Una densa masa de humo se alojo en el espacio aéreo de Buenos Aires y alrededores durante los últimos días, densa masa de humo de la cual se atestaron de hablar todos los medios de comunicación y los gobernantes, y claro, todos los ciudadanos. El tema es importante, pero me pregunto si el humo es […]
Una densa masa de humo se alojo en el espacio aéreo de Buenos Aires y alrededores durante los últimos días, densa masa de humo de la cual se atestaron de hablar todos los medios de comunicación y los gobernantes, y claro, todos los ciudadanos. El tema es importante, pero me pregunto si el humo es lo único que sucede en Argentina. Parece que la espesa masa de humo se posó más sobre las rotativas de los periódicos, las cámaras de TV de los noticieros o los micrófonos de las radios que sobre el cielo, porque la semana pasada sucedió un tema trascendental, del cual poco se escribió en los diarios y casi nada se transmitió por el ojo del «cíclope de cristal». No se si serán mis delirios de jefe de redacción frustrado o si estaré en lo cierto, pero la noticia de la represión y desalojo a los trabajadores de IMPA (Industria Plástica y Metalúrgica Argentina) merecía mejor suerte en la repartija nada azarosa, de los espacios mediáticos.
Usted estará diciendo, «bueno hombre, pero qué pasó»; entonces le cuento que IMPA, la primera fábrica recuperada, fue desalojada por orden del juez en lo comercial Víctor Hugo Vitale. La empresa ya había tenido un intento de desalojo la semana pasada, frenado por los trabajadores. La policía realizó un nuevo operativo el martes a la noche, cuando había sólo cuatro personas en la planta, quienes fueron fácilmente sacados del edificio. El jueves se produjeron serios y violentos incidentes entre los trabajadores de la Cooperativa y la policía. Los trabajadores denunciaron ser agredidos con empujones, balas de goma y dispersados con agua por la resistencia que oponían al desalojo de la entidad, solicitado por el juez, quien lleva adelante el pedido de quiebra presentado por dos acreedores de la cooperativa. Una empleada de la entidad reveló al Diario «Critica de la Argentina» que como producto de las revueltas fueron detenidas las dirigentes Sonia Gutierrez y Natalia Sosa, y llevadas a la comisaría Nº11, así como también estudiantes de la Escuela Superior que funciona en el interior de la fábrica, quienes también acompañaban a los trabajadores en su pedido.
Si la quiebra se efectiviza, noventa familias quedarían en la calle, fuera del mercado laboral, y fuera de la Fábrica a la cual recuperaron del abandono del dueño y de una deuda de más de 5 millones de dólares. Además, dirigentes de la Cooperativa afirmaron que ya habían llegado a un acuerdo con los acreedores y que de la deuda que el antiguo dueño había dejado, los trabajadores ya habían pagado casi el 90%. La imbecilidad de los burócratas de siempre, esos que gozan de un status social «pro», no tiene limites, al juez que ordenó el desalojo no le importó nada las 90 familias ni toda la historia y actualidad de la fabrica IMPA, porque detrás podrían esconderse los negocios inmobiliarios de la conducción Macri, el gobierno de la ciudad quiere menos Cooperativas y más Shoppings.
¿Por qué es tan importante que se quiera avasallar a los trabajadores y el proyecto de IMPA? Bueno, conozcamos algo de su historia y su proyecto, y para eso no voy a citar ni trabajos académicos ni autores o opiniones cercanas a la Cooperativa, para que se den una idea de lo que IMPA simboliza voy a citar lo que afirma el mismo gobierno de la ciudad de Buenos aires en su pagina Web, allí se dice que «Su conformación como empresa recuperada remite a mayo de 1998 cuando un conjunto de trabajadores de la cooperativa introduce cambios en la dirección ante la burocratización y vaciamiento que había producido la anterior gestión. En ese entonces, el futuro de la empresa en tanto cooperativa se vislumbraba improbable, tanto es así que en diciembre de 1997 la empresa se había presentado a concurso preventivo de acreedores con una deuda de 8 millones de dólares. Por otra parte, la producción se encontraba prácticamente paralizada. En este contexto un grupo de trabajadores ocupó la empresa y posteriormente realizó una asamblea con la que renovaron la dirección de la cooperativa. A partir de la recuperación, y con la nueva gestión, se reactivó la producción y se renegoció la deuda, consiguiendo un acuerdo homologado con los acreedores. Sesenta fueron los trabajadores que comenzaron el proceso en 1998, en la actualidad, son ciento sesenta y nueve. Por otro lado se logró también una mayor democratización de la empresa, produciéndose un importante proceso de igualación entre los trabajadores. La empresa también se conformó en un importante centro de la vida barrial, en su interior funciona un centro cultural, un centro de salud y un centro educativo, así como otras cooperativas.» Si estas son las palabras de los mismos que hoy miran para el costado ante el desalojó, sabemos que IMPA es eso y mucho más.
