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El silencio estatal invisibiliza a las comunidades indígenas

Fuentes: Agencia Tierraviva

Desde la derogación de la Ley de Emergencia Territorial Indígena por parte del Gobierno se multiplicaron los desalojos de las comunidades en distintas provincias. Ante la falta de respuestas del Estado en todos sus niveles, es necesario generar alianzas para que la defensa de los territorios y los derechos indígenas sean escuchados.

Las comunidades indígenas se movilizan para frenar desalojos, que se van multiplicando luego de la derogación de la Ley de Emergencia Territorial 26.160. En Neuquén (comunidades mapuche del Lof Xinkikew y Lof Melo, en Villa La Angostura), Tucumán (familia Mamani de Trancas, en Tafí del Valle) y San Juan (comunidad Huarpe Salvador Talquenca, en Encón) —sólo por mencionar algunos ejemplos donde se desarrollan los conflictos—la demanda es respetar los derechos indígenas, detener nuevos despojos territoriales y encauzar los conflictos de acuerdo a la normativa nacional e internacional.

Más allá de la vía judicial, las comunidades intentan revertir nuevas leyes que se promulgan en el ámbito provincial y nacional. En este punto, vale mencionar el proyecto de ley presentado en Chubut por el gobierno provincial para regular el derecho a la consulta, el registro de personería jurídica y la integración de la comisión de tierras de las comunidades indígenas. Ante esto, se solicitó la declaración de inconstitucionalidad y se denunció precisamente la falta de consulta al elaborar el proyecto. Hasta el momento no existe mayor repercusión ni los poderes políticos se han expresado sobre estos pedidos, que conllevan ni más ni menos que el reclamo por la vulneración de los derechos indígenas.

El silencio es una herramienta privilegiada para desconocer, menospreciar e invisibilizar. Los poderes judiciales de las provincias no escuchan a las comunidades y vuelven a perseguirlas, librando órdenes de desalojo y desatendiendo sus actuales derechos. Y el poder político (que incluye a las legislaturas provinciales y al Congreso de la Nación) tampoco se hace eco de sus demandas. Por el contrario: embiste derogando leyes, anulando relevamientos territoriales, avanzando a través del RIGI para profundizar la explotación territorial de los pueblos indígenas, desde Salta hasta la Patagonia.

El “como si” se hace cada vez más patente. Las comunidades indígenas parecen no existir en Argentina. Son invisibles para este Gobierno. Por lo tanto, no existe un sujeto ante quien responder, frente al cual rendir cuentas. La impunidad de las acciones se vuelve total. El silencio se agiganta.

La ausencia de respuestas agrava mucho más los conflictos. No obstante, para superar un estado de cosas que no parece
—desde las esferas del Gobierno— querer modificarse, se vuelve imperioso amplificar mucho más las voces indígenas, y las voces no indígenas que comparten una perspectiva, que reconocen la existencia y relevancia de los pueblos indígenas en el país. Hacerse escuchar hoy es la consigna.

Combatir las consecuencias del “ninguneo” no es una tarea fácil, pero de a poco las comunidades van organizándose. Desde el llamamiento de la Confederación Mapuche de Neuquén a respetar los derechos de las comunidades, hasta la acción judicial presentada por las comunidades mapuche–tehuelche en Chubut para cuestionar la constitucionalidad de las leyes sancionadas, son una muestra de que puede construirse un camino colectivo de acción.

Superar el ostracismo al que pretenden reducir a los pueblos indígenas, encontrar formas creativas para demandar por los derechos y proteger los territorios, erigir alianzas con otros sectores que caminan los mismos senderos, son algunas de las tareas que deben llevarse adelante con urgencia. Y que requieren dejar de lado posicionamientos rígidos, frente a los enormes desafíos que presenta este gobierno, y la situación actual del país y del mundo.

Sin lugar a dudas es más sencillo verbalizarlo que concretarlo, pero un punto de inicio es tener claridad sobre el rumbo que deben tomar nuestras acciones. Dejar de ser invisible no es sólo un desafío actual, sino que forma parte de una lucha histórica de los pueblos y que sigue más vigente que nunca.

*Nota publicada originalmente en Infoterritorial con el título «El silencio como herramienta de invisibilización»

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/el-silencio-estatal-invisibiliza-a-las-comunidades-indigenas/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.