Dos anotaciones sobre dos noticias que aparecen en Público el vienes 25 de septiembre de 2009. La primera: En las páginas 40 y 41 del diario se da cuenta de la llegada a España de los reportajes inéditos sobre la Guerra Civil española de los cineastas Roman Karmen y su compañera Makaséeva y de fotografías, […]
Dos anotaciones sobre dos noticias que aparecen en Público el vienes 25 de septiembre de 2009.
La primera: En las páginas 40 y 41 del diario se da cuenta de la llegada a España de los reportajes inéditos sobre la Guerra Civil española de los cineastas Roman Karmen y su compañera Makaséeva y de fotografías, más de mil copias, que tomaron los brigadistas internacionalistas de la antigua Unión Soviética, «las tropas» se señala en la noticia. Se cuenta que en las filmaciones aparecen Pablo Picasso y la Pasionaria cavando trincheras en el Parque del Oeste, y que uno de los reportajes muestra a Durruti en conversación con Mijail Koltsov, el corresponsal de Pradva, una hora antes de morir en Madrid por un disparo fortuito.
Se reproducen en el reportaje cinco de estas fotografías. La primera muestra una de las trincheras de la defensa de Madrid; en la segunda se puede ver «El Campesino»; en la tercera podemos ver unos brigadistas con el puño alzado; la cuarta es la fotografía de un muerto o herido republicano recogido por los servicios sanitarios de la República, y, finalmente, la que acaso impresione más, una quinta fotografía muestra un combatiente republicano despidiéndose, besando y abrazando a su hija de corta edad. No vale perdérsela. Fijen su atención (y emoción) en ella.
Y no se pierdan tampoco el pie de foto que la acompaña. El siguiente, no cambio ni una coma: «La instantánea rescatada (sic) de los archivos rusos (sic) recoge el momento en que un miliciano se despide de su hija. La propaganda soviética otorgó mucho valor a los gestos humanos, en contraste con la filmografía de los nazis, más centrada en los efectos de los bombardeos».
Ni que decir tiene que el término «propaganda» no es usado aquí con buena intención político-cultural. Suena a panfleto, publicidad o similar. No vale distinguir, según parece, entre la acción, oral, escrita o fotografiada, pongamos por caso, de propagar o difundir ideas, concepciones y sentimientos políticos, de la publicidad, sofisticada o no, que suele ser una de las aristas más impúdicas del capital y sus servidores, vértice, por lo demás, que refuta, en su misma existencia, la arrogante e incomprensible idea (¿idea?) de que el mercado, por sí mismo, sin más aditamentos, es un procedimiento impecable de asignación justa y racional de recursos.
No es éste el punto, sin embargo. La cuestión es otra que acaso pertenezca al mismo equipaje filosófico. ¿Desde qué cosmovisión, desde qué digamos ideología, desde que presupuestos axiomáticos, desde qué concepción del mundo, se puede comparar al comentar esta hermosísima fotografía, y aunque sea por contraste, la «propaganda soviética», que se dice otorgaba valor a los gestos humanos, y la filmografía nazi centrada en los efectos de los bombardeos? ¿Qué sentido tiene una comparación así? ¿Qué significado político-cultural tiene poner en la misma balanza filmografía nazi y fotografía soviética? ¿A qué viene esta vinculación, aunque, insisto, sea por contraste? ¿Se trata de nuevo de poner en el mismo saco y en paralelo, como caras de la misma dictatorial moneda, la Alemania nazi y la Unión Soviética, marcando en este caso la diferencia de procedimientos? ¿Es una conjetura irrazonable, una torpeza inadmisible, una paranoia extraviada mi sospecha?
