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El diario Gara y las elecciones parciales en Cuba

Fuentes: Rebelión

El pasado domingo, día 19 de abril, se celebraron en Cuba las elecciones a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular. Un día después, el diario Gara informó sobre las mismas con el siguiente titular: «Cuba vota en las primeras elecciones municipales con candidatos opositores». Conviene recordar que, durante todos estos días, los medios […]

El pasado domingo, día 19 de abril, se celebraron en Cuba las elecciones a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular. Un día después, el diario Gara informó sobre las mismas con el siguiente titular: «Cuba vota en las primeras elecciones municipales con candidatos opositores».

Conviene recordar que, durante todos estos días, los medios impresos y habituales de la reacción han guardado silencio en cuanto a las elecciones cubanas se refiere. En Gara tampoco he leído información alguna hasta ese día. El interesado silencio de aquellos lo entiendo -cuando hablan sobre la Revolución Cubana lo hacen para tergiversar la realidad descaradamente-. Lo que no entiendo muy bien es que si Gara decide informar sobre el acontecimiento que nos ocupa lo haga de esa manera tan poco formativa para sus habituales lectores que, dicho sea de paso, no pocos de ellos son desconocedores de la realidad cubana respecto a sus procesos electorales y otras importantes cuestiones -conozco a bastantes y no hay más que escucharles hablar para darse cuenta de ello-, lo que es una pena.

Dice Gara que «dos opositores participaron por primera vez como candidatos», y lo anuncia como hecho inédito. Desconozco si en otras elecciones alguno de ellos ha sido nominado, y mucho menos elegido. Pero si no han resultado postulados y elegidos no habrá sido por impedimento del sistema electoral cubano, sino porque al electorado no lo ha querido.

Y es que los llamados opositores no son tantos como dicen, y mucho menos mayoría -la crítica sana y necesaria abunda en Cuba, la que al decir de Martí se hace «con un solo pecho y una sola mente«, pero eso es otra cosa-. Si los opositores fueran mayoría, hace tiempo que habrían tomado el poder a través de las elecciones, ya que, sin duda, éstas lo permiten. Fidel lo dijo hace mucho tiempo de esta ilustrativa manera: «En el sistema electoral nuestro, si la contrarrevolución fuera mayoritaria podía ganar las elecciones y tomar el gobierno pacíficamente. ¡Ah!, ellos saben que no van a tener la mayoría, desde luego, porque nuestro partido es un partido, pero no postula ni elige; en nuestro país postula y elige el pueblo desde la base».

En realidad, en Cuba toda aquella persona que tenga la edad correspondiente puede ser nominada por los otros miembros de su circunscripción electoral, independientemente de su condición ideológica. Nunca, por supuesto, puede nominarse a sí misma. Eso ha sido así desde 1976. Los postulados para candidatos a delegados son entre dos y ocho. Y, el día de las elecciones, entre esos nominados, los votantes que los nominaron -y los que no también- eligen a los delegados que les representarán durante los siguientes dos años y medio en la Asamblea Municipal del Poder Popular.

Los dos opositores que menciona Gara fueron nominados en sus respectivas circunscripciones, pero el día de las elecciones ninguno fue elegido. Uno de ellos, quedó cuarto con 138 votos; el otro tercero con 65.

En la primera parte, la información de Gara hace referencia a la llamada del Comité Electoral Nacional y a las declaraciones de la vicepresidenta del Consejo de Estado acerca de la jornada electoral. La segunda parte -más o menos la mitad del espacio total- la invierte en dar cobertura a los mencionados opositores, recogiendo información de la agencia AFP y que no dicen más que majaderías como estas: «Esto es un mensaje que está recibiendo el Gobierno» -se refieren a su nominación-, o que eso no significa que el Ejecutivo «haya aflojado las tuercas del poder. Sencillamente, nos colamos por la rendija que dejaron abierta y esto los ha tomado por sorpresa». «Nos colamos por la rendija» fue precisamente el título elegido por Gara para iniciar la parte dedica a los opositores.

Hablar de «rendijas» cuando, como ha quedado demostrado, lo que están abiertas son las puertas y las ventanas para que, cómodamente, pasen todos los que el electorado quiera que pasen, no deja de ser un sarcasmo. Lo que sucede es que, para desgracia de la contrarrevolución, la población cubana en general no quiere para nada que les representen individuos semejantes. Si así no fuera les nominarían y elegirían; lo que, de manera notable al menos, no ha sucedido nunca. Y aquí no sirve el cuento sobre posibles represalias gubernamentales para los que votan a su favor, porque el voto en Cuba, además de voluntario, es secreto.

Se podrá decir que Gara ha dado cobertura a las dos partes. Pero un diario como Gara, ¿debe dar facilidades a una contrarrevolución que históricamente ha gozado y goza de los favores de los más poderosos medios de comunicación de todo el mundo y que, además, bucean en la más absoluta mentira para tratar de imponer sus «bondades»? Sinceramente, en esta ocasión -no es la primera- creo que Gara se ha equivocado. Y es que, sin duda, había cosas realmente admirables y más importantes para contar sobre el proceso electoral cubano.

Quede claro que no estoy cuestionando al diario en su conjunto, que me parece de lo mejor en prensa impresa en el lugar donde habitualmente respiro -es la que leo, la demás más bien la ojeo-; solo pretendo hacer una crítica constructiva.

Una crítica que, por cierto, hago extensible a Rebelión, ya que un acontecimiento tan importante para Cuba, como es la celebración de las elecciones parciales, ha sido ignorado por sus responsables a pesar de que me consta que recibieron puntual información al respecto y, además, para encontrarla en otros medios no era necesario hacer grandes esfuerzos.

Blog del autor: http://baragua.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.