Recomiendo:
0

Coyuntura: economía, elecciones y conflicto

Fuentes: La Arena

En el último aniversario del 1 de Mayo los trabajadores del mundo todo levantaron sus reivindicaciones e hicieron escuchar sus propuestas. En nuestro país esas reivindicaciones parecieran estar más orientadas a lo que visualizan para el futuro pos electoral que a la coyuntura inmediata. Eduardo Lucita* Un nuevo aniversario del Día Internacional de los Trabajadores, […]

En el último aniversario del 1 de Mayo los trabajadores del mundo todo levantaron sus reivindicaciones e hicieron escuchar sus propuestas. En nuestro país esas reivindicaciones parecieran estar más orientadas a lo que visualizan para el futuro pos electoral que a la coyuntura inmediata. Eduardo Lucita* Un nuevo aniversario del Día Internacional de los Trabajadores, el 129 desde que el Congreso Obrero Internacional, reunido en París en 1989, lo instituyera como fecha emblemática de los trabajadores del mundo se celebró este mes. O el 125 desde aquella histórica concentración en el Prado Español de Buenos Aires. Como tantas otras veces el Estado, los medios de comunicación masivos y no pocas organizaciones sindicales intentaron desnaturalizar la fecha. «Celebración del 1 de Mayo» para unos; «Fiesta del Trabajo» o «Día del Trabajador» para otros. Cuando se dice celebrar se pretende borrar que aquella fecha rinde homenaje a los obreros anarquistas asesinados por el Estado norteamericano. Cuando se la caracteriza como fiesta se pretende hacer ver que es posible la coexistencia pacífica entre obreros y patrones; cuando se la identifica como día del trabajador se busca disolver el carácter colectivo de la fecha.

Es necesario reiterarlo año tras año: se trata de una conmemoración y por eso conviene recordar su origen. Fue un primer día de mayo de 1886 en que miles de trabajadores en los alrededores de Chicago iniciaron una secuencia de manifestaciones rechazando las larguísimas jornadas de 18hs que les imponían las empresas que se negaban a respetar la jornada legal de 8 horas. Manos anónimas colocaron un explosivo en una de esas manifestaciones que mató a una persona e hirió a varias. La policía reprimió brutalmente matando e hiriendo a numerosos trabajadores. Ocho de ellos fueron detenidos, en un juicio sumarísimo cinco fueron condenados a muerte, uno se suicidó en la cárcel, los otros cuatro fueron ahorcados en el patíbulo. Varios años después la justicia del mismo Estado confesaría que esos trabajadores ahorcados eran inocentes. Desde 1889 la fecha se conmemora en todo el mundo. En todo el mundo menos en EEUU y Canadá que en el colmo de la hipocresía se celebra con un desfile el primer lunes de septiembre. En nuestro país, como todos los años numerosos colectivos de trabajadores, agrupaciones sindicales y algunos sindicatos seccionales se concentraron en Plaza de Mayo y en numerosas plazas del interior del país, para levantar sus reivindicaciones y hacer escuchar sus propuestas. Sin embargo esas reivindicaciones y propuestas parecieran asumir la forma de una proclama preventiva frente a los tiempos por venir.

La economía

Sucede que los desequilibrios estructurales se van acumulando pero la calma chicha que atraviesa la economía se está acentuando. El gobierno ha pasado a una etapa de administración de la crisis potencial y en esto ha sido hasta ahora muy eficiente. La crisis cambiaria no se produjo, por el contrario los swaps con China -que está operando como prestador de última instancia, función que antes cumplía el FMI- la nueva emisión de deuda (colocación de bonos de la Nación y obligaciones de YPF) y el inicio de ingresos de la cosecha gruesa han recompuesto las reservas, con lo que se espera ingrese hasta agosto (unos 20.000 millones de dólares) se estima estarían garantizados los dólares necesarios hasta fin de año (además están sin utilizar unos 6.000 millones de los swap chinos). Por lo tanto ha conjurado cualquier rumor o tendencia devaluacionista en tanto que el dólar paralelo (blue) está frenado y la inflación esperada es de 8 a 10 puntos menor que la del año pasado. Así la economía sigue estancada aunque sostenida por una mayor demanda -créditos subsidiados- y una tenue recuperación en algunas actividades, que ha frenado o morigerado la caída del empleo. En tanto que la conflictividad social ha sido baja, al menos hasta ahora. Sin embargo es necesario tener en cuenta que hay un paro general en el horizonte próximo y conflictos duros en Aceiteros, Bancarios y Metalúrgicos y se esperan en Camioneros y Alimentación y gremios del sector Transporte. La posición del gobierno de no homologar acuerdos paritarios más allá del 26 por ciento (en una sola cuota que es más que el 30 en dos) no hace más que estimular el conflicto. El trasfondo de todo sigue siendo el agotamiento del «modelo» resultado de limitaciones propias y de que el viento de la economía mundial, ayer de cola, hoy sopla de frente.

