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Caerá una lluvia torrencial… de oeste a este

Fuentes: ZeroHedge.

Traducido del inglés por Marwan Pérez para Rebelión

Empecemos con  esa  llamada telefónica. El  informe del Kremlin  es bastante sobrio, pero revela algunas claves.  No hay un acuerdo integral, todavía, entre Moscú y Washington. Lejos de eso: apenas estamos en la fase inicial de negociación sobre varios expedientes interconectados.

El presidente Putin no reveló absolutamente nada. La pausa acordada en los ataques a la infraestructura energética —no a la energía  y  a la infraestructura— implica que Putin impone un parón a los peligrosos ataques ucranianos contra la central nuclear de Zaporiyia.

Puede que esto se pierda entre toda la histeria occidental, pero hay dos condiciones absolutas expresadas por Moscú para que cualquier cosa en este enigma comience a cumplir con la realidad objetiva y no se convierta en un desastre narrativo de reality show:

1. “La solución en Ucrania debe tener en cuenta la necesidad incondicional de eliminar las causas profundas de la crisis: los legítimos intereses de seguridad de Rusia”.

2. “La condición clave para evitar la escalada del conflicto debería ser el cese total de la ayuda militar extranjera y el suministro de información de inteligencia a Kiev”.

El enviado especial estadounidense, Witkoff, afirma que los detalles del alto el fuego se concretarán el domingo en Arabia Saudita. Por mucho que griten, Kiev tendrá que aceptarlo.

Putin y Trump no pasaron más de dos horas hablando solo de hockey, de las confusas perspectivas de navegación en el Mar Negro, y de una pausa de un mes que limita el ataque a la infraestructura energética.

En esta coyuntura incandescente, lo que importa es extraoficial. Y bien podría haber sido Irán. Y la perspectiva de una lluvia torrencial.

He pisado el centro de siete bosques tristes
He estado frente a una docena de océanos muertos
He estado diez mil millas en la boca de un cementerio

Cierta entidad psicopatológica en Asia Occidental está obsesionada con aniquilar a todos sus oponentes. Putin debió haber tenido la oportunidad de explicarle a Trump que Rusia respeta la Carta de la ONU y se rige por el derecho internacional. Rusia e Irán, principales miembros del BRICS, firmaron una alianza estratégica integral el pasado enero en Moscú. Rusia proporciona información detallada de inteligencia y defensa aérea a Teherán.

Una narrativa proverbialmente histérica resalta la idea de que Tel Aviv, buscando el apoyo de Trump 2.0, está listo para lanzar ataques aéreos contra Irán para «impedir que se vuelva nuclear». Teherán, como lo detalló el ayatolá Jamenei, no tiene ningún interés en construir un arma nuclear.

Rusia no permitirá de ninguna manera que Israel, con el crucial respaldo estadounidense, cause estragos en Irán. Aun cuando Teherán ya es capaz de reaccionar ante cualquier ataque, con consecuencias devastadoras. Sin armas nucleares, e incluso sin la ayuda directa de Rusia.

La Operación Promesa Verdadera 2 (la Promesa Verdadera 3 sigue en suspenso) ya había demostrado la absoluta indefensión de Israel ante oleadas y oleadas de sofisticados misiles iraníes. Si Estados Unidos, bajo el liderazgo de Trump 2.0, participara en un ataque directo, todas sus bases militares en Asia Occidental serían incineradas, además de un severo castigo para los vasallos que las albergan. Resultado final: precios del petróleo por las nubes y una enorme crisis económica mundial.

Vi a un bebé recién nacido rodeado de lobos salvajes.
Vi una habitación llena de hombres con sus martillos sangrando.
Vi a diez mil habladores cuyas lenguas estaban rotas.

Mientras el autoproclamado pacificador estaba al teléfono puliendo la última versión de su Arte de Negociar, sionistas psicopatológicos genocidas con martillos sangrantes estaban desatando lobos salvajes sobre bebés recién nacidos desplazados, acurrucados en tiendas de campaña en llamas en Khan Yunis.

Y diez mil eurohablantes con la lengua rota guardaron silencio sobre el genocidio pero estaban listos para estallar en gritos de alegría prometiendo lealtad –y miles de millones de dólares en fondos– al enviado del autoproclamado ex Emir de Al Nusra, un moderado decapitador convertido en presidente vestido como Hugo Boss.

Todos gritaron un Sieg Heil con tintes eurovisivos al «ejército» mercenario del protegido, debidamente respaldado por los amos qataríes, británicos y europeos: salafistas-yihadistas vestidos de ISIS, restos de Al Qaeda, varios takfiris, chechenos, uzbekos, uigures, una Terror Inc. móvil de gira que ataca a alauitas, cristianos, chiítas e incluso sunitas moderados, facilitando la evisceración de Siria y la «donación» de grandes franjas de territorio soberano sirio a Tel Aviv.

