La presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cargó duro contra dos de los seis gremios que conforman las diversas actividades de la compañía aérea Aerolíneas Argentinas -privatizada por Carlos Menem y actualmente en proceso de expropiación- durante la inauguración de un hangar en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires. La presidenta […]
La presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cargó duro contra dos de los seis gremios que conforman las diversas actividades de la compañía aérea Aerolíneas Argentinas -privatizada por Carlos Menem y actualmente en proceso de expropiación- durante la inauguración de un hangar en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.
La presidenta denunció varios casos simultáneos de pilotos que experimentaron colitis, motivo por el cual varios vuelos fueron cancelados en Roma, París o Auckland. También denunció un caso en el que el cátering de un avión de United Airlines no fue subido al avión por causa de un bloque del gremio del transporte que impidió la entrada de los camiones con los alimentos.
La empresa emblemática conducida por un joven dirigente kirchnerista está siendo atacada por la burocracia sindical que fue alimentada y engordada durante los últimos 8 años por el propio gobierno pero además por las otras compañías extranjeras que quieren sacar del «mercado» a la línea de bandera.
El gremio de Hugo Moyano está jugando fuerte contra la presidenta pues estaría implicado en varios casos de corrupción y no fue satisfecho con candidaturas legislativas en las recientes elecciones ganadas con un 54% de los votos emitidos.
Así, el capitalismo en serio pregonado por Cristina Fernández, del que la burocracia forma parte, está mostrando un lado flaco en su esquema de administración de los recursos públicos donde los gremios juegan un rol destacado de apoyo al modelo de acumulación capitalista argentino.
El capitalismo financiero global denunciado en Cannes por Cristina está cercando su capitalismo «en serio», donde darle de comer a los burócratas sindicaleros (sindicalistas bandoleros) definitivamente trae colítis.