Brevemente. El País , como era de esperar, no apuesta por el salario mínimo en Alemania, por los 8,5 euros por hora en todos los trabajos (incluidos los directivos y/o presidentes de periódicos) y en todas las regiones germanas (el 27% de los salarios de los alemanes del Este no llega a ese mínimo por […]
Brevemente. El País , como era de esperar, no apuesta por el salario mínimo en Alemania, por los 8,5 euros por hora en todos los trabajos (incluidos los directivos y/o presidentes de periódicos) y en todas las regiones germanas (el 27% de los salarios de los alemanes del Este no llega a ese mínimo por hora ni tampoco el 15% de los alemanes de la ex RFA).
El salario mínimo, por supuesto, es una vieja reivindicación de los sindicatos obreros alemanes que sería «un mal ejemplo para Europa» (es decir, un excelente ejemplo para la ciudadanía trabajadora europea) según el jefe patronal Ulrich Grillo.
Se está hablando de un salario mínimo mensual de 1.360 euros a jornada completa, no en el caso de los mini-jobs por supuesto, un salario que se implantaría gradualmente a partir de 2015 hasta 2017.
El pasado lunes, Juan Gómez, publicaba un artículo sobre el tema en el global-imperial [1]. En la entradilla del texto: «La instauración del salario mínimo, si se confirma el pacto de coalición, divide a los alemanes» [el énfasis es mío]. «Divide» es el término a retener. El Deutsche Bank, añade el periodista, alerta de la pérdida de un millón de empleos, dato (alarma) que se da como si fuera una encarnación del verbo y logos divinos y que, de hecho, leyendo el artículo con algo más de detalle, no es propiamente un millón sino entre 450 mil y un millón.
El País habla, pues, es ahora lo que importa, de una división entre la población alemana por la conquista del salario mínimo. La pregunta, la duda: ¿división?, ¿de qué división se está hablando?
Basta leer el artículo para reparar que, tal como en él se señala, según una encuesta publicada el pasado sábado 30 de noviembre, el 80% de los alemanes (¡incluso más del 80%!), no ya sólo las trabajadoras y trabajadores germanos, aplauden con entusiasmo conseguir el salario mínimo.
Si el 80% de la población alemana lo aplaude, ¿dónde está entonces la división? ¿80 versus 20 -que no está de acuerdo o acaso tenga duda o acaso no sepa qué decir- es dividir a la sociedad? ¿Por los neo liberales y neoconservadores que han abierto fuego incendiario desde el primer momento en que se ha hablado en serio del tema? ¿Ellos son los objetores que abonan y forman ese 20%? ¿Es ese importante grupo intoxicador de la opinión los que dividen a la ciudadanía alemana? ¿Se puede pensar en un apoyo similar hablando de cualquier otra medida? ¿Del abandono de la energía nuclear? Tal vez. ¿De alguna temática más?
PS. A título de ilustración sobre el asunto. Ejemplos de salarios mínimos europeos: Luxemburgo, 1.874,1 euros; Bélgica: 1.501,8; Holanda, 1.477,8; Francia: 1.430,2; Reino Unido: 1.189,9; Eslovenia: 783,6; España: 645,3 (con 14 pagas, 752,8 de promedio mensual, 4% menos que Eslovenia, el 50% de Bélgica).
Nota:
[1] Juan Gómez, «Merkel se juega el sueldo con el SPD». El País, 2 de diciembre de 2013, p. 4.
Salvador López Arnal es nieto del cenetista asesinado en mayo de 1939 -delito: «rebelión militar»-: José Arnal Cerezuela.
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