Por mucha que pueda parecer extraño, el grupo PRISA manipula lo suyo, no sólo desde Madrid sino también en La Paz (Bolivia), donde es propietario del diario La Razón, empleado para golpear al gobierno legítimo de Bolivia, en plan golpe a golpe? como si fuera un diario venezolano. Hasta hace poco, el grupo de manipulación […]
Por mucha que pueda parecer extraño, el grupo PRISA manipula lo suyo, no sólo desde Madrid sino también en La Paz (Bolivia), donde es propietario del diario La Razón, empleado para golpear al gobierno legítimo de Bolivia, en plan golpe a golpe? como si fuera un diario venezolano.
Hasta hace poco, el grupo de manipulación global era propietario también del periódico El Nuevo Día, -de Santa Cruz de la Sierra, que acaban de vender a un tal Marinkovic-, el líder de los sublevados, el descendiente de aquellos centroeuropeos refugiados en la Bolivia más profunda.
Este cliente de PRISA, ¿a quién le extraña que sea tan bien tratado por El País y todo el grupo PRISA?
Lo más extraño del caso es que un gobierno elegido democráticamente soporte la estrategia editorial fuera de ética, promovido por un grupo empresarial extranjero. La paciencia de Evo Morales es superior.
Veamos algunos de los más recientes casos de manipulación del para-periódico del grupo PRISA en la capital boliviana, generalmente, devaluando las políticas del gobierno y manipulando la información?:
– Por ejemplo, la portada del martes 23 de septiembre de 2008 (ayer para los lectores) abre con un gran titular que dice «Crece el cerco con masistas del occidente y aval oficial». La foto que corresponde al titular mide 8x5cm. y muestra a los campesinos que están cercando Santa Cruz con palos en las manos, ningún arma. Pero la foto más grande de la primera página, que mide 17x12cm., muestra a manifestantes con pasamontañas y mostrando tres antiguos fusiles Máuser. Sin embargo, esa segunda manifestación fue el domingo en La Paz: no tiene nada que ver con Santa Cruz y se trata de fusiles en desuso. Como el cuento es que los campesinos que hacen el cerco a Santa Cruz están armados, la foto de los fusiles le va muy bien a su titular, aunque no tenga nada que ver uno con la otra. ¿A quién le extraña esta forma de actuar tan en la línea de El País? ¿A quién le extrañe que El País repita esta manipulación en su edición madrileña?
– Otro ejemplo: ha habido un columnista de La Razón, Pablo Stefanoni, que ahora es corresponsal de Clarín y de Il Manifiesto italiano; antes lo fue del bonaerense Página 12 y trabajó en Pulso, en La Paz, y es director de Le Monde Diplomatique de la región sur. Al principio del gobierno de Evo Morales ?al principio, digo–, Pablo Stefanoni trabajó como asesor del presidente Evo Morales durante unos seis meses máximo; luego renunció y volvió a trabajar en periodismo. Pero resulta que cuando él escribe para La Razón, el director del para-periódico de PRISA en Bolivia, Juan Carlos Rocha, le pone el siguiente crédito: «Pablo Stefanoni, ex asesor del presidente Evo Morales». Lo «raro» es que en La Razón escribe gente que tuvo cargos mucho más pesados en otros gobiernos, como en el gabinete del dictador Bánzer o Sánchez de Lozada -refugiado en EEUU con la bendición de Washington-, pero nunca jamás Juan Carlos Rocha le pone esas credenciales. Más ejemplos: Manfredo Kempff Suárez, que aparece ayer martes mismo con la etiqueta de «es escritor y diplomático», fue ministro de Información Gubernamental el año 2000 en el último gobierno de Bánzer, fue ministro de Gobierno y ex viceministro de Relaciones Exteriores de Hugo Bánzer.
– También ese mismo martes sale otra columna, ésta de Luis Eduardo Siles. Según La Razón, «es politólogo», pero oculta que fue diputado del MNR en varias gestiones y del círculo cercano de Gonzalo Sánchez de Lozada, el ex presidente en caza y captura por delitos cuya relación no caben en estas páginas.
– También ese día escribe Carlos Alarcón, quien fue viceministro de Justicia de Carlos Mesa ?un nuevo ?colaborador?, Mesa, de la contra de El País madrileño– y ahora aparece como el más neutral analista político y La Razón dice que «es abogado constitucionalista».
– Lo último que hicieron con Stefanoni fue ponerle esto: «Es asesor del presidente Evo Morales». Según los prisistas de la manipulación global, se les fue una «s» en vez de la «x». El periodista escribió en Pulso rabiosamente reclamando este asunto y ¿habrá aprendido a saber con quién se gasta sus letras?
– Una vez, La Razón tuvo que rectificar dos días seguidos una nota en la que aseguraban que el vicepresidente Álvaro García Linera les decía logieros (porque en Santa Cruz la derecha está en manos de las logias) a quienes pedían autonomía. Debido a que su gabinete de Comunicación les reclamó y les envió el texto literal del discurso al que hacían referencia y en el que no decía lo que ellos afirmaban, al día siguiente rectificaron. Sin embargo, en la «rectificación» citaron una frase textual del vice, pero –¡ah, la manipulación constante!– le aumentaron un «no» que no había dicho y que cambiaba el sentido totalmente. Por esa sinrazón de La Razón, llamaron a Juan Carlos Rocha y tuvieron que sacar otra vez la misma nota, esta segunda vez, sin el «no», al día siguiente. A este Rocha, que tan bien está manipulando, el día menos pensado lo repatriarán a Madrid? para seguir haciendo lo que viene haciendo en Bolivia.
Estos son unos pocos de los más cercanos ejemplos de la manipulación descarada y global del grupo PRISA, que no se limita a manipular en España y aprovecha su cabecera boliviana para orientar los pasos de El País en España. A todo esto, REPSOL contenta con su vocero y defensor en el país andino.