El dictador español Francisco Franco impuso, como régimen sucesorio, la monarquía, que jamás fue sometida a consulta popular (1). Y que, hoy, está blindada por un Código Penal que dice: las «calumnias o injurias» graves al Rey, la Reina y su familia «serán castigadas con la pena de prisión de seis meses a dos años». […]
El dictador español Francisco Franco impuso, como régimen sucesorio, la monarquía, que jamás fue sometida a consulta popular (1). Y que, hoy, está blindada por un Código Penal que dice: las «calumnias o injurias» graves al Rey, la Reina y su familia «serán castigadas con la pena de prisión de seis meses a dos años». Además, quien afecte «el prestigio de la Corona» sufrirá fuertes multas (2) (3).
El músico rapero Valtònyc, por ejemplo, se encuentra huido de la justicia española, que lo condenó a 3 años y medio de prisión por enaltecimiento del terrorismo y calumnias e injurias graves al rey (4).
Por eso, resulta casi cómico leer, en toda la prensa corporativa española que, en su reciente visita a La Habana, el Rey Felipe VI pidió «a Cuba `democracia´ para defender (…) respeto a la libertad de ideas» (5) (6) (7).
Los diarios del régimen competían en el aplausómetro al rey: «un discurso directo, contundente», decía El Mundo (8). «Valientes palabras», «contundente defensa de la (…) libertad», leíamos en el ABC (9).
Y se activaba el colonialismo más arrogante: el rey expuso a «España como hoja de ruta a seguir por Cuba» (10) (11), con el «modelo» de «la Constitución de 1978» (12). Lección magistral de metrópoli a excolonia: la Constitución española, que fue redactada por un grupo de expertos, sin el menor proceso de participación es, hoy, el «modelo» para Cuba, donde su nueva Carta Magna, acaba de ser aprobada, en referéndum, tras ser debatida y modificada por 8 millones de personas en 130 mil asambleas (13) (14).
Personas y organizaciones solidarias con el Sahara denunciaban el doble rasero del rey Felipe VI (15). Que, mientras mencionaba en Cuba los «derechos humanos», callaba sobre las torturas y encarcelamiento a presos políticos en su reciente viaje a Marruecos (16). O en el de hace dos años a Arabia Saudita (17).
Críticas silenciadas por una prensa española que, sin embargo, atacaba a los medios del «régimen cubano» por «esconder y censurar» «el discurso de Felipe VI sobre democracia» (17). Bastante ejercicio de cortesía realizaron estos medios cubanos al no mencionar, durante la visita, la represión policial, los presos de conciencia en Cataluña (18), los ataques a la libertad de expresión o los desahucios en España (19).
Por último, leíamos sobre «La comida secreta de los Reyes» en un restaurante de La Habana (20). «Los reyes (…) escaparon del protocolo oficial comunista» (21), «consiguieron esquivar (…) a las autoridades cubanas (…) y dieron por sorpresa un paseo en privado por la ciudad» (22). El panegírico de los medios vasallos convertía, así, al rey Felipe VI en el nuevo héroe del escapismo en Cuba.
(1) https://www.newtral.es/
(2) https://es.wikipedia.org/wiki/
(3) http://extremaduraprogresista.
(5) https://www.elmundo.es/espana/
(6) https://elpais.com/politica/
(8) https://www.elmundo.es/espana/
(9) https://www.abc.es/
(10) https://www.elmundo.es/espana/
(12) https://elpais.com/politica/
(16) http://www.tlaxcala-int.org/
(17) https://elpais.com/politica/
(19) https://temas.publico.es/el-
(20) https://www.elmundo.es/espana/