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El Mossad israelí, el financiador de la Fundación Humanitaria de Gaza

Fuentes: The Grey Zone.

Traducción del inglés por Marwan Perez para Rebelión

Altos legisladores israelíes han acusado a su gobierno de blanquear enormes sumas a través de una oscura red de organizaciones humanitarias y mercenarias estadounidenses. Esta iniciativa de ayuda armada es la piedra angular del plan israelí de limpieza étnica en el norte de Gaza, forzando a la población hambrienta a recluirse en centros similares a campos de concentración.

El plan de Israel para apoderarse de la distribución de ayuda en Gaza terminó en caos el 27 de mayo, cuando soldados israelíes abrieron fuego contra multitudes de palestinos hambrientos y desesperados mientras esperaban la distribución de apenas 8.000 cajas de raciones, por parte de una oscura organización que se autodenomina Fundación Humanitaria de Gaza (Gaza Humanitarian Foundation, GHF).

La fundacion humanitaria de Gaza (GHF) fue fundada este febrero en Suiza bajo una nube de misterio; realmente sirve como paraguas de una red de empresas mercenarias privadas, que Israel está utilizando para suplantar el papel de las Naciones Unidas en la alimentación de los palestinos después de llevarlos al borde de la inanición.

Hasta el momento se desconoce quién financia este opaco organismo despilfarrador de ayuda. Un portavoz de la GHF declaró al Washington Post: «La fundación ha conseguido 100 millones de dólares de un donante anónimo». 

Avigdor Lieberman, figura de la oposición israelí de derecha y miembro de la Knéset, proclamó que el misterioso ángel financiero de la GHF era, de hecho, el gobierno israelí. «El dinero para la ayuda humanitaria proviene del Mossad y del Ministerio de Defensa«, escribió Lieberman en Twitter/X, quejándose de «Cientos de millones de dólares a expensas de los ciudadanos israelíes».

Yair Lapid, miembro de la Knéset y líder de facto de la oposición, ha acusado al gobierno israelí de financiar dos empresas fantasma, señalando a la GHF y a la empresa privada de mercenarios Safe Reach Solutions, fundada por el exagente de campo de la CIA Phillip Reilly. Dos exfuncionarios estadounidenses declararon al medio catarí Middle East Eye que Reilly se había ganado la confianza del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y de varios empresarios israelíes cercanos a él.

De ser cierto, esto significaría que el aparato militar y de inteligencia de Israel está blanqueando enormes sumas de dinero mediante un plan de ayuda armado que constituye la base de su plan de limpieza étnica en el norte de Gaza. Un documento interno filtrado de la GHF reconoció  que los centros de distribución de alimentos y los complejos residenciales que estaban construyendo en Gaza podrían ser «campos de concentración con biometría». 

El modelo de la GHF parece fundamental para el plan declarado de Israel de ocupar el 75% de la Franja de Gaza, obligando a los palestinos hambrientos y sin hogar a refugiarse en lo que su ejército ha calificado como «islas humanitarias», diseñadas para «dividir y gobernar» el enclave diezmado. También es un claro intento de reemplazar a UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas que ha atendido las necesidades de la población refugiada de Gaza desde 1949, y que la Knesset israelí designó como organización terrorista en 2024.

El plan de “isla humanitaria” de Israel pretende abiertamente “dividir y gobernar” a Gaza impidiendo el movimiento de su población.

La creación de la GHF se puede rastrear directamente hasta la oficina COGAT (Coordinación de las Actividades Gubernamentales en los Territorios Ocupados) del gobierno israelí -que está llevando a cabo el asedio de Gaza-, así como a un empresario israelí llamado Liran Tancman, descrito en un informe como «un reservista en la unidad de inteligencia de señales 8200 de las FDI, que pidió el uso de sistemas de identificación biométrica fuera de los centros de distribución para investigar a los civiles palestinos«. 

Sin capacidad legal ni mandato formal para operar en Gaza, la GHF ahora opera a discreción del ejército de ocupación israelí y además con el respaldo de la administración Trump. Es una fuerza armada mercenaria mantiene sus centros de distribución distópicos, ejecutando un plan tras una fachada estadounidense.

