La muerte de la periodista María Bravo, del diario La Prensa, a manos del ex alcalde liberal Eugenio Hernández, en Juigalpa, eleva hoy el clima de tensión al cierre de las elecciones municipales en Nicaragua.La joven de 26 años recibió un balazo en el tórax al salir del Centro de Cómputos de la ciudad cabecera […]
La muerte de la periodista María Bravo, del diario La Prensa, a manos del ex alcalde liberal Eugenio Hernández, en Juigalpa, eleva hoy el clima de tensión al cierre de las elecciones municipales en Nicaragua.
La joven de 26 años recibió un balazo en el tórax al salir del Centro de Cómputos de la ciudad cabecera del departamento (provincia) de Chontales, a 96 kilómetros al sureste de Managua.
En medio de una discusión entre miembros de la oficialista Alianza por la República (APRE) y del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Hernández acusó a la corresponsal de ser culpable de que perdiera las elecciones en la plaza y le disparó a quemarropa.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) condenó el asesinato de la informadora y demandó de las autoridades policiales una investigación de lo acontecido.
Este acto, dice una nota del CENIDH, lesiona el más elemental de los derechos, a la vida, y a la libertad de expresión.
También se sumaron a la condena las distintas organizaciones de periodistas de esta nación centroamericana.
El presidente Enrique Bolaños instruyó al Ministerio de Gobernación (Interior) para castigar «con el peso de la ley» a quienes resulten culpables de tan lamentable hecho.