La justicia argentina condenó ayer a cadena perpetua a Reynaldo Bignone, último presidente de la dictadura militar, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de Campo de Mayo. En Campo de Mayo se habilitó uno de los mayores centros clandestinos de detención del régimen, así como una maternidad ilegal por la […]
La justicia argentina condenó ayer a cadena perpetua a Reynaldo Bignone, último presidente de la dictadura militar, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de Campo de Mayo.
En Campo de Mayo se habilitó uno de los mayores centros clandestinos de detención del régimen, así como una maternidad ilegal por la que pasaron varias mujeres secuestradas actualmente desaparecidas. Se calcula que por esa dependencia militar pasaron cerca de 4.000 personas que fueron detenidas de forma ilegal, la mayoría de las cuales siguen a día de hoy desaparecidas.
Este martes el tribunal federal ha condenado a Bignone por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 23 víctimas, entre ellas siete mujeres embarazadas, que dieron a luz en las instalaciones de Campo de Mayo durante la última dictadura (1976-1983) y que permanecen desaparecidas.
Se trata de la cuarta condena que recae sobre este ex general que formó parte de la dictadura que se prolongó en el país latinoamericano desde 1976 hasta 1983. De hecho, Bignone ya afronta otra cadena perpetua y dos condenas más de 25 y 15 años, en todos los casos por cometer graves violaciones de los derechos humanos.
El pasado martes el ex dictador comenzó también a ser juzgado junto a otros 24 ex militares por su presunta participación en el Plan Cóndor, en el marco del cual las dictaduras suramericanas se coordinaron para reprimir a disidentes.