Las tácticas psicológicas de manipulación mediática del diario español «El Mundo» resultarían hilarantes de no ser por lo terrible de sus consecuencias, potenciales y reales. Basta observar cómo ha tratado el tema del fin de la concesión a RCTV para darse cuenta de sus burdísimos manejos mediáticos, que harían enrojecer (de envidia) a Goebbels. No […]
Las tácticas psicológicas de manipulación mediática del diario español «El Mundo» resultarían hilarantes de no ser por lo terrible de sus consecuencias, potenciales y reales. Basta observar cómo ha tratado el tema del fin de la concesión a RCTV para darse cuenta de sus burdísimos manejos mediáticos, que harían enrojecer (de envidia) a Goebbels. No me voy a fijar en el desarrollo de las noticias, simplemente en algunos de los mejores titulares, ordenados cronológicamente, que han dedicado al tema. Lean y observen lo que es una «información imparcial y objetiva»:
1.- Chávez cancela la licencia a una televisora que tacha de ‘golpista’ (28/12/06). Fíjense cómo se reincide dos veces en que el término «golpista» es una mera opinión de Chávez: no sólo se afirma que el presidente venezolano «tacha» (verbo que expresa una opinión subjetiva y peyorativa); si no que como si eso no fuera suficiente, se añaden comillas a ‘golpista’. Opinión la de Chávez, a juicio del diario, sin fundamento alguno.
2.- Radio Caracas Televisión, contra las cuerdas (12/03/07). Ya en marzo el diario viene preparando al público para el inminente fin de la concesión; eso sí, se cuidan mucho de no usar esa expresión («fin de la concesión»), si no la que sigue:
3.- El director de Radio Caracas Televisión denuncia en Madrid el cierre de la cadena (16/04/07). Fíjense que desde el punto de vista legal (que es el que debe seguir un periódico dizque «serio») no se trata de un cierre, si no del fin de una concesión, o una «no renovación». Legalmente eso no admite discusión . Sin embargo, y aunque lo de «cierre» es la opinión de Marcel Granier, no lo ponen entre comillas, como hiceron con Chávez y la palabra «golpista», en el titular número uno. ¡Ay, pobrecicos! ¿Casualidad? ¿Despiste? ¿Se les olvidaría poner las comillas? Veamos cómo no, en los siguientes titulares:
4.- La oposición denuncia en las calles de Caracas el cierre de la televisión privada RCTV (21/04/07). ¡Milagro! ¡No hay comillas en la palabra «cierre»! ¿Dos omisiones involuntarias seguidas? ¡Yo te aviso!
5.- El 70% de los venezolanos se opone al inminente cierre de RCTV (27/04/07). Aquí está la tercera: otra vez insisten con la palabra «cierre», sin etiquetas ni signos. ¿A lo mejor es que se les rompió el teclado de la computadora y por eso no pueden poner más comillas? No, a juzgar por el siguiente titular:
6.- El Gobierno de Chávez acusa a RCTV de establecer una ‘dictadura mediática’ (04/05/07). ¡Milagro nuevamente! ¡Volvieron las comillas! Claro, ahora es Chávez (o el gobierno bolivariano) el que se expresa, y encima acusando (injustificadamente se entiende)…
7.- El Tribunal Supremo de Venezuela declara ‘improcedente’ el recurso de amparo de RCTV (23/05/07). Ahora no habla Chávez, pero también hay comillas, porque lo hace el TSJ, y ya se sabe: Chávez ‘controla’ todos los poderes en Venezuela (estas últimas comillas son mías, no puedo esperar que «El Mundo» las ponga cuando debe).
8.- Nueva protesta en Venezuela contra el cierre de la televisión privada ordenado por Chávez (26/05/07). Ya no seguiré insistiendo con la misteriosa ausencia de comillas en la palabra «cierre»: el motivo ya es más que obvio.
Después del fin de la concesión (el día 28 de mayo), en la que se afirma fue una noche ‘marcada por los incidentes‘, para dar una impresión de inestabilidad que no se corresponde con lo sucedido en esas horas, llegan las reseñas de protestas contra la medida presidencial. En todas ellas se destaca que hay marchas, estudiantes manifestándose en la calle, o similar:
9.- Protestas estudiantiles en Venezuela por RCTV (29/05/07).
10.- Las protestas de apoyo al canal de televisión venezolano RCTV dejan cuatro heridos (29/05/07).
11.- Continúan las protestas estudiantiles en Caracas por el cierre de la RCTV (01/06/07).
Este tipo de textos fue acompañado en portada (en la edición digital) con fotos de los manifestantes, con las bocas vendadas, «marchando por la libertad de expresión».
Estos once fueron en mi opinión los titulares más llamativos sobre el tema RCTV, junto con otros que comentan la «tensión» entre Venezuela y Brasil, y los que describen a un «amenazante» Chávez. Todos dedicados en cuerpo y alma a crear una matriz de opinión bien clarita:
«Chávez está cerrando los medios de comunicación opositores y en Venezuela no hay libertad de expresión».
Una vez bien fijado este pensamiento en la mente de sus lectores, llega la jugada maestra, el remate final, el toque «sutil» para cerrar brillantemente su labor manipuladora. Fíjense que en ninguno de los titulares se intenta mostrar el punto de vista de los que están a favor de la medida presidencial, y cuando se hace de alguna manera se ponen esas comillas descalificadoras que he resaltado en el texto. A su vez, las movilizaciones contra la medida se han reseñado, pero las movilizaciones a favor de la medida no: ¡en Venezuela pareciera que sólo el presidente está de acuerdo con esa medida! Cuando la mayor de las movilizaciones (curiosamente a favor de la no renovación) por fin llegó, este sábado 2 de junio, el titular no fue (aunque se reseña en el texto de la noticia) «Decenas de miles de venezolanos marchan en apoyo de la Revolución Bolivariana y de la no renovación a RCTV», que hubiera sido la manera de balancear (aunque fuera un mínimo) el batallón de titulares tendenciosos que precedieron durante seis meses el fin de la concesión. El titular elegido, utilizando unas declaraciones de Chávez que hacían una mención muy concreta a la oligarquía de Venezuela y del mundo, fue el siguiente:
12.- Chávez manda ‘al carajo’ a todos los que critican la decisión de silenciar RCTV (02/05/07).
Es decir, después de laboriosamente crear en la opinión pública la matriz de que «Chávez cierra un medio», sin desglosar en ningún titular argumentos favorables a la no renovación (término el de la «no renovación» que no se utiliza ni siquiera de manera despectiva), se las arregla para que esa opinión pública se sienta insultada por el presidente venezolano. Sin duda, una jugada redonda: los lectores de El Mundo reciben una matriz de opinión sin argumentos en contra y cuando tienen bien claro que Chávez es una especie de «tirano dictador», ¡el tirano dictador los insulta! ¡Intolerable!
Está claro que «El Mundo» ha mandado ‘al carajo’ la objetividad, la seriedad, la profesionalidad y el derecho de sus lectores a estar informados, desde hace ya muchos años. La pregunta es… ¿cuándo mandarán los lectores ‘al carajo’ a «El Mundo»?