La SS sionista de Bruselas, Medusa von den Lugen, colmó de alegría a las bandas moderadas de decapitadores —Al Qaeda R Us— con 2.500 millones de euros. Fue Catar quien presionó a la Comisión Europea (CE) para que invitara a Asaad al-Shaibani, el secuaz de Jolani convertido en ministro de Asuntos Exteriores, a la IX Conferencia de Bruselas para Donantes sobre Siria, incluso mientras al menos 7.000 alauitas y cristianos estaban siendo «masacrados» por sus matones, según el eurodiputado griego Nikolas Farantouris, quien visitó Damasco los días 8 y 9 de marzo y se reunió, entre otros, con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega de Antioquía y Oriente Próximo.

Al mismo tiempo, el director del circo excepcionalista de la “paz a través de la fuerza” –apodado en vastas franjas de la calle árabe como “El tonto de la Mermelada”– comenzó brutalmente a bombardear Ansarallah en Yemen, para obligar a los guerreros indomables a abandonar su inquebrantable apoyo a Palestina y revolcarse en la sumisión.

Además, “Bomb, bomb, bomb – bomb bomb Iran” volvió a ser el tema musical de los criptoBeach Boys, porque al final Teherán debe de convertirse sea como seas en Siria, Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Yemen del Sur: un lamentable régimen sionista colaboracionista.

El Eje de la Resistencia, desestabilizado pero no quebrado, está librando batallas titánicas y simultáneas contra el Eje de Sión genocida en varios frentes: los psicópatas asesinos en Tel Aviv; el ejército mercenario Jolani en Siria, tropas terrestres de facto de Israel, apoyadas simultáneamente, ideológicamente, por regímenes árabes sionistas y diversos grupos islámicos salafistas/takfiris que bendicen la masacre contra los palestinos; los totalitarios liberales eurobasura, que financian a Jolani; y Ansarallah en Yemen, bombardeado por Washington y el Pentágono.

Abdul-Malik al-Houthi, líder de Ansarallah, lo dejó muy claro en su discurso del 16 de marzo:

Nuestra decisión de apoyar al pueblo palestino, incluyendo nuestro intento de bloquear la navegación marítima israelí, que claramente ataca al enemigo israelí y a nadie más, tiene como único objetivo presionar a Israel para que abra los cruces fronterizos, permita la entrada de ayuda humanitaria y ponga fin a la hambruna en Gaza.

Así que Ansarallah no será destruido, pase lo que pase con el Imperio del Caos.

Estados Unidos es quien está convirtiendo el mar en un campo de batalla, lo que impacta directamente la navegación marítima y el comercio global. Nuestra decisión solo afectaba a los barcos israelíes, y ahora se extenderá a los estadounidenses, pero son ellos quienes convierten el mar en un campo de batalla y amenazan la navegación marítima. Es esencial que todas las naciones reconozcan quiénes constituyen la verdadera amenaza para las aguas internacionales y el movimiento de los barcos.

Comparados con la valentía yemení, los cobardes eurobasura podrían anhelar, en sus sueños más locos, sonar como un trueno, pero es más probable que se ahoguen bajo una ola masiva de irrelevancia, al son de tambores con las manos encendidas, tocando la canción yihadista siria. Ni siquiera deberían molestarse en susurrar, porque nadie los escucha.

Escuché el sonido de un trueno, que rugía una advertencia.
Escuché el rugido de una ola que podría ahogar al mundo entero.
Escuché a cien tambores cuyas manos ardían.
Escuché a diez mil susurrando y nadie escuchando.

La chica loca de remate de Estonia -con el coeficiente intelectual de un gusano desnutrido-, disfrazada de jefa de política exterior de la UE, quiere nada menos que 40.000 millones de euros para “ayuda militar” al país 404. Hungría, Francia, Italia, España y Portugal han emitido un rotundo “no”: al fin y al cabo, nadie tiene esa cantidad de dinero.

Ni siquiera Alemania ha firmado su propia promesa de 3.000 millones de euros, aunque la demencia acumulada no cesa: el futuro canciller de BlackRock está convencido de que «Putin ha declarado la guerra a toda Europa».

En Trump 2.0 nadie se molesta ni siquiera para dirigirle la palabra a la jefa de política exterior de la UE: sí, «nadie escucha». Una locura total, e irrelevante.

Para Trump 2.0, todo el espectáculo de la basura europea de la Jaula de las Locas es irrelevante: desde la estafa militar de 800 mil millones de euros de ReArm Europe hasta la duplicación de los políticos tontos y retontos de Macron y Starmer, ambos payasos tan ansiosos por desplegar 30.000 unidades de carne de cañón en el país 404 cuando su «seguridad» simplemente no estará garantizada por Mamá Pentágono.

El mensaje es tan contundente como La lluvia Torrencial: puede que ya ni siquiera seas una herramienta conveniente para nosotros. En el mejor de los casos, podrías ser reposicionado como un cesto de recursos (podrido). Estás en el menú. Como el antiguo Sur Global en el siglo pasado. Ahora te toca a ti.

Las proyecciones imperiales de un grupo de Hombres Huecos

Existe la posibilidad de que el rimbombante Trump, con su «paz a través de la fuerza», intente tejer una red de engaños contra el maestro del ajedrez Putin, mientras la eurobasura establece una barrera de seguridad al estilo sirio, con tropas europeas asegurando las zonas más sensibles de Ucrania. Todo esto enmascararía al eje sionista-conservador, una vez más, renovando su obsesión por «eliminar» a Irán del nuevo triángulo Primakov en los BRICS (Rusia-Irán-China en lugar de Rusia-India-China).

