Dudas y expectativas surgieron en diversos sectores políticos de Argentina por la trayectoria ideológica y de gestión del presidente electo, Mauricio Macri, por sus estrechas relaciones con fundaciones de la derecha internacional y con la embajada de Estados Unidos. Especialmente existe preocupación por el futuro del país en su relación con América Latina y por […]
Dudas y expectativas surgieron en diversos sectores políticos de Argentina por la trayectoria ideológica y de gestión del presidente electo, Mauricio Macri, por sus estrechas relaciones con fundaciones de la derecha internacional y con la embajada de Estados Unidos. Especialmente existe preocupación por el futuro del país en su relación con América Latina y por los anuncios sobre política interna que podrían terminar con el legado del kichnerismo, que él ha prometido respetar pero que contradicen las pocas medidas hasta ahora anunciadas.
Actual intendente de la ciudad de Buenos Aires, Macri es ingeniero civil y empresario; su carrera política comienza después de haber sido presidente del popular club de futbol Boca Juniors, de 1995 a 2007.
En 2007 fue electo alcalde de Buenos Aires y relegido en 2011. Estudió en la Universidad Católica Argentina y en universidades de Estados Unidos. Trabajó en las empresas automotriz, alimentaria y de la construcción de su padre Franco Macri, muy favorecido durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999). Enfrentó a la justicia por la compra del Correo Argentino en los años de las privatizaciones, y recuperado por el gobierno de Néstor Kirchner. En 2003 formó el partido político Compromiso para el Cambio, que se transformó en 2005 en Propuesta Republicana. Fue diputado entre 2005 y 2007, y duramente criticado porque nunca se le escuchó en la cámara, y estuvo ausente en 277 de las 321 votaciones.
Analistas recordaron la noche de este domingo su relación especial con la embajada de Estados Unidos. En los cables divulgados por Wikileaks en un libro del periodista Santiago O’Donell, se da cuenta que Macri asistió en 2007 a la legación, donde presentó su oferta electoral: «somos el primer partido pro mercado y pro negocios en cerca de 80 años de la historia argentina, que está listo para asumir el poder».
En ese momento Macri tenía la Fundación Creer y Crecer, que trabajaba con el Instituto Republicano de Estados Unidos y con la Fundación Konrad Adenauer de Alemania en la formación de nuevos liderazgos como informó a su anfitriones. Sobre otros temas referidos al kirchnerismo habló Macri entonces, de acuerdo a lo que informa el autor del cable el cónsul político Mike Matetra, quien señala que Macri es un líder de oposición, que tiene «suficientes recursos y es lo suficientemente joven como para competir (con el kirchnerismo) a largo plazo».
En 2008, se encontró en la embajada estadunidense con Carl Meacham, funcionario del Comité de Relaciones del Senado. Le dijo que «los argentinos estarían contentos de ver caer el gobierno de los Kirchner», refiere O’Donell.
Además habla del sentimiento anti estadunidense de los Kirchner y de cierta «pasividad» de Washington hacia ellos. En 2011 discutió abiertamente sus ambiciones para la presidencia.
Macri está al frente de la Fundación Pensar ligada a la estadunidense Heritage y a todas las fundaciones derechistas como las que presiden José María Aznar o Mario Vargas Llosa.
Entre sus invitados especiales han estado personajes como el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe y Alejandro Peña Esclusa, presidente de la Fundación Unoamérica, conformadas por ex militares de las dictaduras de América Latina, para «derrocar» a los gobiernos de izquierda de la región.
El próximo presidente de Argentina, es el primero en arribar a la presidencia con dos procesos abiertos. En uno acusado por espionaje contra el dirigente de los familiares de víctimas de la Asociación Mutual Israelí Argentina, Sergio Burstein, a sindicalistas y al esposo de su hermana Néstor Daniel Leonardo, quien fue agredido en esos días.
También está bajo proceso por haber utilizado a la Policía Metropolitana por atacar a trabajadores, médicos y pacientes dentro del hospital siquiátrico Borda, con saldo de 50 heridos, en abril de 2013. Hay cuestionamientos por corrupción y nuevas denuncias en trámites. Pero ninguno de los grandes periódicos locales lo mencionan.
«Felicitaciones Mauricio Macri. Sea inteligente, trabaje con nosotros, no en contra nuestra», fue un mensaje enviado este domingo por los kelpers, los habitantes británicos de las Islas Malvinas, ocupadas colonialmente por Gran Bretaña desde 1833.
En su cuenta de Twiter, los kelpers sugirieron a Macri cambiar la política que mantuvieron los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en los últimos 12 años, en los que se demandó una negociación con Reino Unido.
Recientes declaraciones de Macri con respecto al tema del narcotráfico advirtiendo que autorizaría el derribo de aviones en este país, que no es productor, y sus posiciones de acercamiento con las fundaciones de la derecha internacional, permiten suponer un giro de 180 grados, alertaban la noche de este domingo diversos analistas.
Si Macri aplica algunas medidas de su gobierno en la ciudad de Buenos Aires al país produciendo un fuerte endeudamiento «significaría revertir todo el esfuerzo del pueblo argentino para renegociar la deuda externa y des endeudarnos. Más aún, las políticas que pretende imponer a partir del 10 de diciembre -devaluación, eliminación del mal llamado cepo cambiario y de las restricciones a las importaciones- implican necesariamente la vuelta a las relaciones financieras carnales, con los grandes grupos financieros del exterior», señaló la analista Fernanda Vallejos, del periódico Tiempo Argentino, en alusión a las relaciones carnales con Estados Unidos del gobierno menemistas.