Justo un día antes del despliegue previsto de la GHF en Gaza, el director ejecutivo de la organización, Jake Wood dimitió, en protesta por el incumplimiento por parte del grupo de los principios humanitarios de humanidad, neutralidad e imparcialidad. Le siguió el director de operaciones de la GHF, David Burke, e igualmente huyó hacia la salida de emergencia David Kohler, miembro suizo de la junta directiva, que también dimitió sin dar explicaciones.

Tras su salida, el liderazgo del turbio grupo pasó a John Acree, un ex administrador de USAID que recientemente acusó al presidente de dar un «pase libre» a Rusia en una publicación confusa en Facebook en la que criticaba al «criminal» Trump por desfinanciar a su empleador de muchos años.

Incluso después de que la situación del puesto de ayuda militarizado de la GHF en el oeste de Rafah terminara en caos el 27 de mayo, una red de empresas mercenarias sospechosas, incluidas Safe Reach Solutions y UG Solutions, han seguido ofreciendo puestos bien remunerados a potenciales pistoleros a sueldo.

En una oferta de trabajo de la UG Solutions, la compañía busca francotiradores con experiencia previa en zonas de combate, el más alto nivel de dominio de armas y habilidades de combate avanzadas, y capaces de operar eficazmente en entornos de alta amenaza. Se dará preferencia a personal cualificado para las Fuerzas Especiales, así como a personal con experiencia en OSINT/Inteligencia.

El fundador de UG Solutions, Jameson Govoni, se describe a sí mismo como un «degenerado de Boston» que «se unió al Ejército lo más rápido posible para infligir dolor a quienes nos infligían dolor«. También fundó una empresa llamada «Alcohol Armor» que comercializa soluciones para la resaca, supuestamente basadas en su experiencia en emborracharse. «En el ejército, somos, sin duda, los peores bebedores del mundo. Me han hecho un lavado de estómago«, presumió el socio de Govoni, Glenn Devitt.

Phillip Reilly, es ex agente de campo de la CIA y normalmente ávido de publicidad, fundó Safe Reach Solutions (SRS) –un socio de la GHF y UG Solutions– y no ha hablado oficialmente con ningún medio de comunicación hasta la fecha sobre sus aparentemente lucrativas hazañas en Gaza. 

El SRS apareció por primera vez en Gaza en enero, cuando un grupo de mercenarios de mediana edad retratados en los medios estadounidenses como «padres suburbanos» establecieron un puesto de control a lo largo del Corredor Netzarim, un área que divide las regiones norte y central de Gaza y que el ejército israelí ha utilizado como base para abusar y masacrar a civiles .

Un documento del SRS, distribuido a posibles simpatizantes (véase más abajo), hacía un llamamiento a los «socios humanitarios» para que ayudaran a transformar su puesto de control en un «punto de distribución de ayuda». Días después, se fundó GHF en Ginebra, Suiza.

Un documento de la GHF distribuido a los medios a principios de mayo enumeraba a una serie de figuras importantes del sector empresarial y exfuncionarios estadounidenses como miembros de la junta directiva, y presumía de alianzas con instituciones financieras como Goldman Sachs. Su junta incluía a Raisa Sheynberg, exfuncionaria del Departamento del Tesoro que formó parte del equipo de políticas públicas del proyecto original de la criptomoneda Libra de Meta, y a David Beasley, exgobernador de Carolina del Sur y exdirector del Programa Mundial de Alimentos. 

El comunicado de prensa prometió que los líderes de la GHF pondrían “la humanidad en primer lugar” mientras “adoptan enfoques pragmáticos para problemas intratables”.

Entre las figuras más destacadas implicadas en el escándalo de la GHF se encuentra Nate Mook, exdirector ejecutivo de World Central Kitchen. Nombrado miembro de la junta directiva de laGHF y mencionado como fundador del grupo en sus documentos de constitución, Mook niega cualquier participación en la organización y se mantiene al margen de los medios.

La conexión oculta del Chef José Andrés

El día del desastroso lanzamiento de la GHF en el sur de Gaza, el famoso chef español José Andrés, fundador de World Central Kitchen y exembajador culinario del Departamento de Estado, criticó duramente el despilfarro, escribiendo en X: «La Fundación Humanitaria de Gaza ha dejado a los palestinos sin comida. Quienes la crearon son unos egoístas».

