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¿En Internet no hay intoxicación?

Fuentes: Público

«Ayer vimos a un niño de diez años que murió por efecto del gas lacrimógeno, pero no pudimos filmarlo» -Texto de un usuario iraní de twitter–                ¿Se acuerdan de la vieja propaganda de guerra, cuando los contendientes intoxicaban a la población -propia y ajena- con todo tipo de manipulaciones? ¿Se acuerdan de las trolas que […]

«Ayer vimos a un niño de diez años que murió por efecto del gas lacrimógeno, pero no pudimos filmarlo» -Texto de un usuario iraní de twitter–               

¿Se acuerdan de la vieja propaganda de guerra, cuando los contendientes intoxicaban a la población -propia y ajena- con todo tipo de manipulaciones? ¿Se acuerdan de las trolas que consumimos en las guerras del siglo XX? Pues bien, todo eso pasó a la historia: hoy la tecnología está de nuestra parte, y entre teléfonos con cámara, twitter y sms, no hay manipulación ni censura posibles frente a la arrolladora información libre.

Ay, ay, esperen, que me da la risa. Ya se me pasa, perdonen. Sigo: las agencias de Inteligencia, conscientes de su derrota ante las redes sociales, han cerrado sus servicios de intoxicación por inútiles. Ya no veremos más cormoranes petroleados ni bombardeos grabados en estudio; se acabaron las emocionantes historias humanas que ablandaban nuestros corazones hasta que descubríamos -años después- su falsedad. Nada de eso sirve en la era Internet, donde cada ciudadano es un informador independiente y… Ay, se me escapó otra vez la risa, perdonen, perdonen.

Ahora en serio. Toda esta broma viene a cuento de Irán. Si navegan un rato descubrirán la guerra informativa desatada en Internet, entre quienes distribuyen testimonios e imágenes de la represión, y quienes se dedican a cuestionarlos y extender la sospecha. Y todos desde el anonimato. Está pasando, por ejemplo, con el ya famoso video de Neda, la chica desangrada en el asfalto. Mientras unos lo rebotan como un icono, algunos lo miran con lupa buscando desvelar un montaje.

Yo, acostumbrado a la manipulación de toda la vida, me pierdo con los nuevos medios. Pero no me cuenten milongas sobre la libertad informativa internáutica, oigan, que la propaganda viral se estudia en primero de Inteligencia.