Según este guion puramente ilusorio, aprovechándose de un Irán “débil”, el Imperio del Caos volvería a reinar en Asia occidental, manipulando los precios de la energía para socavar la economía de Rusia y comprometiendo al mismo tiempo la seguridad energética de China.

La clave de estas obras proverbialmente infantiles —una mera proyección imperial— es que Putin no pretende formar parte del club imperial. Putin y varios miembros del Consejo de Seguridad en Moscú han acumulado miles de tesis doctorales sobre el engaño, los golpes de Estado, las mentiras descaradas, las traiciones flagrantes y los sabotajes geoeconómicos despiadados de Occidente.

Putin, Medvedev, Patrushev, Naryshkin, Lavrov, todos saben que el actual y angustioso director de circo está intentando terminar esta guerra, pero que siempre tuvo como objetivo destruir a Rusia, además de contener a China, y que fue diseñada principalmente como un pase de Ave María [medida desesperada para ganar partidos en los últimos segundos] para salvar al Imperio del Caos de su rápido declive.

Y todo eso nos lleva a Spengler, tal como  se reexamina en este magnífico análisis, y a donde la Lluvia Torrencial caerá mayormente sin piedad.

En lo que respecta a Europa, ahora nos encontramos con hombres fáusticos que ni siquiera son como los hombres huecos de T. S. Eliot, pues «Europa ha olvidado cómo criar conquistadores». La metáfora spengleriana de «la asfixia de una civilización joven por el cadáver de una antigua» sí es aplicable. Sin embargo, Rusia nunca fue fáustica: más bien tolstoyana.

Todos los que hemos pasado tiempo de calidad en Rusia tras el inicio de la SMO (optimización de redes sociales) tenemos la sensación de que es como si “la Tercera Roma siempre estuviera esperando, ganando tiempo, observando cómo Europa se destripaba a sí misma en el altar de su propia arrogancia”.

Ahora Rusia parece haberse despojado de su «piel occidental», volviendo a sus propias raíces: euroasiáticas, ortodoxas, esteparias. Personalmente, me sentí abrumado por esta iluminación cultural y espiritual no solo en las noches blancas de Moscú, Kazán o Vladivostok, sino sobre todo viajando por la tierra negra de Novorrusia, donde el «orden internacional basado en normas» llegó a su fin.

El Occidente fragmentado está atrapado en una simulación total al estilo Baudrillard de su propia creación, mientras que Rusia opera a toda máquina en la realidad objetiva. Y, de hecho, «esta es la razón por la que Occidente no puede ganar en Ucrania. Lucha como una entidad burocrática, no como un pueblo. Y Rusia, a pesar de todos sus defectos, lucha como un pueblo».

No hay que subestimar a los actuales Hombres Huecos que se hacen pasar por «líderes» políticos europeos. Se vengarán de sus propios conciudadanos europeos.

Christine “Vuitton” Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), dijo: “El euro digital es más crucial que nunca”.

Traducción: todas las cuentas bancarias europeas serán transferidas al BCE. A esto hay que sumarle la proclamación de la Medusa Tóxica en Bruselas: «Este mes [marzo de 2025], la Comisión Europea presentará la Unión del Ahorro y la Inversión. Convertiremos el  ahorro privado  (cursiva mía) en inversiones muy necesarias».

Traducción adicional: son los ahorros privados de los ciudadanos europeos los que serán robados e invertidos en 800 000 millones de euros belicistas para la «defensa» de Europa contra la perenne «amenaza rusa». ¡Lluvia desenfrenada sobre todos y cada uno de los ciudadanos europeos!

Quizás te preguntes por qué  un poema estructurado como un salmo,  compuesto a máquina en Greenwich Village,  Nueva York, en 1962, poco antes de la crisis de los misiles cubanos, por un joven de 21 años recién llegado de un cinturón industrial de Minnesota, narra nuestra gran historia actual de arrogancia y engaño. Ese es el poder inconquistable del arte.

Voy a volver a salir antes de que empiece a llover
Caminaré hasta las profundidades del bosque negro más profundo
Donde la gente es mucha y sus manos están todas vacías
Donde las bolitas de veneno inundan sus aguas
Donde el hogar en el valle se encuentra con la prisión húmeda y sucia
Donde el rostro del verdugo siempre está bien escondido
Donde el hambre es fea, donde las almas se olvidan
Donde el negro es el color, donde ninguno es el número

Bolitas de veneno inundarán las aguas; las almas serán olvidadas, especialmente las de los Hombres Huecos; algunas, en la Mayoría Global, pueden incluso ser suficientemente ingeniosas y emerger de las profundidades del bosque negro; pero sobre todo, aunque el rostro del verdugo permanecerá bien oculto, muchos finalmente podrán ver quién realmente es.

Fuente: https://www.zerohedge.com/geopolitical/escobar-hard-rains-gonna-fall-west-down-east

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.