Recomiendo:
0

El cinismo de «El País» ante los vetos de China y Rusia

Fuentes: Rebelión

El diario El País no puede ser más cínico y cómplice con los crímenes de Estados Unidos y Europa. Condena duramente a Rusia y China por vetar una resolución de la ONU contra Siria, pero contemporiza cuando Estados Unidos hace lo propio con Israel. ¿Qué diferencia hay entre ambos vetos? El caso de Israel no […]

El diario El País no puede ser más cínico y cómplice con los crímenes de Estados Unidos y Europa. Condena duramente a Rusia y China por vetar una resolución de la ONU contra Siria, pero contemporiza cuando Estados Unidos hace lo propio con Israel. ¿Qué diferencia hay entre ambos vetos?

El caso de Israel no puede ser más claro. Israel lleva incumpliendo decenas de resoluciones del Consejo de Seguridad desde hace décadas. Desde la resolución 242 de 1967 o la 338 de 1973, un buen número de resoluciones han «recordado» a Israel el cumplimiento de aquéllas, lo que incluye entre otras cosas la retirada a las fronteras de 1967 y la ilegalidad de los asentamientos en territorio palestino. A pesar de esto, otras decenas de veces Estados Unidos se ha permitido vetar resoluciones de la ONU que incidían en lo mismo, esto es, el simple recordatorio de que Israel respete la legalidad. Así pues, en el caso de Israel hablamos de impunidad absoluta, apoyada en los hechos por Estados Unidos y Europa, quienes no tienen problemas en mantener un suculento comercio de armas con el estado sionista.

En el caso de Siria sin duda hablamos de un gobierno dictatorial y brutal, que no duda en reprimir violentamente a su población. ¿Pero acaso no se decía lo mismo de Libia y luego se demostró que no hubo masacres indiscriminadas? ¿No es cierto que el caso libio no fue un simple «levantamiento popular» sino también una insurgencia armada que pretendía derrocar a Gaddafi? ¿Y no se aprovechó una resolución que sólo permitía «proteger» a los inocentes para luego tomar partido en una guerra civil, bombardeando masivamente y provocando una matanza entre la población? ¿es eso lo que quiere repetirse en Siria?

Ahora veamos el diferente tono con el que se expresa El País en dos vetos distintos. El primer veto corresponde a China y Rusia en la reciente resolución de condena al gobierno sirio. El segundo es un veto de Estados Unidos a una resolución de hace casi un año que condenaba la colonización israelí de Palestina.

El editorial del 5/2/2012 (resolución contra Siria, con veto de China y Rusia) muestra el titular «Un veto infame», mientras que el del 20/2/2011 (resolución contra Israel, con veto de Estados Unidos) se titula «¿Veto de servicio?». Es decir, en el primer caso el diario emite un juicio moral condenatorio mientras que en el otro sólo se analiza desde un punto de vista táctico.

En el editorial sobre la resolución contra Siria, con veto de China y Rusia, se habla de crímenes del gobierno sirio contra la población,

«indiscriminada matanza artillera de Homs»


«Los muertos de Homs, más de 200»

«exterminio sirio (casi 6.000 muertos)»

«Bachar el Asad, que se jactaba de que la primavera árabe nunca llegaría a sus dominios, la ahoga ya a cañonazos»

En el editorial sobre la resolución contra Israel, con veto de Estados Unidos, no se habla de los miles de palestinos inocentes muertos, los millones de refugiados, los bombardeos, la demolición de casas, el robo de tierras, el bloqueo económico, etc. Lo único que encontramos es la constatación de un hecho,

«a la luz del derecho internacional los asentamientos en los territorios ocupados son flagrantemente ilegales»

pero esto no va acompañado de ninguna condena. Consecuentemente, el tono con el que el diario se refiere a ambos gobiernos es muy distinto. Para Israel tenemos,

«Israel» (cinco veces)

«gobierno de Netanyahu» (una vez)

Para Siria encontramos una vez «Siria», otra vez «Damasco» y luego las siguientes expresiones,

«tiranía homicida de Bachar el Asad»

«régimen de Damasco»

