La huelga general en España del 29 de marzo ha provocado un comportamiento digno de analizar en los medios y periodistas alternativos o comunitarios. Muchos de estos medios digitales, como Rebelión, La República o Tercera Información, optaron por explicitar su apoyo a la huelga y no publicar contenidos. Igual hicieron algunos periodistas en su propios […]
La huelga general en España del 29 de marzo ha provocado un comportamiento digno de analizar en los medios y periodistas alternativos o comunitarios. Muchos de estos medios digitales, como Rebelión, La República o Tercera Información, optaron por explicitar su apoyo a la huelga y no publicar contenidos. Igual hicieron algunos periodistas en su propios blogs. Esta decisión, sin duda respetable y bien intencionada, merece una necesaria discusión. Como todas las acciones reivindicativas del mundo moderno, una huelga conlleva también la necesidad de una correspondiente política informativa, si los medios que más sintonizan con esa movilización optan por el apagón estaremos haciendo un flaco favor a la causa que debemos apoyar informativamente. De modo que dejaremos en manos de los medios comerciales, muchos de ellos claramente de derecha y hostiles a la huelga, toda la competencia informativa para «contar» el desarrollo de la jornada como ellos consideren oportuno.
El apagón de los medios alternativos como gesto de apoyo a la huelga supondrá la paradoja de que no difundirán las ruedas de prensa de los representantes sindicales, es decir, estarán, sin desearlo, boicoteando el mensaje de los convocantes. Tampoco difundirán los datos de seguimiento, ni las denuncias de represión de las fuerzas del orden, ni los intentos de presión por parte de sectores empresariales a lo largo de la jornada. Todo ello quedará a merced de los medios comerciales que tendrán más potencia de cobertura cuanto menos huelguistas cuenten entre su plantilla. Incluso las manifestaciones de ese día, que tienen como objetivo -como todas las movilizaciones- transmitir un posicionamiento político a la sociedad, no serán cubiertas por los medios que más apoyan el mensaje de esas manifestaciones.
Se me podrá responder que todo eso se informaba mediante las redes sociales. Aquí encontramos ya otra contradicción: los periodistas comprometidos y activistas suspenden su colaboración en medios alternativos pero luego cuentan cosas en twitter. Pueden escribir frases de 140 caracteres, pero no crónicas o argumentos de una página.
La información se ha convertido en el principal campo de batalla en nuestras sociedades, no podemos salir a combatir en una huelga y dejar abandonado el frente informativo para que sea tomado por el enemigo.
Pascual Serrano es periodista. Su último libro es «Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa» . Editorial Península. Barcelona
Blog del autor: Www.pascualserrano.net
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