un pueblo instruido que en el 67 tenía  3500 salas de teatro y cine. Había 17 millones de habitantes y que el 25 por ciento de la población consumía cultura. Tenía entre un 3 y 6 por ciento de analfabetismo y mirá la situación de hoy que roza el 40 por ciento de analfabetismo, los límites de pobreza más agraviantes para el ser  humano, donde la droga, la prostitución, la violencia es un caldo de todos los días  y eso hay que revertirlo”.

En ese momento, la conductora lo interrumpió para decirle que es la gente quien elige a las autoridades, a lo que él dio su punto de vista: “El pueblo elige entre lo que le dan a elegir, es una democracia formal, pero no creativa, que vaya buscando a los mejores de cada rubro para hacer un gobierno, siguen haciendo la lista sábana con la cantidad de ñoquis, gente que busca enriquecerse y va empobreciendo el bolsillo, el cerebro y el corazón de la gente, ese es el problema argentino,  hoy que sí se puede revertir. Si la  buena gente, capaz, idónea, luchadora se junta para pelear contra esa basura”.

Pero, nosotros afirmamos que el pueblo tiene su biorritmo propio, su propio tiempo y su propia conciencia, para reaccionar, para organizarse, como dijo Perón “el pueblo marchara con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”, contra lo injusto, más allá de lo que afirmen los especialistas sociólogos, psicólogos y filósofos, entre muchos.

Sin embargo, debemos señalar que esta aparente apatía del pueblo, esta mansedumbre, es una patología social que se constata en el mundo entero: ¿Cómo es posible que en Europa los productores, los trabajadores, el pueblo acepte que sus gobiernos gasten millonarias sumas dinerarias en armamentos?

Cooperativismo o Barbarie.

Como fuere, estamos-qué dudas cabe-en “tiempos de colapso”: Cooperativismo o barbarie.

En las ciudades-nación experimentan las personas cansancio, agobio y hastío, pero también fastidio creciente contra los gobernantes, políticos y demás yerbas, gente que la pasan de lo mejor y que hacen gala de ello, he aquí aquellos que empujan a la ira de los mansos, los presento para que los conozcan mejor. Muchas ciudades-nación están bajo verdadero estado policiaco.

Así las cosas, planteamos el dilema de hierro: Cooperación o barbarie… ¿Acaso existe otra encrucijada a resolver?

Sabemos a ciencia cierta lo difícil que es, tan siquiera soñar con un mundo cooperativizado, pero no es menos cierto que si no se logra el riesgo de extinción de la especie humana es cercana. Escribió Enrique Agilda en su insustituible libro “La Cooperación, doctrina de armonía: “Es muy grande el salto imaginario que habría que dar para trasladarnos desde esta sociedad de bases egoístas, a una sociedad asentada en la cooperación con firmes bases económicas, morales y espirituales”.

Nos asegura Agilda que “Todo está llamado a la cooperación, todo incita a unirnos, todo señala que algo nos está aguardando para que nuestra existencia se realice en forma armónica”.

Pero, preguntamos enseguida inquietos ¿Cómo es posible que todo esté llamado a la cooperación si la realidad nos expone con crueldad evidente que las penurias aumentan, que las hambrunas no se sacian y el desempleo se incrementa a contramedida que los poderosos duplican sus ganancias? ¡Pues, precisamente por esos males sociales!…. ¿Qué mundo es este? Pues es un mundo en conflicto.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.