Es principalmente un ejemplo de capacidad de lo trabajadores y de incapacidad de los patrones, es un ejemplo de democracia y de un proyecto distinto de sociedad. Con esto no digo que IMPA sea un lugar lleno de angelitos, no, lo que digo es que ante la adversidad los trabajadores revirtieron la situación, lograron pagar deudas y además sobrevivir en la Argentina porque se organizaron distinto, en IMPA no hay patrones, allí se reparten parejo las cargas del trabajo y los beneficios de trabajar, porque el que está al lado tuyo no compite contra vos, sino que coopera con vos. En IMPA el «codo a codo» es de verdad, no es un discurso vacio de la burocracia empresarial que gasta más dinero en técnicos en «comunicación en las organizaciones» para hacerles creer mentiras a los trabajadores que en darles a los obreros lo que les corresponde, y eso no es más que el fruto de su trabajo. De IMPA no se habla porque es un ejemplo viviente de que los trabajadores pueden organizarse de modo diferente a como lo exige el capitalismo.
Por qué digo que IMPA no es un lugar lleno de angelitos, bien, es simple, como toda organización, esta conformada por hombres y se encuentra dentro de esta sociedad, por lo tanto está atravesada por todos los problemas de nuestra sociedad. A lo largo de su trayectoria IMPA ha tenido divisiones internas, dentro de la misma empresa hay un sector minoritario que hasta ha estado identificado políticamente con Aldo Rico, como hay un sector mayoritario que impulsa todo tipo de proyectos sociales y culturales. Hace unos años el grupo minoritario intentó tomar por la fuerza la empresa, hubo tensión, pero se logró realizar una elección en la cual ganó el sector de los trabajadores más independiente de los partidos políticos. Es decir, no opongo una realidad angelical al diabólico mundo empresarial, hablo de hombres y mujeres que con diferencias, como las que existen en cualquier lugar, han luchado por su trabajo y han desarrollado un proyecto fantástico y democrático, del cual varias naciones no pueden decir lo mismo.
En la mejor época de su gestión como Fábrica recuperada, IMPA abrió un centro cultural que ofrecía obras de teatro y talleres de cuanta cosa se podía aprender: fotografía, acrobacia, historieta, música e historia, entre otras cursadas. Fue también la primera en montar un bachillerato popular para adultos que hoy funciona en una sede de la UBA.
Por último permítanme decirles que la semana pasada en el mismo horario en que Tinelli denigra a la mujer y utiliza todo en pos del rating, en el canal Encuentro se transmitía un informe sobre IMPA, en el cual se mostraba la alegría con la que trabajan los obreros, mano a mano, codo a codo, también se mostraban los más de 25 espacios culturales que se desarrollan en la Fábrica recuperada y se escuchaba la declaración de uno de sus trabajadores, que entre lágrimas se autoproclamaba «hijo de los desaparecidos», ya que cinco de sus mejores amigos habían sido secuestrados y hoy están en esa insultante condición de «desaparecidos». Mordiéndose los labios para no largar el llanto, el obrero dijo que sus amigos tenían todos sus datos, pero prefirieron ser torturados y morir antes que entregarlo, antes que hablar, y que desde aquí provenía su fuerza.
La historia de la solidaridad obrera obliga a este hombre a seguir luchando por un trabajo digno, es decir, por un trabajo que rompa las cadenas de un sistema opresor, que rompa la alineación del trabajador, y para eso las Cooperativas son un paso adelante, parcial, pero un gran paso adelante, más aún cuando como IMPA, tienen una enorme vocación cultural y popular.
Mientras desde el poder se reprime, desaloja y destruye este proyecto popular, una pata importante del poder, los medios de comunicación, callan. Densa cortina de humo sobre los ya malos aires de Buenos Aires, humo sobre los medios, humo sobre la realidad, humo sobre los proyectos culturales y populares, humo sobre la independencia de los obreros, humo sobre la vida digna que deja en el aire ese asqueroso olor a represión.
Fuentes:Critica de la Argentina
Pagina 12
Canal Encuentro