Amados u odiados, los reality shows son un gran negocio. Para las compañías de televisión, son una manera segura de subir la sintonía y de atraer anunciantes. Sin embargo, en Italia, el canal estatal, Rai, tomo una decisión sin precedentes al eliminarlos de su programación del próximo año. La decisión ha ido ganando el apoyo […]
Sin embargo, en Italia, el canal estatal, Rai, tomo una decisión sin precedentes al eliminarlos de su programación del próximo año. La decisión ha ido ganando el apoyo popular.
«La televisión ‘real’ es un dinosaurio,» dijo el diario italiano La Republicca.
«Después de toda la vulgaridad, las malas palabras y la obscenidad, ya es hora de que por fin se acaben», señala el artículo.
A partir de ahora los realities sólo estarán en la cadena Mediaset, propiedad del ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi.
Pero ¿es esta una cruzada moral, o una decisión astuta basada en los índices de audiencia?
Cifras en descenso
La Republicca señala los bajos índices de las últimas temporadas de los dos realities más populares de Italia, «Grande Fratello» («Gran hermano»), en Mediaset, y «L’Isola dei Famosi» («La isla de los famosos»), en la Rai. Se cree que Grande Fratello perdió un millón de televidentes el año pasado.
Claudio Petruccioli, presidente de la Rai, dice que su decisión se tomó de acuerdo con los esfuerzos de Italia por mejorar la calidad de su programación.
«L’Isola dei Famosi» y «Wild West» son apenas dos de los reality shows que se han transmitido recientemente en el canal Rai Due.
«Wild West» mostraba a gente común que se entrenaba como cowboys en los campos de Arizona.
Cada semana, los participantes tenían que probar sus habilidades de vaquero al llevar el ganado por la montaña o ganar una competencia para seguir en el juego.
El programa estuvo al aire durante 10 semanas, pero fue ampliamente visto como un fracaso.
Con el dinero que la Rai ahorrará por comisionar programas como «L’Isola dei Famosi», incrementará en un 50% la inversión anual en películas italianas.
«Los reality shows ponen a la gente en entornos que son irreales y coercitivos», dijo Petruccioli.
«En lo que resulta, inevitablemente, es en comportamiento degradante e injustificado. No creo que sean el tipo de programas esperan o desean de una cadena pública».
Blasfemia
«Grande Fratello» y «L’Isola dei Famosi» han sido el blanco de las mayores críticas en Italia durante los últimos años. En diciembre, a ambos programas se les impuso una multa de 100.000 euros por lenguaje blasfemo y vulgar.
En «Grande Fratello», el excéntrico músico Guido Genovese fue expulsado de la casa después de usar la peor expresión italiana, «porco Dio» (que literalmente quiere decir «cerdo Dios»).
Los realizadores del programa se disculparon, aunque sirvió de poco para silenciar las protestas de grupos religiosos y de padres de familia.
Muchos pidieron que el programa saliera inmediatamente del aire.
La falta de interés de la Rai en los realities está en fuerte contraste con la filosofía televisiva de la cadena de Silvio Berlusconi.
En los tres canales privados de Mediaset hay una dieta diaria de realities, que sigue siendo popular entre los italianos jóvenes.
Durante las últimas semanas, a la compañía se le ha relacionado con las negociaciones para adquirir a la productora holandesa Endemol, creadora de la franquicia de «Gran hermano», en momentos en que Mediaset intenta mejorar sus lánguidos ingresos publicitarios.
Dos de los programas más populares de la cadena, «Uno, due, tre… stalla» («Uno, dos tres… establo»), que presenta a granjeros que intentan convertir a bailarinas y coristas en vaqueras, y «La pupa e il secchione» («La bella y el tonto»), obtuvieron altos índices el año pasado.
Mediaset planea una nueva temporada de los dos programas y el producto Fabrizio Rondolino, a quien se acredita su éxito, dice que eso «apenas es el comienzo».
«Escandalosos»
«Esto es apenas la etapa experimental», dice. «Programas como éstos son escandalosos por una razón. Pero pronto, la televisión real será considerada un género como todos los otros».
«Hay algunos dramatizados malos, vulgares y estúpidos, pero también hay unos buenos. Eso mismo es cierto para la televisión real. ¡Uno no censura todas las películas sólo porque algunas sean pornográficas!»
Algunos argumentan que la televisión real aún tiene su espacio en la Rai. Señalan a otros transmisores públicos, como la BBC, que está dispuesta a presentar programas como The Aprentice (El aprendiz) que sigue creciendo en popularidad.
Pero la Rai cree que puede desarrollar un calendario emocionante para el próximo año sin tener que depender de los realities .
«Buscamos mejores programas» dijo Petruccioli.
«No digo que nunca vayamos a regresar a ellos, pero por ahora, creemos que es una decisión valiente por parte de la Rai, una decisión que será apoyada por el público, y una que apoyo completamente como presidente de la compañía».