Tres comunidades mapuche de Neuquén articularon acciones y echaron a un empresario que había invadido el territorio indígena. «Esta acción se llevó a cabo sin violencia, pero con la firmeza de nuestros reclamos, que se fundamentan en la preexistencia y la posesión inmemorial», explicaron en un documento conjunto las comunidades Felipin, Cayupan y Paineo. En […]
Tres comunidades mapuche de Neuquén articularon acciones y echaron a un empresario que había invadido el territorio indígena. «Esta acción se llevó a cabo sin violencia, pero con la firmeza de nuestros reclamos, que se fundamentan en la preexistencia y la posesión inmemorial», explicaron en un documento conjunto las comunidades Felipin, Cayupan y Paineo.
En el departamento de Catán Lil (en el centro-sur de la provincia) se incrementaron los últimos años los conflictos territoriales sobre campos de veranada y caminos de arreo. En los últimos meses se hizo pública una supuesta compra, por parte del empresario Alejandro Chaparro, de un lote en el paraje Purrufe Peweñ, a Jubileo Pintos (miembro de la comunidad mapuche Cayupan). El predio en cuestión es territorio ancestral, y de uso actual, del Pueblo Mapuche.
En 2012, la Subsecretaría de Tierras de Neuquén rechazó la transferencia de tierras entre Jubileo Pintos y Alejandro Chaparro (Disposición 68/12).
A pesar de la negativa de la Subsecretaría, la esposa de Jubileo Pintos (Isabel) y sus hijos fueron desalojados del territorio mapuche, la vivienda fue destruida y los animales arriados fuera del campo.
A inicios de marzo, personas contratadas por el empresario Chamorro comenzaron a construir sobre las tierras de la familia Pintos, y también en parcelas de la comunidad mapuche vecina (Felipin).
La comunidades Felipin, Cayupan y Paineo se organizaron y, de manera conjunta, frenaron la construcción, obligaron a los empleados de Chaparro a retirarse del lugar e incluso llevarse los materiales de construcción. Y, las comunidades juntas, recuperaron el predio.
«Las tres comunidades han definido llevar adelante acciones sobre el territorio, acompañando los legítimos derechos de la familia Pintos, apoyando a la comunidad Cayupan, a fin de recuperar el territorio usurpado, ante la inacción de las instituciones que debieran actuar», explicó Santiago Luis Herradón, de la Fundación Hueche, que acompaña a las comunidades.
El Equipo Diócesano de Pastoral Aborigen (Edipa) emitió un comunicado de apoyo a las comunidades. Exigió la «inmediata restitución» del territorio a las comunidades, reclamó que el gobierno provincial intervenga e instó a respetar los derechos territoriales de las comunidades indígenas.
Las comunidades mapuches explicaron que, «ante la inacción del poder político y la Justicia», decidieron «endurecer» su posición y realizaron un corte de camino selectivo: prohibieron el paso al empresario Chaparro y a sus empleados.»Chaparro y su gente pretende ignorar la presencia mapuche en estas latitudes, pero hay sobradas documentaciones que prueban nuestra permanencia en los territorios. Pretende desconocer el marco normativo vigente en el país y la provincia, presentando censuras y solicitud de compra en territorio de la comunidad mapuche Felipin. De ninguna manera aceptaremos esos argumentos porque soslayan el derecho mapuche», advierte el comunicado mapuche.
El empresario Chaparro continua en tierras de la familia Pintos. Las comunidades, y las organizaciones que acompañan, exigen que se investigue la «supuesta venta» y que la familia Pintos pueda volver al territorio.