En un suelto de opinión del diario El Mundo del domingo 16 de enero, este periódico de nuevo carga ciegamente contra el presidente venezolano Hugo Chávez contando con único recurso la mentira y el doble rasero. Se trata de un texto de opinión sin firmar, por tanto con carácter de editorial. Bajo el titular «Chávez […]
En un suelto de opinión del diario El Mundo del domingo 16 de enero, este periódico de nuevo carga ciegamente contra el presidente venezolano Hugo Chávez contando con único recurso la mentira y el doble rasero. Se trata de un texto de opinión sin firmar, por tanto con carácter de editorial. Bajo el titular «Chávez vuelve a dar el espectáculo», la idea es criticar la decisión del presidente venezolano de congelar las relaciones con el vecino Colombia tras las circunstancias de la captura del miembro de las FARC, Rodrigo Granda.
El texto del diario El Mundo comienza diciendo que «sigue sin estar claro si el jefe de las FARC Rodrigo Granda fue capturado en suelo venezolano o colombiano». Los acontecimientos están claros, el gobierno colombiano pagó millón y medio de dólares a unos funcionarios de seguridad venezolanos para que secuestraran en Caracas al miembro de las FARC, Rodrigo Granda, y lo trasladaron en el maletero de un coche hasta suelo colombiano. Una vez allí fue entregado a la policía colombiana quien anunció su detención en Colombia. El pago de esa recompensa está reconocido por el ministro de Defensa de Colombia el pasado 12 de enero y decenas de testigos, entre ellos yo mismo, podemos dar testimonio de la presencia de Granda en Caracas en las fechas de su detención. Además, los funcionarios venezolanos sobornados ya están identificados y detenidos. Pero es que, por si no fuera suficiente, el propio presidente colombiano Alvaro Uribe no ha negado esas circunstancias en la captura del líder de las FARC en su respuesta a la decisión de Chávez de romper las relaciones.
La discusión entre los presidentes Chávez y Uribe sólo gira en torno a si eso supuso a no una violación de la soberanía venezolana.
Pero sigamos con el diario El Mundo: «… la furibunda reacción de Hugo Chávez no hace sino confirmar las peores sospechas respecto a que el presidente venezolano da cobijo activo a los terroristas». Olvida el diario español el detalle de que el gobierno colombiano no había cursado orden de detención al miembro de las FARC Rodrigo Granda, difícilmente podrían las autoridades venezolanas capturar a alguien que no hacía cometido ningún delito en Venezuela y no estaba reclamado por ningún juez de ningún país. La orden a la INTERPOL la cursó el gobierno colombiano veinte días después de la detención.
El final del diario español es apoteósico: «Esperar que el Gobierno de Colombia se retracte por haber capturado a uno de sus peores terroristas es un disparate en el que sólo podía caer este caudillo, adicto a las peores causas y los espectáculos grotescos». Ya tenemos a El Mundo, ese diario que tan virulentamente denunció el terrorismo de Estado del gobierno de Felipe González contratando mercenarios para secuestrar a ciudadanos vascos en territorio francés (1), defendiendo ese mismo método por el gobierno colombiano.
Parece que la contratación y soborno de fuerzas de seguridad para que secuestren en otro país a un ciudadano que no tiene orden de búsqueda de la INTERPOL, y lo lleven al país vecino en el maletero de un coche, es terrorismo de Estado cuando lo hace Amedo pero lucha contra el terrorismo cuando lo hace Alvaro Uribe. Cuando eso lo denunciaba El Mundo con los GAL era periodismo de investigación, pero si es el gobierno de Colombia quien lo aplica y la denuncia la hace Chávez «es un disparate». Una vez más, el periodismo convertido en miseria.
(1) El diario El Mundo lideró la campaña de denuncia e investigación sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), creados por los cuerpos de seguridad del estado español durante el gobierno de Felipe González. Durante varios años, los GAL protagonizaron la guerra sucia contra ETA mediante el asesinato y el secuestro de activistas vascos tanto en territorio español como francés. Los jueces desarticularon los GAL y dejaron en evidencia la implicación de agentes policiales, como el comisario Rafael Amedo, y altos cargos del Ministerio del Interior.
Informaciones relacionadas en Rebelión:
Especial Secuestro de Ricardo González. Vuelve el Plan Cóndor