Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
Cada año, la organización internacional Reporteros sin Fronteras publica su Índice Anual de Libertad de Prensa. Y cada año, los medios de comunicación occidentales comparten los mismos titulares que se centran únicamente en los países que se atreven desafiar la voluntad política occidental. Este año no ha sido una excepción.
Pero cada vez que veo una encuesta que clasifica a los países de todo el mundo por su libertad de prensa o por su simpatía o por cualquier otro criterio ya sea serio o estúpido, me centro en la región de Oriente Próximo, pues es una zona que conozco bastante bien, lo que me permite juzgar la credibilidad de la encuesta o del proceso de clasificación.
He notado, por ejemplo, que Freedom House [Casa de la Libertad], supuestamente especializada en clasificar la situación de la libertad en todo el mundo, ha favorecido a países que están alineados con Estados Unidos, independientemente de las normas sobre libertad en esos países. Los regímenes comunistas siempre han sido recompensados por Freedom House. Pero Freedom House es una «institución» estadounidense y Estados Unidos está acostumbrado a los estándares patrióticos y festivos en las normas políticas. No obstante, Reporteros sin Fronteras es una organización internacional que cuenta con una reputación «progresista».
Si nos fijamos en el ranking de países de Oriente Próximo en la encuesta de este año observaremos los mismos problemas de sesgo político. Así, según el Índice anual de este año, Siria e Irán reciben la peor clasificación de todos los países de Oriente Próximo. Sin duda, Siria e Irán no se merecen una buena posición en tal encuesta, pero qué coincidencia que esos dos países que son los que más se oponen a las orientaciones políticas de los gobiernos occidentales reciban un «prominente» rango bajo.
¿Y por qué Siria e Irán aparecen tan próximos si la situación de la prensa en ambos países no es la misma? En Irán existe una prensa política más diversa a pesar de que no se permitan las críticas al régimen o al líder supremo. Pero criticar a los presidentes iraníes está permitido en la prensa iraní, mientras que tales críticas no se toleran en Siria. En Irán existen diferentes puntos de vista políticos que se reflejan en la prensa iraní (a pesar de que lo que se permita es reflejar los diferentes puntos de vista políticos de la élite gobernante y no los de la población en general). La prensa siria no refleja los diferentes puntos de vista políticos del régimen porque el régimen no se permite ofrecer puntos de vista políticos diferentes. Pero resulta muy curioso que los dos países se sitúen tan estrechamente juntos cuando ambos regímenes no son completamente iguales.
Asimismo, uno constata que Cuba, Corea del Norte y China están situados en el grupo más abajo de la encuesta, lo cual está bien aunque plantea muchas cuestiones acerca de las normas y criterios de la encuesta.
Por ejemplo: ¿por qué Arabia Saudí se sitúa por delante de los regímenes sirio e iraní cuando la suya es claramente una de las prensas más controladas de toda la región? La prensa saudí está en su mayoría bajo control de los príncipes saudíes a los que no se les permite airear los desacuerdos de la familia real.
¿Cómo es posible que Egipto reciba tan baja calificación por parte de Reporteros sin Fronteras, que lo sitúa en el rango 158, mientras que Jordania recibe el rango 134? Y, cómicamente, Emiratos Árabes Unidos se sitúa muy por delante de la mayoría de los países árabes, en el rango 114. ¿Cómo podría la prensa de Emiratos Árabes Unidos estar por delante de la de Irán, o incluso de la de Siria? La prensa egipcia es rica, diversa y dinámica. Se tolera la variedad de puntos de vista y las críticas al jefe de gobierno a pesar de los intentos gubernamentales de amordazar a los medios, mientras que en Emiratos Árabes Unidos jamás se ha tolerado ni siquiera la más leve crítica a sus gobernantes.
¿Con qué vara de medir emite RSF tales juicios netamente políticos? ¿Y a Qatar se le otorga la posición número 110? ¿Quién puede creerse que la prensa qatarí, a la que no se le permite abordar temas relacionados con Qatar, es más libre que la prensa egipcia? ¿Y por qué los aliados dictatoriales próximos a Estados Unidos reciben un tratamiento preferencial en esta encuesta (y en otras)?
Y ¿por qué lógica la prensa kuwaití (que se adhiere a la norma de prohibir cualquier ofensa, crítica o insulto contra el gobernante) recibir el adelantado rango 77, cuando a Líbano, que tiene claramente la prensa más libre de cualquier país de Oriente Próximo, se le otorga el puesto 101? ¿Quién va a creerse que los medios de comunicación kuwaitíes son más libres que los medios de comunicación libaneses, que desde 2005 únicamente se adhieren a escasas limitaciones o restricciones? No hay jefe de gobierno ni dirigente de Oriente Próximo que sea inmune a las críticas o insultos en la prensa libanesa, a pesar de los intentos de la familia real saudí de poner todos los medios de comunicación bajo su estricto control, y a pesar de los intentos del régimen sirio de controlar los medios de comunicación libaneses durante años.
Esta encuesta, y otras similares, muestran más allá de toda duda razonable que las ONG occidentales padecen a menudo los manifiestos prejuicios políticos de los medios de comunicación occidentales: que son muy susceptibles a las preferencias e inclinaciones políticas de los gobiernos occidentales.
Fuente original: http://english.al-akhbar.com/blogs/angry-corner/press-freedom-index-2013-or-salute-kuwaiti-royal-family