«sanguinaria dictadura»

«tiranía hereditaria»

«dictador sirio»

«déspota»

El editorial revela también qué entiende el diario por una acción resolutiva del problema. En el caso de Siria lo ve muy sencillo, ya que se «cancela inapelablemente» la legitimidad de al-Assad por sus acciones, no dejando otra opción que su «abandono del poder». En el caso de Israel, El País se muestra así de enérgico y expeditivo,

«han menudeado en los últimos tiempos las voces en Estados Unidos pidiendo a Barack Obama algo así como
un nuevo comienzo en Oriente Próximo, la determinación de coger el toro por los cuernos y presentar un plan de paz que obligue cuando menos a Israel a plantearse la dificultad de rechazarlo o de llenarlo de apostillas para hacerlo irrelevante, como ocurrió con la llamada hoja de ruta.»

Hasta ahí llega el compromiso de nuestro diario «progre», presentar un «plan de paz» (!!) cuya única función sea la de obligar a Israel a «rechazarlo» o «hacerlo irrelevante». ¡Eso es lo que entiende El País por «coger el toro por los cuernos»!

Pero donde el cinismo del periódico llega al paroxismo es precisamente en sus acusaciones de cinismo hacia China y Rusia,

«Para no imponer su veto, Moscú pretendía, en un insoportable ejercicio de cinismo, que el texto repartiera por igual la responsabilidad del exterminio sirio (casi 6.000 muertos) entre la sanguinaria dictadura y quienes se han levantado contra ella.»

Así que, según el diario, sólo hay dos partes en el conflicto sirio: una sanguinaria dictadura y gente que se opone a ella. ¿Cómo puede nadie estar contra quien se opone a una «sanguinaria dictadura»? Sin embargo, el Consejo de Cooperación del Golfo, organización de países nada sospechosos de ser pro-al-Assad, elaboró un informe en el que negaba las matanzas sistemáticas del gobierno sirio contra su población, lo mismo que se pondría de manifiesto con Gaddafi, cuando ya era tarde. Tal como lo resume el periodista Pepe Escobar,

«No hubo represión letal y organizada por parte del gobierno sirio contra los manifestantes pacíficos. En su lugar, el informe señala a bandas sospechosas como responsables de las muertes de los civiles sirios y de alrededor de mil efectivos del ejército sirio mediante la utilización de tácticas letales tales como la colocación de bombas en autobuses civiles, en trenes que transportaban diesel, en autobuses de la policía y en puentes y canalizaciones.» (1)

Pero los medios occidentales han omitido tal informe y se unen a coro en la propaganda oficial de un levantamiento pacífico aplastado a sangre y fuego. Un caso totalmente distinto es el de Israel y Palestina. Ahí El País no ve cinismo en pedir la condena de Hamás y aprueba en su editorial la «táctica» de Estados Unidos,

«Pero si el veto es táctico tiene sentido. A condición, naturalmente, de que Washington asuma el papel de auténtico mediador entre las partes, lo que le llevaría a ejercer sobre Israel una presión hoy impensable, así como la paralela exigencia a la parte árabe de que el movimiento terrorista Hamás renunciara públicamente a la destrucción de Israel.»

¿Cómo es posible que, tras casi medio siglo de incumplimiento de la legalidad por parte de Israel, la colonización incesante del territorio palestino y el apoyo incondicional de Estados Unidos, aún pueda venderse la absurda idea de que Estados Unidos puede ser «mediador»? ¿Qué «sentido» tiene que un veto a la resolución que condena a Israel pueda ejercer presión sobre Israel en vez de aliviarla? ¿y en qué cabeza cabe que una organización como Hamás pueda suponer una amenaza de destrucción para un país como Israel, con uno de los ejércitos más modernos y potentes del mundo?

Ésta es la clase de tesis que tiene que defender un medio de comunicación cuando se adhiere incondicionalmente a una de las partes. Omisión de evidencias, discursos sesgados, análisis absurdos, indigencia moral y un cinismo sin límites.

Nota:

(1) http://rebelion.org/noticia.php?id=144103

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.