Gracias a la publicidad la prensa nos mantiene informados, gracias a la publicidad en las televisiones, además de hacer otro tanto, nos entretienen con buenísimas películas y todavía mejores programas. Bueno, eso creía yo hasta que un primo periodista me abrió los ojos. La prensa a lo que se dedica principalmente es a vendernos propaganda […]
Gracias a la publicidad la prensa nos mantiene informados, gracias a la publicidad en las televisiones, además de hacer otro tanto, nos entretienen con buenísimas películas y todavía mejores programas. Bueno, eso creía yo hasta que un primo periodista me abrió los ojos. La prensa a lo que se dedica principalmente es a vendernos propaganda en todos los frentes, hasta en los más inimaginables. Con clientes y lacayos de toda estopa, desde el presidente de la República francesa y el Pocero entre los primeros, al bueno de Urdaci y al más pintado entre los segundos. No hay más que echar un vistazo a todo el espacio que la dedica. Desde luego, los lugares más destacados y páginas enteras a todo color. En las televisiones, incluida las públicas, tres cuartas partes de lo mismo. El metraje dedicado a los anuncios ha ido ganando terreno, pese a lo que prescriban las leyes, de manera que se invierten los hábitos: hay que acudir al W.C. o fregar los platos después de la publicidad, tal como hace mi hija alguna vez que encendemos la caja tonta (no sé porque la llaman así). Esto se puede evaluar por el consumo de agua. Hagan la prueba y comprueben ustedes mismo caseramente cuando sube con menos presión.
Gracias a la publicidad, un servidor incluso puede llevar adelante este blog, se llama sakurambo tsumamu, lo digo pos si les pueden interesar sus magníficos mensajes publicitarios (como ven el nombre es facilísimo de recordar, sakurambo tsumamu). Uno es lo bastante humilde para reconocer que mis interminables artículos se pueden resumir en dos o tres eslóganes brillantes, algunos del tipo aquel tan afortunado como «los-rojos-no-usaban sombrero» u otros más bien admonitorios: «aprende a escribir en Fuentetaja o en la pensión Kafka«. Algo de caso los he hecho. A partir de ahora para descubrir lo que de verdad digo en lo que escribo pienso fijarme con atención en los anuncios que aparecen en su alrededor. A saber:
Si entra en mi portal usted, atento lector, estará al día y a la última porque «La Moda llega a Afflelou» y gracias a Afflelou y a mí, usted, querido lector, podrá presumir de no ser un ignorante (o, faltaría más, le ofrecemos la posibilidad de serlo. Como guste). Podrá, igualmente obtener el carné de paracaidismo en dos días, aprovechar la Oferta de Cursos Gratis para «ponerse al día», o no pasar por alto el bombardeo del mercado de Alicante, me temo que no hablo en sentido figurado por la fecha: 25 de mayo de 1939.
Gracias a los anuncios de Google he podido averiguar lo sustancial de cada uno de los post publicados. No hay que llamarse a engaño.
Aclaro que el de la foto y borracho soy yo, por si acaso. |
– Yo trataba de opinar sobre las injurias-al-rey, valiente sandez, lo ignoraba todo: il re é nudo: Fraude Fiscal, Memento Fiscal 2009 -avisan otros- o sea Memento, imperativo del latín: acuérdate del IRPF, no te pase como al Rey y a Lola Flores, Lola I de España. Tampoco debe quejarse, en un pispás se le ofrece un ramillete de abogados penalistas para su defensa o le aconsejan Jurisprudencia Española respaldada por el grupo Aranzadi (vasco, pero nada sospechoso). Los había más surrealistas: «que trabaje para el ayuntamiento». Oigan, que de estos anuncios se hace responsable la Empresa Anunciante. Tengamos la fiesta en paz.
– Si lo que trataba es de hablar de la situación en Gaza lo importante es aprender inglés en dos semanas, ¡con dos cojones! Para otros es saber, «Sepa quién alimenta a Gaza» -advierte-. Hay uno, en principio en la misma línea: «5 kilos a la semana?» Error: puesto que añade «sí es posible para perder peso mucho y rápido» ¿O es que se nos invita a viajar a la franja? O puede que la solución al conflicto esté en presentarlo en clave más alegórica, como (Aclaro que el de la foto y borracho soy yo) algunos analistas han hecho en otra sede mediante el-discurso-de-la-tapia o como problemas-de-vecindario. En ésta se han apoyado en el choque generacional padre – hijo, especialmente, frente a la enuresis. El que se mea, digo yo, que será Israel.
– Evocando la-tragedia-de-ribadelago descubro después que me he pasado al reportaje turístico o de viajes. Lo más acogedor o más seguro que el turismo rural es el Parador Nacional para visitar el Lago Sanabria.
– Que pregunto por el-hombre-que-mató a-durruti-y-ascaso. Me responde todo un gremio de pesados anunciantes otra vez con sombreros o con un reloj de lujo Tudor. ¿Es que Durruti usaba sombrero o esos relojes? Según el novelista Pedro de Paz, autor del best-seller «El hombre que mató a Durruti» es bastante probable. Aunque es lo más sorprendente que se ha escrito desde su enigmática muerte, no todo va a ser frivolidad. Al otro lado del muro alguien se pregunta «cómo podemos mejorar el mundo en que vivimos? Entérate Aquí!»
-Que al abrir el blog sakurambo tsumamu cito a Baltasar Gracián, pues lo confunden con otro paisano de Calatayud que hace un vino cojonudo de uva garnacha. Un poco fuertecico, eso sí, maño. Y de paso prefieren el blog de Rita, laviejita.com.
-Que escribo sobre la cárcel desde mi celda, ¡me contestan en inglés!
-Que yo hablo de prejuicios-y-etiquetas, pues me recuerdan haberme dejado las etiquetas adhesivas y otras etiquetadoras.
Así podríamos seguir ad infinitum, mas yo también prefiero en estos momentos comprobar de todo lo que llevo escrito, lo que realmente he dicho. Con cierto pesar he de admitir que notoriamente suelen ser esos curiosos consejos publicitarios lo más interesante. Vayamos, por fin, a la publicidad. No sin antes dar las gracias a Google, por ilustrarme tanto. Y, por favor, compren los productos, y sobre todo, las marcas anunciadas. Sean buenos, háganme caso.
(Entrada escrita mientras escuchaba «Tengo una pregunta para usted, Presidente»).
/Blas López-Angulo
Blog del autor: http://sakurambotsumamu.blogspot.com/