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El periodismo oficial cómplice

Fuentes: Rebelión

 Los periódicos y los periodistas sólo se atreven a investigar policiacamente, es decir, subrepticiamente, la vida y milagros y patrimonio de políticos y otros personajes. Pero cara a cara, en ruedas de prensa, se echan en falta preguntas comprometedoras que, aunque no fuesen respondidas, la mera formulación pondría en evidencia al personaje en cuestión. Por […]

 Los periódicos y los periodistas sólo se atreven a investigar policiacamente, es decir, subrepticiamente, la vida y milagros y patrimonio de políticos y otros personajes. Pero cara a cara, en ruedas de prensa, se echan en falta preguntas comprometedoras que, aunque no fuesen respondidas, la mera formulación pondría en evidencia al personaje en cuestión.

Por ejemplo, se nos informa que Cospedal ganó en 2011 un total de 158.388 euros netos por cuatro empleos distintos cuya naturaleza, a los efectos que deseo destacar aquí, debiera ser en principio indiferentes. Pero nadie la compromete severamente…

Preguntas como éstas, que ninguno se las hace, serían un revulsivo para la opinión pública y para ella misma.

Por ejemplo,

1ª ¿Cree usted que una persona puede desempeñar bien, con la máxima eficacia y las horas requeridas, cuatro empleos?

2 ¿Cree usted que quien, como usted, tiene esos cuatro empleos, si dejase tres de ellos no contribuiría a reducir el desempleo y proporcionar esos puestos de trabajo a otros tantos ciudadanos o ciudadanas?

3 ¿No cree que dando ejemplos como ése reduciría mucho el sentimiento de frustración, de desaliento y de indignación de tantos cuyos salarios son irrisorios, y, sobre todo, el de los casi seis millones de ciudadanos y ciudadanas sin trabajo que no han tenido ninguna culpa del desastroso estado económico y laboral que atraviesa este país?…

 

No hay periodistas capaces de hacer preguntas como éstas. Pero sí sé que una de las razones es que el periodismo serio y los periodistas responsables no existen en este país. Ellos forman parte de esta embrollada realidad repleta de contradicciones y abusos de los más fuertes (entre los que encuentran ellos mismos). Hasta tal extremo esto es así que ambos, periodismo y periodistas, son una altísima barrera que separa todavía más a los gobiernos, de la realidad y de los gobernados. Que no hagan preguntas aproximadamente como estas lo demuestra…

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.