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ERC reclama a Aído una iniciativa para que los periódicos como El País, El Mundo, La Vanguardia o El Periódico de Catalunya los supriman

ERC pedirá suprimir los anuncios de prostitución en la prensa española y la ministra de Igualdad los tacha de «vergüenza»

Fuentes: Agencias

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, tildó este miércoles los anuncios de contactos sobre prostitución que se publican en la prensa española de «vergüenza» y se mostró «convencida» de que los medios de comunicación dejarán de publicitarlos «cuando sus circunstancias se lo permitan». La ministra realizó estas declaraciones en el Congreso tras el anuncio realizado […]

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, tildó este miércoles los anuncios de contactos sobre prostitución que se publican en la prensa española de «vergüenza» y se mostró «convencida» de que los medios de comunicación dejarán de publicitarlos «cuando sus circunstancias se lo permitan».

La ministra realizó estas declaraciones en el Congreso tras el anuncio realizado por el diputado de ERC Joan Tardà, quien presentará la próxima semana una moción, consecuencia de la interpelación formulada este miércoles a la ministra sobre prostitución, para que el Gobierno tome las medidas oportunas para suprimir estos anuncios de la prensa.

Aído destacó que el Parlamento instó en su día a los medios de comunicación a que, en el marco de sus códigos deontológicos, «se plantearan renunciar a la publicidad relacionada con el comercio sexual», medida que está convencida que la prensa, por «la sensibilidad que está mostrando en este tema», llevará a cabo «cuando sus circunstancias se lo permitan». Asimismo, recordó que el Plan contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, aprobado en diciembre por el Gobierno, recoge una medida en este sentido.

Ninguna iniciativa en el Congreso

Para Tardà, estos anuncios «dan asco» y son «denigrantes para la mujer». Así, no se explica cómo es posible que la ministra de Igualdad «apueste de forma tan decidida por el abolicionismo de la prostitución y no haya traído ninguna incitativa al Parlamento para que los periódicos, como El País, El Mundo, La Vanguardia o El Periódico de Catalunya, dejen de publicitar estos anuncios».

Tardà aseguró que el Gobierno no ha presentado ninguna iniciativa en este sentido «porque no es capaz de enfadarse con los lobbys empresariales de los medios de comunicación». «Espero que el próximo martes el PSOE vote a favor de esta moción de ERC para terminar con esta vergüenza. Y si no les gusta a los propietarios de los periódicos… acaben ustedes la frase», aseveró, para añadir a continuación que Francia ha implantado esta medida.

Ante la propuesta de ERC de legalizar la prostitución voluntaria en España, la ministra dijo que el problema no es decidir si «regularizar la prostitución como un empleo o prohibirla y perseguirla como un delito», si no combatir la trata de mujeres, ya que «un porcentaje muy significativo» de quienes la ejercen en España no lo hace libremente.

La ministra señaló que el plan del Gobierno contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual pretende «erradicar la trata, ofrecer oportunidades a las víctimas y frenar la normalización de la explotación sexual, una de las formas de violencia más extendidas».

Además, añadió que «los países en los que se ha regulado la prostitución se ha incrementado tanto la actividad de la prostitución como el tráfico y la trata de seres humanos, como ha sucedido en Holanda».

A su vez, Tardà apostó por legalizar «de forma ordenada» esta actividad en España, que -según dijo- su formación quiere erradicar, pero es partidaria «en ese mientras tanto» de que las prostitutas cuenten con derechos laborales y estén incluidas en la Seguridad Social. Así, dijo que el Gobierno no puede «lavarse las manos» ante «esta realidad», como lo demuestra el hecho de que 11 millones de personas hayan utilizado alguna vez estos servicios.

Tardà dijo que «esta miserable miseria» afecta a «magistrados senadores, diputados, obreros campesinos, y a la nobleza y a las casas reales de todo el mundo». «No es incompatible combatir la trata de personas con la regulación de esta es la realidad», concluyó.