Insólito. Leer para creer. Demasiadas cosas ha dicho El País sobre Hugo Chávez pero ninguna trasladó a un enunciado lo evidente. En su web digital se recopilan 150 páginas con una media de más de diez noticias, lo que supone más de 1500 reportajes, noticias, editoriales y artículos de opinión que llevan su nombre a […]
Insólito. Leer para creer. Demasiadas cosas ha dicho El País sobre Hugo Chávez pero ninguna trasladó a un enunciado lo evidente. En su web digital se recopilan 150 páginas con una media de más de diez noticias, lo que supone más de 1500 reportajes, noticias, editoriales y artículos de opinión que llevan su nombre a casi todos los enunciados desde 2002.
Con tanto empeño puesto para informarnos de lo que ocurre en Venezuela en estos años, mucho es lo que debiéramos conocer de ese país y más aún de la vida de su presidente. Sin embargo, muy poco y parcial o falso es lo que sabemos de su historia reciente a través de esta fuente. Hagamos memoria hacia atrás para demostrarlo. Volvamos al día en el que el diario «global» prestó su altavoz a Juan Jesús Aznárez un día antes de la liberación de Chávez de la prisión militar en la isla de La Orchilla y dos días después del golpe de Estado del 11 de Abril de 2002. Este fue el exultante titular por aquel entonces: «La República Bolivariana ha muerto. Una rebelión cívico-castrense pone fin a tres años y tres meses de presidencia de Hugo Chávez en Venezuela» . Caminemos hacia atrás rescatando los titulares más significativos de los últimos dos años (1) ;
El País ha escrito de Chávez que «afianza su poder, que lo quiere todo, que es un narcisista, populista, vulgar, cuartelero, tercermundista, golpista, caudillo, estatista, autoritario, dictador, ser primitivo y superficial, demagogo, militarista, de entraña fascista, truculento, abrasado por una pasión subversiva y patriótica, histriónico, totalitario, astuto estratega, ungido por los votos de los electores venezolanos, que se perpetúa en el poder, que ha traspasado el límite tolerable, que revisa planes de guerra, que eleva la tensión, que no respeta la libertad sindical, quiere controlar los sindicatos, presiona a los periodistas críticos, ignora las órdenes de Interpol, declara la guerra a los carniceros venezolanos, prorroga cortes de luz, tiene amigos abertzales -aunque su mejor amigo es Sean Penn-, carga o arremete contra España, deteriora la democracia, viola los derechos humanos, pierde fuelle, tensa la cuerda, recurre a Cuba, amordaza a la prensa, corta la señal a una cadena, da zarpazos a la libertad de expresión, aprueba expropiaciones exprés, cierra comercios y emisoras de radio, intenta incendiar la cumbre del clima, saca pecho ante Washington, caza cocodrilos, llama a las armas, amenaza con declarar la guerra, militariza por decreto a los venezolanos, prohíbe la emisión de «Padre de Familia» -también de «Los Simpsons»-, procesa a 2200 personas por manifestarse contra él, siembra el odio, seduce a Chomsky, manda callar, apunta a la propiedad privada, prepara una ley mordaza, amenaza a las ONGs, se ve tentado por la presidencia vitalicia, denuncia un complot para matarle, ordena perseguir al principal canal de la oposición, rechaza debatir, controla la filial del Santander, lanza su revolución cultural, está contra la OEA, ya actúa como un dictador, arrebata el control de Caracas a su alcalde, promete arrollar a sus detractores, acosa a los militares disidentes, tiene un discurso anacrónico, se lanza al asedio de la oposición, prohíbe la exposición «Bodies Revealed», llama a Aznar «fracasado fascista», expropia, nacionaliza, nacionaliza y expropia, pone bajo control militar a parte del sector arrocero, conmemora el «Caracazo», acapara todo el poder hasta dosmilsiempre, se celebra a sí mismo, alardea de las reservas de divisas, masca coca con Morales, indulta a 21 presos por Navidad, denuncia un plan para asesinar a Evo Morales, pide impulsar ya su reelección indefinida, impide tomar posesión a los gobernadores opositores, corre un sprint al autoritarismo, se autoproclama candidato de su partido, dice que no se va, llama a barrer a los opositores recién electos, retrocede -mientras la oposición gana terreno-, pierde entre los pobres, acosa a sus rivales con la campaña «vas a ir preso», está contra todos, hostiga al gobernador del estado de Zulia, siembra el odio, advierte que la revolución está armada, asegura que sacará los tanques si gana la oposición, quiere hablar con el negro…»
Y después, sólo después de escupir sapos y culebras durante tantos años, atragantados por el fracaso del golpe de Estado de 2002, entrevistan a Eduardo Galeano y rescatan para el enunciado que «Hay una demonización de Chávez» , respuesta del escritor uruguayo a la pregunta: » El presidente venezolano, Hugo Chávez, es uno de los que andan enzarzados con la prensa ¿Tenemos veredicto con él?» .
Seguramente pretendían poner en evidencia a Galeano aunque, lo cierto, es que la entrevista ha sido muy bien recibida por los lectores hasta el punto de que en la web digital aparece valorada tras más de 1000 votos (2) con casi la máxima puntuación. En todo caso, resulta cuanto menos paradójico que quién ha empleado tantos esfuerzos en satanizar a Chávez traslade ingenuamente al enunciado de la entrevista que «hay una demonización de Chávez».
Notas:
- Titulares desde hoy hasta septiembre de 2008, además de algunos apelativos extraídos de noticias anteriores.
- Pantallazo en el voto número 666. Casualidades de la vida.