Acaso lo sea, pero un paso del artículo alimenta ese sendero. El autor del artículo señala, en la misma línea que el pie de foto, que los primeros reportajes de los Servicios Informativos Soviéticos sobre la Guerra Civil española ofrecen unas imágenes más humanas que bélicas sobre la defensa de Madrid. Los Servicios Informativos, se apunta, eran el Nodo de los rusos. ¿El Nodo franquista es el equivalente de los Servicios Informativos soviéticos? ¡Qué tendrá que ver la falaz publicidad fascista-española con los reportajes de los Servicios Informativos Soviéticos! ¿A qué viene esta nueva abyecta y disímil comparación?
Por lo demás, ¿de los rusos se dice? ¿Cómo de los rusos? Serán, si acaso, los servicios informativos de la ciudadanía de los pueblos de la (ex)Unión Soviética, no sólo del pueblo ruso claro está. Rusia no es la Unión Soviética. ¿No está claro esto tampoco?
La segunda noticia: en la página anterior al reportaje sobre las imágenes de la Guerra Civil, página 39 del diario, se anuncia un suplemento especial de Público para el próximo martes, 29 de septiembre. Ocho entrevistas y doce artículos componen el dossier. Los entrevistados: Miguel Sebastián, el ministro de Industria, antiguo cargo del BBVA, y los siguientes capitanes empresariales: J. R. Quintás, Emilio Botín (¡Emilio Botín!), Julio Linares (consejero delegado de Telefónica), Florentino Pérez (el constructor y presidente futbolero), Armando G. Otero (Renault España), Simón Pedro Barceló, del grupo Barceló claro está, y Ferran Soriano, el presidente de Spanair. En cuanto a los articulistas, no se lo pierdan, José Luis Rodríguez Zapatero y David Vegara, entre los políticos, y del bando empresarial, del grupo de los «grandes emprendedores»: Francisco González (BBVA), Isidre Fainé (La Caixa), Luis del Rivero (Sacyr), Baldomero Falcones (FCC), Antonio Brufau (Repsol), Ignacio S. Galán (Iberdrola), José Mª Castellano (Ono), Gabriele Burgio (NH Hoteles), Antonio Vázquez (Iberia) y, no tiemblen, Javier Millán-Astray, el director general de Anged.
En una línea y media, no gasto más espacio: publicidad (esta vez sí) neoliberal en estado puro. No pierdan un nanosegundo en leer un cuarto de página
Es muy probable que ninguna de las «personalidades» citadas haya escrito ni una sola línea de los artículos que se van a publicar; no es imposible que las entrevistas las hayan contestado-confeccionado los respectivos secretarios o secretarias. Sea como fuere, ¿qué sentido tiene publicar un suplemento sobre la crisis y no incluir ni una sola participación -insisto: ni una sola- de algún autor o autora, de algún economista, de algún activista, de alguna sindicalista, que tenga que ver, aunque sea lejana, muy remotamente, con la izquierda político-sindical? ¿Acaso se piensa que la izquierda no tiene reflexión de interés sobre el tema y que lo esencial es lo que nos puedan decir Zapatero, Botín, Sebastián o Francisco González? ¡Qué barbaridad! ¡Qué risa tía Felisa!
Definitivamente (¿definitivamente?), Público va también por mal camino. ¿Qué camino? El antiguo sendero trazado y seguido por El País durante años. Ahora que este, desde hace tiempo desde luego, se ha pasado con armas, bagajes e intereses a la simple y pura reacción, otra publicación parece querer ocupar su antiguo espacio. ¿Será también por eso que Ignacio Escolar fue expulsado de la dirección del diario para ponerlo en manos de un ex de El País? ¿Aspira Público a repetir el país publicitado y construido por El País diez años después? Marx ya lo advirtió en el 18 brumario: las repeticiones históricas suelen tomar formas tragicómicas.
PS: Los tiempos siguen cambiado, como querían Heráclito y Dylan, y algunas generaciones, la mía incluida, son una birria. El «Angie» de los Rolling Stones, esa estúpida, mercantilista y decrépita banda de bandidos musicales, ha sido la banda sonora de la campaña de la señora Angela Merkel, de la derechona alemana. ¡Vivir para ver… y para no oír nunca más!