La política

En lo inmediato la calma chicha impacta en el proceso electoral en curso. El FPV saca partido a su favor y crecen sus posibilidades. En paralelo se deshilacha el FR, que sufre la fuga oportunista de dirigentes intermedios, y crece el PRO, con lo que se profundiza la polarización. No son pocos los analistas que especulan que si las elecciones fueran ya el FPV, con Scioli como candidato, podría ganar en primera vuelta. Es esa condición del kirchnerismo de recuperarse cuando se lo da por perdido, de retomar el centro de la escena cuando se lo da en retirada, lo que en estos días preocuparía al poder económico más concentrado que no acepta regulaciones, por mas tímidas que estas fueran. Tal lo que señala el analista Hugo Presman, basado en un informe de la consultora Poliarquía: «Esto es lo que lleva al poder económico a presionar para repetir el acuerdo mendocino de prácticamente todos los partidos políticos, con excepción del trotskismo, para derrotar al kirchnerismo». Claro que este intento tropieza hasta ahora con las ambiciones personales de Macri y Massa. Mientras tanto el FIT viene combinado resultados muy buenos con otros bastante dignos, en un cuadro general que ha achicado los espacios para la izquierda. Si se comparan sus propuestas con las de los candidatos con posibilidades, y aún de los desprendimientos menores, la conclusión es una sola: es la única fuerza que presenta una alternativa realmente diferenciadora del conjunto. Así la real polarización, obviamente en condiciones muy desiguales, sería del conjunto de las alternativas del sistema con el FIT.

Los trabajadores

El año pasado «se destruyeron 63.000 puestos de trabajo, resultado de la pérdida de 173.000 puestos registrados y de la creación de 77.000 empleos asalariados no registrados y 24.000 empleos por cuenta propia» (IPyPP). A esa sustitución del trabajo formal por el informal y la destrucción de empleos debe adicionarse la pérdida de 5 a 7 puntos del salario real y de los ingresos de jubilados y pensionados. El ingreso promedio de los ocupados, según el mismo instituto, se ubica en los 6.000 pesos, mientras que 6 de cada 10 ocupados gana por debajo de los 6.500, siendo que la canasta familiar es muy superior. Así la pobreza ha crecido. Según la Encuesta de Hogares del Indec en 2014 hay 400.000 empleos menos que un año atrás. Son metodologías de cálculo diferentes pero ambas indican la actual debilidad del mercado de trabajo. En este contexto los trabajadores miran más allá de la coyuntura inmediata, porque estos indicadores pueden agravarse. Son conscientes que los desequilibrios estructurales en algún momento deberán ajustarse, que esto está en el centro del debate de las distintas fracciones que compiten con posibilidades electorales y que como siempre, si no se lo para, el ajuste recaerá sobre ellos, más allá de si es gradual o de shock. Las direcciones sindicales tradicionales debaten entre así la unificación en una sola CGT, esto puede ser útil y funcional a sus intereses corporativos pero no necesariamente para dar respuesta a los desafíos que se vienen. Por el contrario en las bases obreras y sindicales la inteligencia colectiva está develando preocupaciones hasta ahora ocultas: no quieren ser el pato de la boda. Buscan entonces como enfrentar los tiempos por venir. La reciente concentración en Plaza de Mayo contó por primera vez con un orador de «Rompiendo Cadenas» una corriente político sindical independiente de los partidos, que desde hace una década reúne a dirigentes intermedios y activistas de base y que ahora salió al ruedo. Tal vez un indicio de los tiempos por venir.

* Integrante del colectivo EDI-Economistas de Izquierda.