Entre estas figuras «egoístas» se encuentra Nate Mook, exdirector ejecutivo de la World Central Kitchen de Andrés, quien -según el periodista israelí Uri Blau- hay documentos presentados ante las autoridades suizas lo mencionan como el fundador de GHF. Nate Mook también fue nombrado miembro de la junta directiva del grupo en el documento que la GHF distribuyó a los medios sobre su lanzamiento . Sin embargo, desde la renuncia de la GHF, Mook ha negado cualquier rol formal en el grupo y se ha negado a hablar del tema con la prensa. 

Andrés debe gran parte de su imagen de héroe humanitario trotamundos a un documental de relaciones públicas de 2022, modestamente titulado «Alimentamos a la gente «. La película fue dirigida por el magnate de Hollywood Ron Howard y producida por Mook, quien en aquel entonces era director ejecutivo de World Central Kitchen (WCK).

Nate Mook, según su biografía en el Instituto McCain, financiado por la industria armamentística, donde actualmente se desempeña como «Asesor Especial sobre Ucrania», se jacta de haber trabajado con Andrés desde 2012, «haciendo crecer a la WCK desde un solo empleado y menos de un millón de dólares al año a un impacto global de 400 millones de dólares en 2022«.

A pesar de que Andrés condenade a la GHF, tambén desempeñó un papel temprano e importante en el proyecto para subvertir el sistema de ayuda humanitaria de Gaza, alejándolo de la ONU y alineándolo con los objetivos israelíes. Como ya informó The Grayzone, Andrés supervisó en 2024 la iniciativa de WCK para construir un muelle con escombros de viviendas en Gaza, lo que habría permitido el desembarco de la ayuda a las cocinas que operaba en Gaza en coordinación con el ejército israelí.

Cuando la entonces ministra de Derechos Sociales de España, Ione Belarra, acusó a Israel de genocidio en Gaza, Andrés salió en defensa del estado del apartheid, insistiendo en Twitter/X que Israel simplemente estaba “defendiendo a sus ciudadanos”, declarando que Belarra “no merecía ser ministra” y acusándola de simpatías “pro-Hamás”.

Mientras tanto, Andrés continuó cortejando al secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, quien lo nombró «embajador culinario» del Departamento de Estado en febrero de 2023. En septiembre de 2024, casi un año después del asedio genocida de Israel a Gaza, Andrés fue visto junto a Blinken y con John Kirby -el entonces portavoz del Consejo de Seguridad Nacional-, y Eric Adams -el alcalde de Nueva York, manchado por la corrupción-, – festejando en una recepción en el Museo Metropolitano de Arte

Habían pasado menos de seis meses desde que el ejército israelí, provisto por Estados Unidos, asesinó a siete empleados de WCK en un doble ataque selectivo contra su convoy de ayuda el 1 de abril de 2024. Sin embargo, Andrés sigue buscando una colaboración amistosa con las autoridades de ocupación israelíes, expresando su agradecimiento a los administradores del asedio de COGAT tan recientemente como este 28 de mayo.

La GHF abandona Suiza y huye a Estados Unidos, un territorio más seguro

El 29 de mayo, funcionarios suizos anunciaron que la GHF estaba violando varias leyes que afectan a las fundaciones registradas en ese país. Posteriormente, la sombría organización anunció su traslado a Estados Unidos, donde probablemente recibirá un menor escrutinio por parte de la administración Trump, que aprobó su creación. 

Aunque su caótico lanzamiento en Gaza generó titulares internacionales, la GHF sigue envuelta en un misterio, con mercenarios enmascarados manejando sus operaciones en el terreno y un elenco de abogados corporativos operando detrás de una serie de compañías fantasma cuyas arcas se han llenado con millones de dólares de una fuente desconocida. 

Tal vez lo único que parece seguro acerca de la entidad opaca es que su presencia traerá más miseria a la población de Gaza bajo el disfraz de la caridad.

Fuente: https://thegrayzone.com/2025/05/29/israeli-mossad-gaza-humanitarian-foundation-aid/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.