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El diario El País llama golpista a Obama

Fuentes: Rebelión

La frase exacta, del editorial del 1/11/09, es: «Y si Zelaya ha sido derrotado y Micheletti ha ganado, otro triunfador es el presidente Obama» Obama triunfa cuando triunfan los golpistas, así que los esfuerzos de Obama estaban encaminados a que triunfaran los golpistas. ¿Cómo es posible que El País diga estas cosas? Pues sin querer […]

La frase exacta, del editorial del 1/11/09, es: «Y si Zelaya ha sido derrotado y Micheletti ha ganado, otro triunfador es el presidente Obama»

Obama triunfa cuando triunfan los golpistas, así que los esfuerzos de Obama estaban encaminados a que triunfaran los golpistas. ¿Cómo es posible que El País diga estas cosas? Pues sin querer hacerlo, desde luego.

Cuando la inmoralidad, los intereses mezquinos, la hipocresía y la incompetencia se adueñan de un periódico, cualquier sistema de valores aparece confuso y uno dice lo que no querría haber dicho si hubiera caído en la cuenta. Analicemos otras partes del editorial para ver cómo la democracia es algo que a El País le queda grande.

El editorial se titula «La derrota de Zelaya» y reconoce al principio que «el golpe de Estado» en Honduras «ha acabado por prevalecer». Reconoce también que, en el mejor de los casos, Zelaya podría ser «restablecido en su cargo, pero en modo alguno en el poder» (¿es que estuvo alguna vez en el poder?). Y además, sigue el editorial, esto sólo podría ser en diciembre, cuando vuelva a reunirse el Congreso tras unas elecciones que, por tanto, habrían sido organizadas por los golpistas. ¿Cuántos países, entre ellos España, cumplirán su palabra de no reconocer este resultado electoral?

Tras aclarar estos puntos es cuando viene la frase que cité al principio, para luego seguir diciendo:

«El competente encargado de asuntos latinoamericanos, Thomas Shannon, ha presidido esta fase de las negociaciones barriendo las últimas objeciones de Micheletti, pero sirviendo también a los intereses de su país: el golpe ha sido condenado en fondo y forma;»

El primer punto destacable es que se nos pretende hacer creer que ha habido una negociación, cuando no se trata más que de una mera escenificación. Han retrasado al máximo la posible vuelta de Zelaya (que aún no está nada clara) para que su único papel sea el de un presidente en funciones que dé su visto bueno al resultado electoral y haga el traspaso burocrático pertinente. En todo caso se habrá cumplido el principal objetivo del golpe, que era impedir que el pueblo hondureño se pronunciara sobre cambiar la constitución.

En segundo lugar, ¿cómo se comprende que el golpe haya sido condenado «en fondo y forma» y al mismo tiempo decir que Obama ha triunfado al ganar los golpistas? Pues sólo con una concepción de democracia equivalente a la de una farsa teatral. Para El País y la prensa capitalista en general, la democracia consiste en votar para elegir a un nuevo representante de la oligarquía. Dos requisitos, el papel en la urna y la elección «responsable».

¿Cuándo la gente no ha elegido bien y por tanto no puede haber democracia? Pues en Venezuela, claro. Así que el diario considera un «éxito modesto» que «el fantasma del chavismo deja de cernirse sobre Honduras»:

«Si los que ganan son los golpistas, la diplomacia estadounidense, la liturgia democrática, e incluso, Brasil, (…), el que seguro pierde es el presidente venezolano Hugo Chávez.»

Así que, dejando de lado al actor accidental Brasil, tenemos, por una parte y en íntima asociación, el grupo «golpistas / diplomacia estadounidense / liturgia democrática» y, por la otra, a Venezuela. No hace falta decir con quién va El País.